(CNN) – Después de ocho años y casi 330.000 millones de dólares en préstamos, Grecia está dejando atrás los rescates financieros.
Este lunes, el país oficialmente salió del último de los tres enormes programas de rescate que lo salvaron de la quiebra y de abandonar la zona euro. Pero los rescates financieros del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Europea tuvieron un costo enorme que seguirá sintiéndose en los próximos años.
A cambio del dinero, Grecia acordó recortar gastos drásticamente e implementar reformas económicas dolorosas. Los trabajadores del gobierno vieron recortados sus salarios, congeladas las pensiones y aumentar su edad de retiro. El gasto de los consumidores se desplomó, las tasas de desempleo se dispararon y los muchos negocios tuvieron que cerrar.
La economía de Grecia está ahora en tres cuartos del tamaño de lo que era en 2007, antes de que la crisis empezara. Y aún enfrenta una serie de desafíos.
En el papel, el gobierno, cuyo gasto fugitivo alimentó la crisis financiera, ha puesto la casa en orden. Pasó de un déficit de presupuesto del 15% en 2009 a un 1% extra en 2017.
“Grecia está lista para salir. Ha hecho la mayor parte del trabajo duro de ajuste [y] su economía finalmente se está expandiendo de nuevo a un ritmo medio satisfactorio”, dijo Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg Bank.
Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, felicitó a Grecia por terminar el programa de asistencia financiera.
Se espera que la economía crezca un 2% este año y 2,4% el próximo, después de contraerse ocho de los 10 pasados años. Se pronostica que la deuda pública alcanzará su punto máximo este año en más del 188% del PIB antes de caer al 151% en 2023, el año en que Grecia debe realizar otra revisión y un posible alivio de la deuda.
El crecimiento económico sigue esquivo
Crucialmente, el costo del préstamo ha bajado.
“Los rescates financieros han alcanzado su objetivo: restaurar el grado de confianza inversionista y el acceso al mercado”, dijo Mujtaba Rahman, director ejecutivo de Europa de Eurasia Group. “Grecia puede acceder a los mercados capitales y generar dinero por sí misma”.
Los acreedores del país también acordaron reestructurar sus deudas, haciendo posible que el gobierno maneje futuros pagos.
Pero el país aún tiene una gran cantidad de problemas.
“Hay un rango de problemas económicos estructurales que no han sido resueltos a través del programa, a pesar de la supervisión de los pasados ocho años”, dice Rahman. “Creo que es una exageración decir que el programa es un éxito. Aún no ha restaurado la salud económica”.
La directora del FMI Christine Lagarde advirtió el mes pasado que “los esfuerzos por reformas más grandes siguen siendo claves para una recuperación económica y un crecimiento duradero”.
Ella dijo que el gobierno de Grecia aún necesita mejorar cómo recauda impuestos, hacer un mejor trabajo respecto a eliminar a los funcionarios no calificados y renovar urgentemente su programa de privatización.
“Se proyecta que la deuda pública permanecerá alta la próxima década”, dijo Lagarde, agregando que la promesa de un apoyo continuo de los principales acreedores europeos de Grecia “sigue siendo esencial”.
Una década de dolor
Grecia fue golpeada por la crisis financiera de 2008. El país ya estaba fuertemente endeudado luego de gastos excesivos por parte del gobierno, pero la crisis crediticia hizo que sus finanzas fueran insostenibles.
Como Grecia usa el euro como su moneda, la crisis del espiral de la deuda puso a toda la zona euro en riesgo. Si Grecia se hubiera salido del bloque económico, podría haber socavado la confianza de los inversionistas en todo el proyecto.
El euro fue golpeado por la incertidumbre, y Europa se vio forzada a actuar. El primer rescate financiero llegó en 2010. El FMI, el BCE y la Comisión Europea anunciaron un paquete de ayuda de tres años designado a rescatar a Grecia.
El segundo paquete de ayuda llegó en 2012.
El dolor se empeoró en 2015 luego de que el partido popular Syriza ganara las elecciones con la promesa de terminar el periodo de austeridad. El líder del partido Alexis Tsipras se convirtió en el primer ministro y se puso a la ofensiva contra los acreedores del país.
Tsipras alarmó a los inversores al convocar un referendo sobre las medidas de austeridad, en el que los votantes rechazaron más reformas. Pero solo unas semanas después, fue forzado a capitular y pedirle dinero a Europa.
Un tercer paquete de ayudas fue acordado, pero el FMI no puso fondos. El total de préstamos de los tres rescates financieros sumó una cifra de 288.000 millones de euros (330.000 millones de dólares).