(CNN) – Gran Bretaña se dirige a un nuevo enfrentamiento con la Unión Europea después de que Theresa May cedió ante la presión de los legisladores del Reino Unido que le exigieron que renegocie su arduo acuerdo con el brexit.
En un cambio brusco de la política, la primera ministra británica acordó regresar a Bruselas y reabrir las conversaciones sobre el brexit, a pesar de que anteriormente dijo que la idea no tenía posibilidad y que la Unión Europea ha insistido repetidamente en que el acuerdo está cerrado.
Los legisladores votaron 317 a 301 para ordenar a May buscar nuevos términos con la UE sobre la frontera irlandesa, un gran problema para los que apoyan el brexit, de línea dura, y un tema que ha agobiado a May durante meses. May había dicho anteriormente a la Cámara de los Comunes que apoyaría la iniciativa, en un esfuerzo por convencer a la mayoría de los parlamentarios de que respaldaran algún tipo de plan de brexit.
Después de la votación, la UE dijo que no había posibilidad de volver a abrir el Acuerdo de Retirada, firmado por May en noviembre, pero rechazado por la Cámara de los Comunes un mes después.
En una serie de votaciones el martes, los legisladores también rechazaron un brexit sin acuerdo, por 318 votos contra 310. Pero la medida no es legalmente vinculante, y los legisladores no aprobaron ningún plan que hubiera evitado que el Reino Unido saliera de la UE sin un acuerdo el 29 de marzo.
Hablando inmediatamente después de las votaciones, May dijo que regresaría a la UE pero admitió que la renegociación con Bruselas sería difícil. “Hay un apetito limitado para tal cambio en la UE y negociarlo no será fácil”, dijo May al Parlamento. “Pero a diferencia de hace quince días, esta Cámara ha dejado en claro lo que necesita para acordar un acuerdo”.
Para tener éxito, May debe obtener concesiones en cuestión de semanas en temas que han sido un obstáculo durante meses.