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(CNN) – Un cambio en la dirección del viento permitió que el aeropuerto internacional de Bali reabriera luego de que fuera cerrado temporalmente debido a caída de ceniza volcánica y vapor de la erupción del volcán Monte Agung.

Varias aerolíneas retrasaron o cancelaron vuelos desde y hacia el aeropuerto internacional Ngurah Rai de Denpasar, en la popular isla turística de Indonesia, luego del aumento de la actividad volcánica.

La ceniza puede obstruir la visibilidad, dañar los controles de vuelo y, en últimas, causar que los motores del avión fallen.

Más de 300 vuelos fueron cancelados, según las autoridades aeroportuarias, impactando los planes de viajes de miles de personas. Se espera que los vuelos se reanuden este viernes en la tarde.

Un viajero revisa la programación de los vuelos en el aeropuerto Ngurah Rai de Denpasar, en Bali, que cerró durante algunas horas el 29 de junio de 2018, por actividad volcánica.

En un comunicado la aerolínea australiana Qantas reconoció la inconveniencia para los pasajeros, pero dijo que la seguridad era la prioridad más alta. A los pasajeros se les aconsejó que verifiquen los horarios de los vuelos reprogramados.

El Aviso del Observatorio de Volcanes para la Aviación ha emitido una advertencia de nivel naranja, lo que indica una mayor agitación y mayor probabilidad de erupción.

Las autoridades pronostican que la nube de ceniza se moverá hacia el oeste y el suroeste de la isla, y agregó que se podría haber aumento de sismos.

La región volcánica más activa del mundo

Indonesia es la región volcánica más activa del mundo y se asienta en el “Anillo de fuego” del Pacífico, donde chocan las placas tectónicas, causando actividades volcánicas y sísmicas frecuentes.

La última vez que el aeropuerto de Denpasar cerró fue en noviembre de 2017, después de una erupción volcánica que forzó a más de 29.000 personas a evacuar sus hogares.

En ese entonces, los vuelos fueron cancelados durante 24 horas afectando a 59.000 pasajeros en rutas nacionales e internacionales. En medio del caos, el turismo de Bali se hundió.

La actividad volcánica había bajado para febrero de 2018, y la Oficina de Turismo de Bali anunció que la alerta de volcán se había degradado del nivel cuatro al tres.

Sin embargo, todavía queda una zona de 4 kilómetros sin acceso alrededor del pico del Monte Agung