(CNN Español) – El sacerdote colombiano Miguel Ángel Ibarra Marín dio misas, casó, bautizó, y hasta ayudó a construir templos durante 20 años en Colombia, y recientemente llegó a España a ejercer el sacerdocio. Sin embargo, las autoridades eclesiásticas descubrieron hace semanas que Ibarra Marín era un sacerdote falso.
La Diócesis de Ceuta y Cádiz, en el sur de España, informó recientemente que destituyó a Miguel Ángel Ibarra Marín, de nacionalidad colombiana, como sacerdote de la localidad de Medina Sidonia, en el centro de Cádiz, pues una investigación por sus pares colombianos dejó al descubierto que nunca fue ordenado como sacerdote, según un comunicado emitido el 22 de diciembre.
Ibarra Marín llegó a Cádiz en octubre de 2017 por un convenio firmado por la Diócesis de Ceuta y Cádiz con la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, en el nororiente de Colombia, dice el comunicado. La arquidiócesis colombiana le informó a la española que tras una “profunda investigación” se concluyó que Miguel Ángel Ibarra “no había sido nunca ordenado sacerdote”, agrega la comunicación.
Una portavoz de la Diócesis de Cádiz y Ceuta le dijo a CNN que ellos no detectaron “ningún síntoma ni documentación falsa”, pues el falso sacerdote llegó enviado una autoridad eclesiástica colombiana.
“La documentación que él tenía en Cádiz no tenía ninguna incorrección y por eso ha sido su diócesis de origen, la que tiene toda la documentación previa, la que ha detectado que había algún tipo de problema y por lo tanto ya deriva a todas las demás (parroquias)”, le dijo a CNN en Español María José Díaz Arce, portavoz de la Diócesis de Cadiz y Ceuta.
El hombre fue notificado el 13 de diciembre de 2018 que debía responder en Antioquia por estos hechos y desde entonces no ha sido visto por la diócesis española, dijo Díaz Arce.
“Sabemos que él tenía que volver a Colombia, pero en la diócesis no está”, dijo la portavoz de la diócesis española.
CNN en Español no ha podido contactar a Miguel Ángel Ibarra Marín.
Documentación falsa
El falso sacerdote, que ejerció el cargo durante 20 años, según reportó la Agencia Católica de Información, ACI Prensa, llegó a la parroquia antioqueña con “documentos adulterados” que presentó en Colombia.
Ibarra Marín llegó a Santa Fe de Antioquia en 2011, según ACI Prensa. Durante varios años casó, bautizó y confesó a lugareños, y hasta ayudó a reconstruir el templo en ese municipio, según dijeron sus habitantes en Noticias Caracol.
“Trabajamos en la reconstrucción del templo, en la remodelación del cementerio”, le dijo a Noticias Caracol Yamid Carvajal, habitante del municipio, quien agregó que también se consiguió un vehículo para la parroquia local.
CNN en Español intentó en varias oportunidades comunicarse con monseñor Orlando Antonio Corrales García, obispo de Santa Fe de Antioquia, pero no fue posible una respuesta.
Sin embargo, Corrales García habló en medios locales sobre el caso esta semana:
“Él no fue ordenado sacerdote, por tanto no es sacerdote, y sencillamente pues hizo este engaño falsificando documentos”, dijo el obispo a medios locales esta semana.
Esos documentos decían que había sido ordenado en 1998 en el arzobispado de Tunja, ciudad capital de Boyacá, un departamento cercano Bogotá, la capital de Colombia.
La Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia dijo en un comunicado que tras dudas sobre la ordenación y una investigación profunda se descubrió la verdad.
“Con base en documentos originales y además, comunicaciones con sacerdotes de Tunja, llevó a concluir que Miguel Ángel no fue ordenado sacerdote. Por ello, se emitió el Decreto No. 531, del 12 de Diciembre de 2018, que afirma lo siguiente: el señor Miguel Ángel Ibarra Marín no es sacerdote”, dijo en un comunicado monseñor Corrales García, citado por ACI Prensa.
La portavoz de la diócesis de Ceuta y Cádiz le dijo a CNN en Español que “la demanda está interpuesta por la diócesis que le corresponde que es Santa fe de Antioquia” y que no tiene información del paradero del hombre.
Sacramentos válidos por ‘buena fe’
“La comunidad está sorprendida”, dijo la portavoz de la Diócesis de Cádiz y Ceuta a CNN en Español sobre el engaño que quedó al descubierto. Díaz Arce explicó que los sacramentos que llevó a cabo el falso sacerdote son válidos.
“Matrimonios y bautizos son válidos”, dijo Díaz Arce. “Como esto no es un caso nuevo, la iglesia ya ha tenido casos similares, tiene un procedimiento interno. La persona no tiene que volver a casarse, sino que ya mismo el párroco o el obispado hace un proceso de que se pone una anotación al lado. Es un tema burocrático”.
En su comunicado, la Diócesis de Cádiz y Ceuta dijo que “trabaja ya en la investigación correspondiente y la reparación de las consecuencias que haya podido acarrear la actuación de esta persona”.
Díaz Arce dijo que aunque este tipo de casos no son nuevos, sí ponen una alerta para poner más atención al traspaso de sacerdotes entre comunidades.
“El tema del cuidado del traspaso de sacerdotes está ahí, y siempre se tiene mucho cuidado”, dijo la portavoz. “Casos como este se darán, esperemos que cada vez menos, porque no podemos vigilar el 100%”.