(CNN Español) – Rammar Rivero es venezolano, tiene 28 años y es músico de profesión. En 2017 se llevó un premio Grammy Latino por su participación en la composición de ‘Si me das’ para el grupo venezolano Guaco, que ganó este premio por su disco ‘Bidimensional’. Sin embargo, lleva fuera de su patria varios años. Salió cuando sintió que allí no tenía futuro. Tras pasar por Bolivia, dio el salto a España, según cuenta él mismo.
Alan Joy es también venezolano. Llegó a España hace un par de años, cuando tenía 23. Era músico de formación y profesión, pero en el país europeo hizo casi cualquier tipo de trabajo, hasta que, según relató, decidió volver a lo suyo, su pasión: la música. Empezó a tocar en los vagones de Metro de Madrid y allí escuchó a Rivero. Él también le había escuchado antes y, poco después, decidieron unirse. Ya hace cinco meses desde entonces.
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Joy y Rivero vivieron vidas casi similares: los dos venezolanos, los dos con pasión por la música, los dos tuvieron que salir de Venezuela huyendo de “la situación política, económica, todo”, contó Rivero a CNN en Español. “Es un desastre”, dijo en referencia a su país.
Los dos se fueron de Venezuela hace pocos años. Joy llegó directo a España, donde tenía la suerte de contar con familia directa. Rivero pasó antes por Bolivia, país en el que siguió trabajando en su música, y luego llegó a España. El objetivo lo tenía claro: arriesgarse un poco más y “buscar mi sueño”, contó a CNN en Español, explicando que lleva en el país ibérico algo menos de un año.
“Venezuela es un desastre económico, político y social”, asevera Joy mientras Rivero asiente a su lado. Los dos tuvieron razones “importantes” para salir del país presidido por Nicolás Maduro, aunque prefieren no entrar en detalles al respecto. Ya es pasado, dicen.
Ahora están en España, donde “nos hemos sentido muy bienvenidos”, afirman, tanto por los españoles como por la comunidad venezolana, “que cada vez es más grande”, comenta Joy.
Rivero estaba en España cuando recibió una de las mejores noticias de su vida: nominaron al Grammy Latino a ‘Bidimensional’, disco del famoso grupo venezolano Guaco en el que se incluía la canción ‘Si me das’, coescrita por él. Poco después, una noticia aún mejor: lo había ganado. “Fue una noticia increíble, no podía creerlo”, dijo feliz. “Es un orgullo y un honor que escriban mi nombre al lado de otros grandes artistas”, añadió mientras mostraba su certificado.
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En España los inicios no fueron sencillos. Joy recuerda que llegó al país “como deprimido por la música”, por lo que buscó trabajo en casi cualquier área: “trabajé de camarero, en la obra, incluso en un centro de estética”, relata. Pero, al final, lo suyo era la música. “Me dije: ‘Vamos a hacerlo’”, rememora con una sonrisa.
Y lo hizo: se compró una guitarra y comenzó a tocar y cantar, y eligió el Metro de Madrid para hacerlo. Casi a la vez, Rivero llegó a la misma conclusión. Allí, bajo las calles de la capital de España, se conocieron y Joy le propuso a Rivero cantar juntos. Ahora tocan cada día en el Metro de Madrid desde hace cinco meses.
Durante la entrevista, la sonrisa es constante. Se sienten satisfechos, pese a todo. “Nos han apoyado muchísimo aquí, desde que llegamos. A la gente en la calle le encanta el arte”, comenta Rivero.
El trabajo en el metro
Su día a día en el Metro de Madrid les da para vivir, pero no solo por tocar ahí: gracias a sus actuaciones, muchos ciudadanos les han conocido. Ahora también tocan en bares o incluso en eventos. También dan clases de música (Rivero, de canto y guitarra, y Joy de piano). La música está en su vida desde que se levantan hasta que se acuestan, según cuentan.
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“Estamos en la calle momentáneamente. Lo disfrutamos mucho, pero nuestros objetivos son mayores”, dice Rivero. Pese a compartir mucho, cada uno tiene sus propios proyectos del futuro. Rivero está grabando su primer disco con productores de Argentina, después de haber grabado varios sencillos en Venezuela y Bolivia. Joy está también inmerso en la composición de su propia música, buscando “una voz propia”.
“La verdad es que lo hacemos porque nos encanta. Es un reto también porque al principio, cuando llegamos aquí, a mí en lo particular me da un poco de vergüenza a veces. Pero cuando ves cómo el rostro de la gente cambia. Gente que viene del trabajo con el rostro súper tenso y después te dice con un rostro feliz ‘gracias’. Eso es increíble”, añade Rivero.
Para ellos, cantar en el metro es “en pro de nuestros sueños”. “Llevamos alegría a las personas”, dice Rivero, orgulloso.
En su experiencia, tienen claro cómo lograr sus sueños: “Tú dentro de tu casa no vas a lograr tus sueños. Tienes que hacerlo de la forma que puedas, y esta es la forma que estamos haciendo nosotros”, concluyó Rivero.