Niños budistas sonríen mientras sostienen letreros de felicitación por el Año Nuevo, en Bodhgaya, India, el 1 de enero de 2015.

(CNN) - Si has querido conversar con tus hijos sobre los hábitos saludables para la vida, los propósitos de Año Nuevo son la perfecta oportunidad para empezar, de acuerdo con la Academia Americana de Pediatría.

La AAP ha publicado una lista de propósitos específicos por edades —para niños desde edad preescolar hasta adolescentes— que puedes animarlos a probar.

El grupo creó la lista luego de revisar el consejo de vigilancia de salud que por lo general se les ofrece a los padres durante los exámenes médicos anuales de sus hijos. Debido a que representan los “grandes éxitos” de asesoramiento y orientación, estas sugerencias de objetivos también son buenos recordatorios para los padres.

Para los preescolares, la AAP sugiere resoluciones simples para crear hábitos, como ser amables con otros niños que parecen necesitar un amigo, limpiar los juguetes, ayudar a limpiar la mesa y lavarse las manos después de ir al baño.

Para niños entre las edades de 5 y 12 años, la lista es un poco más larga y más específica, desde beber suficiente agua y ser activo hasta practicar hábitos saludables cuando se conectan a Internet y otras aplicaciones en línea y denunciar el acoso escolar.

En el caso de los adolescentes, los propósitos cubren de todo, desde comer suficientes frutas y evitar las drogas y el alcohol hasta manejar el estrés, practicar hábitos sociales seguros y saludables e incluso practicar voluntariado.

Uno de los puntos que aparece en las listas de todos los grupos de edad está dirigido a uno de sus padres o a un adulto de confianza, para el caso en que el niño se siente asustado, solo o confundido o tiene que tomar una decisión difícil.

Algunos de los otros objetivos fueron modificados levemente para que se adaptaran al nivel de desarrollo de cada grupo de edad.

Es una gran idea empezar a tener estas conversaciones con los niños, incluso cuando son muy jóvenes, dijo la Dra. Gayle Schrier Smith, portavoz de la AAP. Por ejemplo, no necesariamente se espera que un niño en edad preescolar plantee sus propios compromisos de Año Nuevo. Los padres pueden utilizar esto como una oportunidad para señalar lo que su hijo ha logrado durante el año y cómo construir sobre esa base para el próximo año, dijo Smith.

Estas conversaciones tampoco tienen que ser desalentadoras o sentir que es una tarea. Introducir a los niños a la idea de plantear sus propias metas también los introduce a la idea de que pueden crear su propio bienestar, dijo Smith. Dado el rápido ritmo de sus vidas, los niños y los adolescentes no suelen aflojar el paso para reflexionar sobre la formación de buenos hábitos, ser una mejor persona o volverse cada vez más saludables.

“La vida no se desacelera para que los padres o los niños tengan tiempo para eso”, dijo Smith. “Los padres pueden crear un momento para la reflexión y el diálogo, y los niños pueden escoger y apropiarse de las resoluciones que quieran”.