(CNN Español) – Colombia está de luto por el asesinato de Laura Alejandra Flórez, Camilo Andrés Tirado y Henry Mauricio Martínez, tres jóvenes geólogos que murieron cuando un grupo disidente de las FARC atacó a una comisión de exploración, conformada por 11 personas, de la empresa Continental Gold en Ochalí, vereda de Yarumal (Antioquia), al oriente del país, según el Ejército.
Y quien sería el verdugo, ya fue identificado por las autoridades. Se trata de Ricardo Abel Ayala Orrego, alias “Cabuyo”, a quien le atribuyen ser el máximo líder del grupo disidente del frente 36 de las FARC, guerrilla ya desmovilizada. Victoria Eugenia Ramírez, secretaria de gobierno del departamento de Antioquia, señaló que la persona desaparecida tras el ataque ya fue hallada y que confirmó, además de los hechos, que el grupo responsable es el “frente 36 residual de las FARC”.
Organización criminal que, según los registros del Ejército, estaría al mando de “Cabuyo”, un hombre al que las autoridades siguen de cerca desde hace un tiempo.De hecho, el pasado 14 de septiembre, las Fuerzas Armadas informaron que en lo corrido del año se había afectado al 40% de la estructura del grupo delincuencial. Y, de acuerdo al último conteo que se hizo, la organización tendría 71 individuos “contra los cuales se están adelantando constantes operaciones militares para lograr su captura o entrega voluntaria”.
Incluso, las autoridades están ofreciendo una recompensa de 100 millones de pesos (unos 33.307 dólares) por información que permita dar con el paradero de “Cabuyo”, según reportó este viernes Cablenoticias, afiliada de CNN en Español.
Un informe del centro de pensamiento Fundación Ideas para la Paz, sobre las dinámicas de las disidencias de las FARC, reportó que desde principios de este año se ha registrado la presencia de una disidencia al mando de “Cabuyo”, quien estaba a cargo del frente 36 de la guerrilla antes de la desmovilización. Fuentes citadas por la organización indicaron que la conformación de la disidencia es “producto de los retrasos en la implementación del acuerdo de paz, particularmente el malestar con el programa de sustitución voluntaria de cultivos”, lo que habría provocado que los combatientes volvieran a “regular el microtráfico y la compra y venta de la base de coca”.
El Ejército sostiene que la ofensiva que ha implementado contra el grupo residual frente 36 ha llevado a que algunos mandos se entreguen y al 14 de septiembre se registraban 18 capturados y 6 desmovilizados. En agosto pasado, además, dos menores de edad se entregaron voluntariamente a las autoridades junto a otros dos integrantes de la organización. Por lo que la Cuarta Brigada del Ejército rechazó “el reclutamiento ilícito de menores de edad para que hagan parte de las organizaciones criminales que afectan la paz”.
Con la captura de quien sería el segundo jefe al mando de la organización, también en agosto, el Ejército indicó que el cerco contra “Cabuyo” continúa estrechándose: “muestra de ello es que sus corredores de movilidad están cada vez más reducidos”. Sin embargo, en este momento, a raíz del ataque contra la comisión de geólogos, hay nuevas operaciones contra la estructura disidente. El Ejército y la Policía enviaron a la zona de los hechos agentes para “ubicar al grupo responsable de esta acción criminal”. Incluso, el comandante del Ejército Nacional, el general Ricardo Gómez Nieto, se encuentra en el lugar coordinando las acciones.
“Colombia no se rinde ante los violentos”
El luto que invade al país por el crimen de los jóvenes geólogos en el ataque –que además de acabar con su vida dejó heridas a otras tres personas y desaparecido a un hombre que ya fue hallado y está con las autoridades– , ha despertado diversas muestras de solidaridad.
El presidente de Colombia, Iván Duque, rechazó el asesinato de los geólogos y les rindió un homenaje con un minuto de silencio. Además, le expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas, “es algo que a todos nos enluta”.
También declaró que “Colombia no se rinde ante los violentos” y que la nación siempre ha mostrado “el vigor y la contundencia de sus instituciones” ante la violencia. En ese sentido, le pidió al comandante del Ejército que estuviera presente en Antioquia para encontrar a los autores materiales e intelectual.
“Vamos a endurecer no solamente la presencia, sino que vamos a perseguir a los autores materiales e intelectuales de este crimen. Y yo creo que esto tiene que servir para que nosotros entendamos que la legalidad tiene que ser la base de la construcción de la paz en nuestro país”, aseguró.