(CNN Español) – Willa, ya convertido en baja presión remanente, tiene a México en alerta. En concreto, en Sinaloa y Nayarit el principal peligro son los deslaves en las zonas montañosas como consecuencia del reblandecimiento del terreno por la cantidad de lluvia que trae consigo.
Graciela Raga, investigadora del Centro de Ciencias Atmosféricas (CCA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó este martes, a través de una nota de prensa de la institución, que la región de Sinaloa y Nayarit quedó resentida el septiembre pasado por las lluvias traídas por el huracán Rosa. Según la experta, esto es común en esta clase de fenómenos atmosféricos, independientemente de la categoría que tengan.
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“La gente considera que si es categoría 5 causa más devastación, pero no necesariamente es así”, aclaró. Willa llegó a ser categoría 5, pero al tocar tierra descendió a tres este martes y este miércoles ya está considerada tormenta tropical.
La principal diferencia entre las categorías de los huracanes es la velocidad a la que se desplazan, pero los de categorías menor traen consigo más precipitaciones, de acuerdo a esta experta. Raga dijo que estas lluvias reblandecen los suelos, por lo que ocurren los deslaves.
Raga detalló que las lluvias producidas por el huracán Rosa y las que se están produciendo por Willa “podrían generar deslaves en las laderas de la Sierra Madre Occidental, además de inundaciones en las planicies costeras, debido a las olas que generarán los vientos”, indicó la investigadora, que participó en el estudio del Panel Intergubernamental de Cambio Climático que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007.
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Alerta a la población
“Esta situación debe ser signo de alerta para la población, que debe estar atenta a las indicaciones de las autoridades”, recomendó la experta.
Pese a estar considerada ya tormenta tropical, Raga puso énfasis en que estos fenómenos atmosféricos y su potencial de daño no debe ser menospreciado, especialmente cuando se producen en las montañas. “Cuando los vientos van en esa dirección, como en el caso de Willa, se generan nubes adicionales a las que viajan con el huracán; esto origina aire húmedo y precipitaciones que podrían durar horas, con afectaciones tierra adentro, aun mayores de las que ocurren en mar abierto”, concluyó.