(CNN Español) - Puerto Rico sigue enfrentando retos a un año del paso del huracán María el 20 de septiembre del 2017. El huracán por la isla, fue la causa y la consecuencia de la muerte de muchas personas, según las autoridades de la isla. El aislamiento de varias zonas, la falta de energía eléctrica y de combustible agravó las operaciones de refugios, hospitales y, más allá, la incapacidad de volver a la normalidad. Esto último no ha sido fácil.
Entrevistamos a Yvonne Rodríguez, asesora ejecutiva de Direct Relief en Puerto Rico, quien nos explicó cómo la falta de energía ha jugado un papel crucial para agravar la crisis y ha dificultado el proceso para la recuperación de la normalidad en la vida de los puertorriqueños.
Una de las cosas que Direct Relief aprovechó en su cruzada de ayuda a Puerto Rico son las casi 3.000 horas de luz solar que, según Rodríguez, Puerto Rico tiene al año y por eso, pusieron manos a la obra para invertir en paneles solares e instalarlos en zonas donde el acceso al servicio eléctrico aún es limitado.
Yvonne Rodríguez también nos contó cómo las donaciones de teléfonos satelitales y unidades móviles para hospitales han sido cruciales para ayudar a salvar vidas, así como lo que llamó “mini farmacias”, pequeñas cajas instaladas en varias zonas de la isla con cerca de 200 medicamentos para que personas autorizadas ayudaran a la población con problemas médicos, principalmente los de la tercera edad y con movilidad limitada.
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