(CNN) – Un niño de 10 años pierde la vista en el ojo izquierdo luego de que un compañero le clavara un lápiz. Pese a ello no abandona su pasión, el fútbol, y su sueño, dedicarse a ello toda la vida. El camino es duro, tiene que trabajar en distintos oficios para continuar, incluso vende tomates, de tienda en tienda, en Paraguay, donde vive. Dieciocho años después del accidente, Mario Ricardo es jugador de un equipo de tercera división y le toca enfrentar a Cerro Porteño, uno de los clubes paraguayos más poderosos y por el que simpatiza. No pierde la oportunidad: anota un gol tan espectacular que las imágenes recorren el mundo junto con su historia. Días después firma su primer contrato como futbolista profesional.
Puede ser el argumento de una entrañable película, de aquellas que invitan a esquivar cualquier obstáculo y avanzar hasta el logro de tus sueños. Pero no, son hechos reales.
MIRA: Luka Modrić, la estrella de fútbol croata que creció en medio de la guerra
Es la historia de Mario Enrique Ricardo, un jugador del Cristobal Colón de la tercera división del fútbol de Paraguay, cuya fama trascendió fronteras este semana por anotar un gol de antología a Cerro Porteño, uno de los clubes más grandes del país sudamericano.
“Realmente fue un bonito gol, no me sorprendió porque siempre hago golazos”, cuenta Mario Ricardo en una de sus primeras entrevistas, horas después de marcar ante Cerro Porteño. Según los periodistas que lo entrevistan, había hasta tres equipos de la primera división de Paraguay que están interesados en el delantero.
Este jueves, el club Sol de América, de la primera división de Paraguay, anunció la contratación del autor del gol del que todo el mundo habla. Mario Ricardo se ha convertido en futbolista profesional.
Pero no todo fue fácil.
Mario Ricardo cuenta en la entrevista dada a ABC TV que a los 16 años le pidieron de un club que se prepare, que podía jugar para ellos, pero la propuesta se fue diluyendo y cree que se debió a que se enteraron de la falta de visión en uno de sus ojos.
No obstante, siguió y asegura que fue su pasión por el fútbol lo que hizo que se olvidara de que podía ir en desventaja con el resto de futbolistas. “Si uno se propone y no tiene temor, le va a meter de lleno”, cuenta. “Capaz por eso me salen las cosas, trato de meterle día a día en las prácticas y tratar de mejorar”, agrega el futbolista.
Aparte de haber vendido tomates, este futbolista agrega que recibe apoyo de sus familiares, que le dan un dinero por cada gol que anota. “A ver si se acercan hoy”, dice en tono de broma.
MIRA: ¿Sabrías jugar al fútbol sin poder ver el balón? Mira como se hace
Como para redondear la historia, el equipo del cual Mario Ricardo es seguidor es Cerro Porteño, el mismo club al que anotó. Y su sueño es jugar ahí. “Por qué no, ¿verdad?, si se da, por qué no aportar mi granito de arena”, cuenta a Red Guaraní TV. Por ahora, Sol de América lo espera.
El Cristóbal Colón de Julián Augusto Saldívar, el equipo de Mario Ricardo, perdió por 3-1 ante Cerro Porteño, pero ya sabemos cuál fue la real noticia de ese encuentro: el gol del honor. Y la anécdota: en redes sociales piden que sea nominado al Premio Puskas al mejor gol del año. Y la noticia posterior: la llegada del autor del gol a la primera división de su país. Si alguien te dice que los sueños no se cumplen, enséñale esta historia.