Bangkok, Tailandia – (CNN) Miles de personas quedaron varadas en la costa sur del golfo de Tailandia cuando la tormenta tropical Pabuk tocó tierra el viernes.
Las autoridades suspendieron todos los vuelos y servicios de ferry antes de la tormenta, que azotó el distrito Pak Panang de la provincia de Nakhon Si Thammarat a las 12:45 hora local con vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora, de acuerdo con el Departamento Meteorológico de Tailandia.
Se espera que algunos de los destinos turísticos más populares del país —incluidas las islas Koh Samui, Koh Phangan y Koh Tao, junto con islas en el mar de Andamán como Phuket y Koh Phi Phi, famosas por la película La Playa— se vean afectados por la tormenta durante la temporada alta.
“Es bastante aterrador estar aquí porque no sabemos lo que va a pasar y no hay forma de irnos”, dijo a CNN la turista estadounidense Miranda Abidyer, de 26 años, que está varada en la isla de Koh Samui.
Abidyer, quien viajó a la isla con su joven familia para celebrar el cumpleaños 30 de su esposo, dijo que tenían un vuelo programado para el viernes, pero se canceló y los servicios de ferry también fueron suspendidos. Ella agregó que no habían recibido ninguna información de las autoridades locales sobre la tormenta ni sobre lo que debían hacer. Ahora planean esperar en su villa privada, que está a aproximadamente 1 kilómetro de la playa.
“Nos esconderemos en el baño si la tormenta empeora. Pero todo lo que podemos hacer es esperar”, dijo Abidyer.
Es muy raro que las tormentas tropicales y los tifones lleguen a Tailandia.
La última vez que una tormenta tropical tocó tierra en Tailandia fue en 1962, cuando la tormenta tropical Harriet afectó 12 provincias y cobró 900 vidas. El tifón Gay en 1989 fue el único tifón que tocó tierra en el sureste asiático.
El jefe de distrito de Koh Samui, Kittipop Roddon, le dijo a CNN por teléfono que hay unos 20.000 turistas en la isla, que la segunda más grande de Tailandia.
“La isla está totalmente aislada del continente, y todo tipo de transporte (hacia tierra firme) ha estado suspendido desde ayer”, dijo, añadiendo que hay suficientes alimentos y suministros en Koh Samui para sobrevivir durante la tormenta.
Los que quedan se están preparando para salir de la tormenta, y los residentes de Koh Samui están subiendo a las casas con tablones de madera. El viernes, las carreteras de la isla estaban más silenciosas y las tiendas estaban más vacías, según dijeron testigos a CNN.
Pero son las islas más pequeñas las que podrían ser las más vulnerables. El jefe de distrito de Koh Phangan y de la popular isla de buceo Koh Tao le dijo a CNN que estaba preocupado de que las operaciones de rescate de emergencia fueran más difíciles en Koh Tao debido a su lejanía. Según él, 15.000 turistas permanecen en Koh Phangan y unos 4.000 en Koh Tao.
Miles de residentes que viven en las zonas costeras fueron evacuados a refugios contra tormentas el jueves, según la agencia de Prevención y Mitigación de Desastres de Tailandia. Unas 5.700 personas fueron trasladadas a zonas de seguridad en la provincia de Nakhon Si Thammarat, en la costa este del país, una de las zonas que se prevé sean las más afectadas por la tormenta.
El director general de la agencia, Chyapol Thitisa, dijo a CNN que durante tres días el ejército había ayudado a evacuar a los habitantes de las zonas costeras de la provincia y que algunas aldeas costeras propensas a tormentas se han vaciado por completo.
El único portaaviones de la Marina Real Tailandesa se ha desplegado junto con otros dos barcos para ayudar con las operaciones de rescate y socorro, según la emisora Thai PBS. Según los informes, las naves tardarán 15 horas en navegar desde su base hasta Nakhon Si Thammarat.
Miles de turistas también han huido de las islas, hacinados en ferris y barcos alquilados.
El aeropuerto de Nakhon Si Thammarat está cerrado y Bangkok Airways anunció la cancelación de todos los vuelos hacia y desde Koh Samui el viernes “por razones de seguridad”.
Se esperaba que la tormenta tropical Pabuk provocara vientos máximos sostenidos de 95 kilómetros por hora y lluvias torrenciales. Los fuertes vientos en la costa del golfo de Tailandia, que se encuentra directamente en el camino de la tormenta, podrían provocar olas de hasta 3 y 5 metros, según el Departamento Meteorológico.
Después de cruzar el archipiélago de Chumphon, si la ruta actual se mantiene, la tormenta tocará tierra por segunda vez en la provincia de Surat Thani en la madrugada del sábado.
Pabuk se moverá sobre la Península Malaya hacia el mar de Andaman con relativa rapidez, pero no sin antes arrojar grandes cantidades de lluvia en toda la región.
La turista Mandira Popat le dijo a CNN que estaba varada en el pequeño balneario de Koh Ngai, en el mar de Andamán, con su esposo Akshyat Bhatia.
“Hay vientos extremadamente fuertes y lluvias esporádicas con fuertes olas en el mar”, dijo. “Anoche hubo tormentas eléctricas que duraron hasta las 9 de la mañana. La gente permanece en el interior y lejos del mar de Andamán desde ayer porque el mar ha sido violento”.
La pareja tiene vuelos reservados desde Phuket el sábado, pero no hay transbordadores que los lleven a la isla, dejándolos atrapados en Koh Ngai, dijo.
Se espera que la tormenta provoque fuertes vientos, olas altas y fuerte oleaje, así como lluvias con inundaciones. Si bien los vientos, las mareas y el oleaje serán especialmente peligrosos en una zona que no está acostumbrada a ver este tipo de tormentas, el peligro más importante son las lluvias y las inundaciones.
Las áreas en la parte más al sur de Tailandia podrían recibir más de 250 milímetros de lluvia. También existe la posibilidad de deslizamientos de tierra desde la cordillera de Phuket en el lado oeste de la península.
La provincia más afectada es Nakhon Si Thammarat, donde golpeó la tormenta tropical Harriet en 1962.
A medida que la tormenta avanza hacia el mar de Andamán y hacia el golfo de Bengala, la próxima semana podría convertirse en un problema para las costas de Myanmar , Bangladesh y la India.
– Kocha Olarn de CNN informó desde Bangkok; Helen Regan escribió desde Hong Kong y Laura Smith-Spark desde Londres. Gianluca Mezzofiore de CNN y Euan McKirdy contribuyeron con este reporte.