(CNN Español) – Cuando el próximo 20 de julio Colombia posesione a sus nuevos congresistas habrá un nombre ausente: el del exjefe negociador en La Habana, Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez. El también líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), movimiento político de la desmovilizada guerrilla conocida con las mismas siglas, anunció este lunes en una carta pública que no asumirá el cargo de senador por tres circunstancias “insalvables”. Se trata de una curul que fue resultado del acuerdo de paz alcanzado entre las FARC y el Gobierno de Colombia en Cuba.
La primera razón que esgrime Iván Márquez para no posesionarse tiene que ver con el caso de alias Jesús Santrich, quien fue capturado el pasado 9 de abril por cargos relacionados con narcotráfico y cuya extradición ya solicitó formalmente Estados Unidos. Según afirmó ‘Márquez en su misiva, estos hechos son “el montaje judicial o entrampamiento urdido por el fiscal general y la DEA, que hoy tiene tras las rejas a Jesús Santrich y entre la vida y la muerte al proceso de paz”.
En su momento, el fiscal general de Colombia Néstor Humberto Martínez explicó que la detención se produjo para dar cumplimiento a una orden de captura emitida por la Interpol con circular roja, en Lyon, Francia. Ese documento indica que mínimo desde junio de 2017 y hasta abril de 2018, ‘Santrich’ “conspiró con otros para producir y distribuir aproximadamente 10.000 kilogramos de cocaína en Colombia para ser importada a Estados Unidos y otros lugares”.
El fiscal detalló que el precio para dicha cantidad de droga había sido convenido en la suma de 15 millones de dólares. “Estos hechos constituyen en el la ley federal americana (estadounidense) el delito de conspiración para exportar cocaína a Estados Unidos”, completó el fiscal. Tras la captura del también exlíder guerrillero, tanto la FARC como ‘Márquez’ rechazaron los hechos y éste último sostuvo que es “el peor momento” que atraviesa el proceso de paz. El abogado de ‘Santrich’, Gustavo Gallardo señaló en una entrevista con un medio local, que no hay pruebas serias contra su cliente y que todo se trata de un “montaje judicial”.
La segunda razón de ‘Márquez’ para no posesionarse tiene que ver con las modificaciones –o en sus palabras: la desfiguración– que se le ha hecho al texto de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) pactado en el acuerdo de La Habana. “No hay antecedentes próximos en el planeta tierra en el que un acuerdo de paz, luego de firmado y celebrado por los plenipotenciarios de las partes, haya sido modificado al antojo de personas interesadas, ajenas a esa construcción”, aseveró en la carta publicada.
La JEP es el mecanismo con el que Colombia implementará la justicia transicional pactada con la hoy desmovilizada guerrilla de las FARC. Sin embargo, la Corte Constitucional se encuentra estudiando la ley estatutaria –el marco principal que configura la justicia transicional– y el Senado aprobó a finales del mes pasado su reglamentación con algunas modificaciones, como el hecho de que la JEP no pueda decretar pruebas ni pronunciarse de fondo sobre la extradición de excombatientes de las FARC. Parte de estos cambios estuvieron liderados por el partido Centro Democrático, del que hace parte el presidente electo Iván Duque y el exmandatario Álvaro Uribe Vélez. Dicha ley de procedimiento ahora será sancionado por el actual gobernante Juan Manuel Santos en los próximos días.
El último argumento que planteó Iván Márquez en su misiva esta relacionado con el cumplimiento del acuerdo de reforma política. “No se ve por ninguna parte la determinación de cumplir con asuntos esenciales del acuerdo como la Reforma Política, sin la cual no habrían condiciones para el tránsito de la rebelión armada a la política legal. Es inconcebible que 5 años después de aprobado el primer acuerdo parcial sobre tierras, estas no se hayan formalizado o titulado a favor de los campesinos que actualmente las poseen”, escribió.
Y en la parte final estableció que “aún respira en la gran mayoría la esperanza de salvar este proceso de paz que nos puso a todos a soñar la Colombia del futuro”. Por eso, pidió volver al texto original del acuerdo alcanzado entre las dos partes. “Siento que la paz de Colombia está atrapada en la redes de la traición, y no tanto porque no se haya materializado lo acordado –que requiere unos tiempos para su concreción–, sino por las modificaciones introducidas que desfiguraron el acuerdo”, insistió.
La carta de Gustavo Petro
El excandidato presidencial, Gustavo Petro, le envió el pasado 18 de junio una misiva a ‘Márquez’ para que se posesionara como senador. En ella le habla de la movilización social que se vivió durante la campaña electoral y la pasión de la juventud colombiana y lo invita a no dejar ese escaño en el Senado. “Iván Márquez, una fría curul lo espera, se puede llenar de ideas, de palabras, de luchas alegres. No desdeñe esa curul que construyó su propio pueblo. Es su mandato”, le escribió Petro.
También le dijo que el próximo 20 de julio estará en el Congreso “y solicito que todo los que se comprometieron por la paz estén allí listos a defenderla”. Lo que, añadió, incluye a ‘Márquez’. “Quiero que su presencia demuestre que la generación que hizo la guerra desde la rebeldía se entrega completa a la paz que desea la Colombia a la que amamos”.
El líder de la FARC mencionó la misiva de Petro y dijo que estaba llena de humanidad. Después le agradeció. Justo antes de asegurar que continuará trabajando por la consolidación de la paz. Y, tras el último pedido a las organizaciones sociales y políticas de “mantener en alto el estandarte de la paz”, concluyó: “La paz es el más elevado de todos los derechos y sin él no seremos nada como nación. Seamos sus misioneros”.