(CNN) – Han estado por mucho tiempo pero en 2018 las camionetas finalmente se hicieron cargo de cada nicho del mundo automotriz. No importa qué tipo de automóvil hayas considerado (grande, pequeño, de gran rendimiento o súper eficiente), ahora hay una camioneta para cada criterio.
Para calificar la adquisición como redonda, tanto Lamborghini como Rolls-Royce, marcas que sobresalen en los polos opuestos del mundo de vehículos ultra lujosos, cada una comenzó a fabricar sus respectivas camionetas.
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Una camioneta Lamborghini parecía un absurdo. Sin embargo, el fabricante de automóviles italiano, famoso por no comprometer nunca el rendimiento, logró que el aparente oxímoron funcionara. El Lamborghini Urus es una genuina súper camioneta. Es rápida, llamativa, ruidosa y da la vuelta como un auto deportivo. Es ferozmente divertida y razonablemente práctica.
Rolls-Royce tiene una vocación muy diferente a Lamborghini. Los Rolls-Royce tienen motores inmensamente potentes (también son inmensos) pero no tienen interés en la velocidad absoluta. En cambio, los Rolls-Royce tienen grandes motores V12 para que nunca se sientan o suenen tensos, incluso cuando está alcanzando 96 km/h en cinco segundos en un sedán de 2.540 kilos.
El Rolls-Royce Cullinan SUV tiene ese mismo V12 de 6,8 litros y un interior similarmente lujoso y cómodo. Sin embargo, es más alto y tiene tracción en las cuatro ruedas y una configuración todoterreno que lo hace un poco mejor aún. También demostró ser sorprendentemente capaz de trepar por la ladera de una montaña en Wyoming. No es perfecto, pero es impresionante y, de lejos, la camioneta más opulenta que puedas comprar.
Este fue también el año en que el Jaguar I-Pace totalmente eléctrico llegó al mercado. Francamente, apenas califica como una camioneta, ya que tiene solo un poco más de altura que un auto típico. El beneficio de esto es que el I-Pace es muy divertido de manejar gracias, en parte, al bajo centro de gravedad que imparte su batería. De hecho, es uno de los vehículos eléctricos más agradables, si no el más agradable.
En el otro extremo del espectro de limpieza, se encuentra el Jeep Grand Cherokee Trackhawk. Con 707 caballos de fuerza derivados de la combustión de su V8 sobrealimentado de 6,2 litros, el rugido Trackhawk es increíblemente divertido a su manera. Además de ser terriblemente rápido y ruidoso, en realidad se adapta bastante bien. El Trackhawk está lejos de ser un placer libre de culpa, pero las visitas frecuentes y costosas a la estación combustible brindarán una gran oportunidad para la penitencia.
Aunque el lujo generalmente implica tamaño, algunas de las camionetas de lujo más llamativas en estos días son en realidad muy pequeñas. Por ejemplo, el Volvo XC40 y Jaguar E-Pace llevan con éxito el estilo de sus respectivas marcas a un reino más pequeño. Ninguno de los dos es terriblemente emocionante de manejar, pero ambos son divertidos y alegres en la ciudad y lindos como pocos.
Algunos fabricantes de automóviles trabajan en vehículos que no son camionetas, pero que podrían serlo. Por ejemplo, el Buick Regal TourX, presentado en Estados Unidos el año pasado, es un carro elevado muy atractivo que podría manejarse un poco fuera de carretera y, lo que es más importante, puede llevar muchas cosas. Es una prueba, si se necesitara alguna, que no siempre debes tener una camioneta.