(CNN) – La sugerencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de utilizar como moneda de cambio en las conversaciones comerciales con Beijing a una alta ejecutiva china arrestada en Canadá, provocó reproches por establecer un “precedente terrible” al cruzar la línea roja que separa la política estadounidense del Estado de derecho.
La aseveración provocó reacciones negativas por parte de los agentes del orden público, críticas de legisladores y la preocupación de analistas jurídicos y comerciales que dijeron que no solo era un débil movimiento de negociación que podría crear más fricciones con los aliados, sino que representaba un precedente “venenoso” seguridad de los estadounidenses en el extranjero.
“Estados Unidos, al igual que Canadá, somos ambos países que se rigen con la ley basados en una Constitución, principios jurídicos y estado de derecho”, dijo William Reinsch, presidente de Scholl para negocios internacionales en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Nuestra historia es que cosas como esta proceden del sistema de justicia penal y la justicia es ciega. Trump básicamente dice que podría interferir con este proceso, lo que es un terrible precedente”.
En una entrevista con Reuters el martes, Trump dijo que intervendrá en el caso contra Meng Wanzhou si resulta beneficioso para conseguir un acuerdo comercial que ha dividido las relaciones con China en los últimos meses.
La directora ejecutiva del gigante tecnológico chino Huawei fue arrestada el 1 de diciembre en Vancouver, Canadá, por violar las sanciones de Estados Unidos contra Irán, la misma noche que Trump cenaba con el presidente chino Xi Jinping en la cumbre del G20 en Argentina.
“Ciertamente intervendría”
“Lo que sea bueno para este país, lo haría”, le dijo Trump a Reuters. “Si creo que es bueno para lo que sin dudas será el mayor acuerdo comercial jamás alcanzado, que es algo muy importante, algo que es bueno para la seguridad nacional, ciertamente intervendría si lo considerase necesario”.
Si bien la afirmación de Trump ante Reuters viola un principio básico estadounidense, Reinsch señala que “por otro lado, este es exactamente el tipo de cosas que China entiende … porque China no es un Estado de derecho y eso es lo que harían”.
También hay consecuencias inesperadas de las cuales preocuparse, dijo Michael Zeldin, analista legal de CNN y exlíder global de lucha contra el lavado de dinero y terrorismo y sanciones económicas y comerciales en Deloitte Touche Tohmatsu en Washington.
“El peligro es la consecuencia involuntaria de que un ciudadano estadounidense en el extranjero sea arrestado y retenido como rehén por los deseos económicos, financieros y comerciales del Estado”, le dijo Zeldin a CNN. “Pero ahora hemos establecido la conveniencia de que los estadounidenses en el extranjero permanezcan como rehenes de los acuerdos comerciales. Hay demasiado peligro en eso”, agregó Zeldin. “Si estuviera asesorando al presidente, diría que esas dos cosas no deben ir juntas”.
Si Trump siguiera con su idea, también podría haber más fricciones con Canadá, dijo Reinsch.
“A mí me parece algo raro de decir a esta altura del proceso”, dijo Reinsch. “No está en la jurisdicción estadounidense. Está en la jurisdicción canadiense. Intervenir en el proceso significa que hablará con el [primer ministro canadiense Justin] Trudeau, quien ha dicho más de una vez que el proceso judicial normal seguirá en Canadá”.
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, les dijo a los periodistas el miércoles que ha hablado con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, sobre el caso de Meng. Cuando se le preguntó sobre los comentarios de Trump, Freeland dijo que Canadá no es responsable del comportamiento de otros países. “Canadá seguirá fielmente el estado de derecho”, sostuvo.
“Dejen que se humillen”
Aunque Reinsch insiste en que la sugerencia de Trump no es “la forma en que debemos comportarnos”, aseguró que si Trump seguía adelante, sería un “error táctico”.
“Si vas a hacerlo, la forma de hacerlo es que los chinos se acerquen a nosotros”, dijo Reinsch. “Déjalos que se humillen un poco y luego responde. No les des lo que quieren desde el principio. ¿Qué obtenemos si él hace esto? Nada”.
En una audiencia de la Comisión Judicial del Senado el miércoles, altos funcionarios de seguridad nacional, contraespionaje y seguridad cibernética que testificaron sobre las amenazas de espionaje chino también rechazaron los comentarios de Trump.
“Lo que hago, lo que hacemos en el Departamento de Justicia, es hacer cumplir la ley. No intercambiamos”, dijo el subsecretario de Justicia John Demers, el máximo funcionario de seguridad nacional del Departamento, cuando se le preguntó sobre los comentarios.
“Seguimos los hechos y reivindicamos las infracciones a las leyes de Estados Unidos. Eso es lo que hacemos cuando presentamos esos casos, y creo que es muy importante que otros países comprendan que no somos una herramienta comercial cuando presentamos los casos”, agregó.
El senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut que había pedido a los funcionarios su opinión sobre los comentarios del presidente, dijo que “el peligro de la declaración del presidente es que hace parecer que la aplicación de la ley es una herramienta comercial o política o fines diplomáticos de este país”.
“No en este caso”
“Eso puede ser cierto en otros países”, dijo Blumenthal, “pero no en este caso”. La observación del presidente fue “extremadamente inquietante para mí”, aseguró.
“Me parece”, agregó el senador, “que el presidente daña la obra y la imagen de nuestra nación en términos de aplicación de la ley”.
Demers le dijo al comité que si Meng es extraditada de Canadá, como lo ha solicitado Estados Unidos, “nuestro caso criminal continuará”, dijo, y se negó a hacer más comentarios sobre el caso.
Bill Priestap, subdirector del FBI a cargo de la división de contrainteligencia, dijo que el FBI simplemente seguiría el lema “haz tu trabajo”.
“Desde el fin del FBI, vamos a seguir haciendo nuestro trabajo”, dijo.
Meng fue arrestada a principios de este mes en un aeropuerto de Vancouver, Canadá, a petición del gobierno de Estados Unidos, según han informado las autoridades.
La ejecutiva china está acusada de ayudar a Huawei a evitar sanciones de Estados Unidos contra Irán diciendo a instituciones financieras como HSBC que una filial de Huawei, Skycom, era una empresa independiente y no afiliada.
El martes, Meng salió de la detención tras pasar 10 días tras las rejas cuando un juez de Canadá aprobó su liberación bajo fianza canadiense de 10 millones de dólares canadienses (7,5 millones de dólares estadounidenses).
– Ellie Kaufman de la CNN contribuyó con este informe