(CNN) – Funcionarios tailandeses descartaron este sábado (hora local) cualquier intento inmediato de evacuar a 12 futbolistas y su entrenador atrapados en el interior de un sistema de cuevas al norte de Tailandia. Ello, pese a las preocupaciones sobre los bajos niveles de oxígeno bajo tierra y las malas predicciones meteorológicas.
“No, hoy no”, dijo el gobernador de la provincia de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, a primera hora de la mañana del sábado, luego de ser presionado por los reporteros por los esfuerzos de rescate.
Este viernes, Aphakorn Yoo-kongkaew, jefe de la marina tailandesa, dijo que los niveles de oxígeno en la cueva habían bajado al 15%, un nivel que un médico tailandés advirtió que podría tener un grave riesgo de hipoxia, la misma condición que causa el mal de altura.
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El gobernador Osottanakorn dijo que “el aire es un problema importante”, pero agregó que expertos del Reino Unido confirmaron que las condiciones en la cámara donde se encuentran los niños estaban “bien”.
“Los niños todavía son capaces de caminar, jugar cómodamente”, dijo. “Si (hay) lluvia fuerte y la situación no es buena, lo intentaremos”.
Algunos de los padres de los niños han enviado cartas, pero el gobernador dijo que no estaba seguro de si los niños atrapados las habían leído.
Originalmente, las autoridades sugirieron que la estrategia más segura para el equipo afectado, de entre 11 y 16 años, y su entrenador de 25 años, sería mantenerlos en el complejo de cuevas Tham Luang Nang Non hasta que la temporada del monzón haya pasado, en octubre, y los niveles de agua había disminuido lo suficiente como para que se fueran.
Se espera que caiga más lluvia durante el fin de semana, pero el gobernador enfatizó que los rescatistas solo intentarán liberar al equipo si el riesgo para sus vidas es mínimo.
“Tememos el clima y la (falta de) oxígeno en la cueva, pero tenemos que tratar de establecer el plan y definir qué plan es el mejor”.
Una estrategia de recuperación que los rescatistas han sopesado incluye equipar al grupo con máscaras de oxígeno de cara completa y acompañarlos en un largo y peligroso recorrido por túneles estrechos y oscuros. Osottanakorn dijo que el grupo ya estaba “aprendiendo a bucear”, aunque todavía no estaban listos.
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Incluso los buceadores más experimentados tardan hasta cinco horas en nadar a través de canales estrechos e irregulares. Los buceadores del Reino Unido que llegaron por primera vez a los niños describieron su buceo como “retorcido” y lleno de pasajes estrechos sumergidos en agua de baja visibilidad.
Los equipos de rescate sobre el suelo han perforado más de 100 pozos en un intento por encontrar una ruta hacia los chicos de las cuevas tailandesas atrapadas, dijo Osottanakorn, pero “no parece prometedor”.
Rescatistas bajo presión
La muerte de un buzo de rescate experimentado en el sistema de cuevas el viernes subrayó los riesgos inherentes al intentar mover a los niños.
El sargento Saman Kunan, un exmarino tailandés, murió este jueves, cuando regresaba de una operación para entregar tanques de oxígeno a la cueva donde se encuentran los niños. El hombre de 38 años se quedó sin aire mientras estaba bajo el agua, dijo un funcionario.
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La gran operación para rescatar al grupo involucra a decenas de miembros de la Marina tailandesa, además de expertos y buceadores voluntarios de partes de Europa y Asia, así como de Australia y Estados Unidos.
Elon Musk, inventor y empresario multimillonario, dijo este viernes que los ingenieros de SpaceX & Boring Co. se dirigían a Tailandia para ver cómo ayudar.
Operación internacional
Los miembros del equipo de fútbol Wild Boar fueron reportados como desaparecidos hace dos semanas cuando no regresaron de una excursión después de la práctica de fútbol. Entraron en la cueva cuando hacía buen tiempo, pero quedaron atrapados cuando un aguacero repentino inundó los angostos túneles.
Los 12 niños y su entrenador fueron encontrados profundamente en el interior de la cueva por dos buceadores británicos el lunes, encaramados en una losa rocosa sobre aguas de inundación, después de nueve días sin comida ni agua fresca.
