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Washington (CNN) – El Senado de EE.UU. confirmó este jueves a William Barr como secretario de Justicia.

La votación fue de 54-45, principalmente en línea partidaria, con la mayoría de los republicanos respaldando al nominado del presidente Donald Trump y la mayoría de los demócratas oponiéndose.

Esta será la segunda ocasión de Barr como secretario de Justicia; dirigió el Departamento de Justicia durante la administración de George HW Bush. Se hará cargo de un departamento que Trump ha criticado en repetidas ocasiones por la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016.

Cuando concluya la investigación de Mueller, las decisiones sobre la cantidad de información que se divulgará al público probablemente recaigan en Barr, un destacado defensor de la fuerte autoridad ejecutiva.

La deferencia de Barr a la presidencia –se ha referido al papel del secretario de Justicia como “abogado del presidente”– está en línea con una escuela de pensamiento legal que traza una visión del poder ejecutivo intransigente de la Constitución.

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Testificando ante el Comité Judicial del Senado el mes pasado, Barr se rehusó a comprometerse a publicar el informe final de Mueller, pero prometió transparencia y dijo que publicaría “todo lo que pueda”.

También dijo que no dejaría que Trump hiciera correcciones al informe antes de una posible publicación, y prometió proteger la investigación hasta su finalización.

“No voy a hacer nada que creo que esté mal, y no seré intimidado para hacer algo que creo que está mal”, dijo Barr. “Por nadie, ya sean los comités editoriales, el Congreso o el presidente, haré lo que creo que es correcto”.

Regreso al Departamento de Justicia

La nominación de Barr el año pasado marcó un inusual regreso a la política para este hombre de 68 años.

Un conservador veterano, Barr ocupó muchas de las perchas legales más influyentes de Washington, incluyendo un puesto de jefe de la Oficina de Asesoría Legal del Departamento de Justicia, donde ayudó a dar forma a las opiniones legales que influyeron en la política y acción de la Casa Blanca.

Tras la victoria de Bush en la reelección, Barr dejó el puesto gubernamental por puestos lucrativos en el sector privado, convirtiéndose en el consejero general de Verizon hasta 2008 y sirviendo en el junta directiva de Time Warner, la antigua empresa matriz de CNN, hasta el año pasado.

En su audiencia de confirmación el mes pasado, Barr señaló que esta separación temporal de Washington era una de las razones por las que decidió tomar el puesto.

“Siento que estoy en una posición en la vida donde puedo hacer lo correcto y no preocuparme por las consecuencias en el sentido de que realmente puedo ser independiente”, dijo Barr.

Investigación de Mueller

El alegato de independencia de Barr hizo poco para calmar a los demócratas del Senado, escépticos de su posible manejo de la inminente conclusión de la investigación de Mueller.

En su rechazo, muchos demócratas han señalado un memorando de 19 páginas que Barr escribió y envió a altos funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia el año pasado que criticaban un elemento de la investigación especial.

“Debemos ser claros sobre el momento que enfrenta nuestro país y el importante papel del secretario de Justicia para garantizar la integridad de nuestras instituciones democráticas”, dijo el senador Chris Coons, demócrata de Delaware, en un comunicado el miércoles anunciando que no votaría.

Inmigración

Barr tiene una reputación de ser de línea dura contra la inmigración y el crimen.

Sus planes para construir una barrera a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México en 1992 sonarán familiares en una administración que actualmente lucha por la construcción de un muro para detener la inmigración ilegal, y en su audiencia de confirmación el mes pasado, Barr se alineó con las opiniones del presidente sobre la seguridad fronteriza. Sin embargo, la postura de Barr respecto a la justicia penal parece haber evolucionado desde que endosó una publicación del Departamento de Justicia titulada “El caso por más encarcelamiento” en 1992, cuando las tasas de delitos violentos alcanzaron niveles récord en el país.

Presionado por los demócratas en su audiencia de confirmación el mes pasado, Barr dijo: “No creo que comparar las políticas vigentes en 1992 con las actuales sea realmente justo”, y dijo a los senadores que llevaría a cabo un proyecto de ley de reforma bipartidista.

“Creo que ha llegado el momento de hacer un balance y hacer cambios en nuestro sistema penal según la experiencia actual, así que no tengo problemas con el enfoque de reformar la estructura de sentencias y haré cumplir fielmente esa ley”, dijo Barr.