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Así viven las FARC su primera Navidad sin armas
03:54 - Fuente: CNN

(CNN Español) – El 1 de noviembre de 1998, un batallón de guerrilleros de las FARC se tomaron por primera vez en su historia de una ciudad capital de Colombia. Ese día, en horas de la madrugada, una masacre propia de un conflicto degradado dejó decenas de muertos y secuestrados. Esa madrugada, un puñado de policías contuvieron uno de los ataques guerrilleros más violentos de la historia de Colombia.

Este jueves se rindió un homenaje a las víctimas de este oscuro capítulo de la historia colombiana. En Mitú, Vaupés, departamento fronterizo con Brasil en el suroriente de Colombia, aún se recuerda la masacre que perpetraron las FARC y veinte años después las heridas de esta toma guerrillera aún permanecen en la memoria de los colombianos.

Así quedó Mitú, Vaupés, tras el ataque guerrillero en 1998.

El ataque guerrillero de ese 1 de noviembre era inminente. Desde días antes había empezado a circular el rumor de que la guerrilla se estaba alistando y reuniendo comida, según recoge el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) a propósito de la conmemoración del vigésimo aniversario de la toma.

Era la madrugada del 1 de noviembre de 1998, y 1.500 guerrilleros del Bloque Oriental pusieron en marcha la llamada Operación Marquetalia, en plena capital del departamento de Vaupés, que hoy, 20 años después, tiene una población de 25.000 habitantes. Los guerrilleros atacaron la estación de Policía que apenas contaba con unos cuantos uniformados armados, 70 a lo sumo, 11 de ellos Policías, según el CNMH.

“Se informó a Bogotá, a Villavicencio, a la VII Brigada y a los mandos superiores, que solo teníamos cerca de 70 hombres en armas entre oficiales, suboficiales, patrulleros y agentes de la Policía. También teníamos 30 bachilleres, pero ellos no habían recibido instrucción militar”, recordó el sargento mayor César Augusto Lasso, uno de los policías que contuvo el ataque y que fue secuestrado en la toma guerrillera, citado por el CNMH.

Armados con cilindros en sus espaldas, los guerrilleros llegaron a zona urbana de Mitú, como si llegaran a uno de sus campamentos. El ataque empezó en plena madrugada, cuando los pobladores aún dormían, y se desató el infierno: los guerrilleros lanzaron granadas y cilindros bomba contra la estación de la Policía, mientras los escasos uniformados que se enfrentaban a un ejército de 1.500, resistían el ataque con las pocas armas que tenían. La toma guerrillera se extendió por 72 horas.

En noviembre de 2010, 12 años después de la toma guerrillera, los colombianos aún seguían pidiendo la liberación de los policías secuestrados en la toma de Mitú, Vaupés.

“Nos defendimos hasta que nos vimos copados”, recuerda Lasso, que duró 12 años, nueve meses y dos días secuestrado, siendo uno de los colombianos que más tiempo pasó en cautiverio. Lasso fue liberado el 2 de abril de 2012, junto con cuatro militares y cinco policías que estaban secuestrados por las FARC. “No recuerdo cuántas horas nos defendimos”, añade el policía retirado.

Las imágenes de la toma son desgarradoras: una ciudad totalmente destruida. Viviendas y edificaciones quedaron en escombros tras el ataque. Hombres armados resistían el ataque que venía por todos lados. Y al final, cuando ya no hubo más balas ni cómo seguir defendiéndose, los policías que pasaron tres días conteniendo el ataque, salieron de sus trincheras con las manos en alto, y, en fila, caminaban rumbo a su secuestro que los tendría durante años perdidos en la selva colombiana.

Tras el ataque, la población quedó incomunicada, según el Ejército. 

“Se ejecutaron asesinatos selectivos, saquearon comercio, hurtaron dinero en la Caja Agraria y usaron armas no convencionales afectando a la población civil y la Fuerza Pública”, recuerda el Ejército. Además, “cuatro manzanas alrededor de la estación de Policía de Mitú fueron destruidas por el incendio que dejó la cruenta toma de las Farc el 1 de noviembre de 1998”.

Durante el ataque, los guerrilleros, además saquearon e incendiaron varias entidades que rodeaban la estación de Policía, como la Caja Agraria (una entidad bancaria), la Registraduría, el Vicariato, el hospital y la Iglesia.

El saldo de la toma fueron 56 muertos (46 combatientes y 10 civiles) y 61 secuestrados, según el CNMH, aunque según el Ministerio de Defensa Nacional fueron 41 muertos, entre ellos 16 policías, 14 militares y 11 civiles.

En ese momento las FARC venían propinando una serie de “acciones contundentes” en varios lugares del país, según el informe Basta Ya del CNMH. El conflicto llegó en ese entonces a un nivel de degradación tal que solo en ese año, en 1998, se registraron 58 tomas guerrilleras en todo el país, el año con más tomas en la historia de Colombia. La mayoría de estas fue responsabilidad de las FARC, según el CNMH.

Este jueves, en un acto conmemorativo de esta masacre, las autoridades de Colombia rindieron un homenaje a las víctimas de este ataque y sus familias, y exigieron que el secuestro cese definitivamente en el país.

Por la toma guerrillera de Mitú fueron condenados a 40 años de prisión el líder guerrillero alias ‘Alfonso Cano’ (1948-2011) por los delitos de homicidio agravado, secuestro extorsivo y terrorismo. Por estos mismos hechos también fueron condenados Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, Noel Mata Mata, alias ‘El Cucho’, y Rodrigo León Echeverry, alias ‘Timochenko’, miembros del secretariado de las Farc, en calidad de autores, entre otros, según la Fiscalía. Tras la firma del acuerdo de paz en Colombia firmado en 2016, los integrantes de las FARC deberán responder por sus delitos ante un tribunal de justicia especial.