(CNN Español) – Familiares, amigos y excompañeros de equipo presentaron sus respetos al difunto futbolista Emiliano Sala, cuyo funeral se llevó a cabo en la pequeña ciudad de Progreso, Santa Fe, en Argentina, este sábado.
Entre los asistentes se encontraban su excompañero del Nantes francés, Nicolas Pallois, quien llevaba el ataúd junto al hermano de Sala, Darío, y el entrenador de Cardiff City, Neil Warnock.
Otro de los presentes en Progreso, un pueblo de unos 3.000 habitantes, fue el actual entrenador del Cardiff, Neil Warnock. “Emiliano era mi jugador”, dijo según recoge la agencia estatal Telam.
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“Tenía un corazón enorme y como persona no conozco a nadie que haya dicho una mala palabra sobre él”, declaró a periodistas, reporta Télam.
“Queríamos venir aquí y estoy agradecido de que se haya podido realizar y estar junto a la familia”, agregó el director técnico del equipo que disputa la Premier League.
Durante todo el día, muchos residentes locales, algunos con camisetas con el nombre de Sala, se dirigieron a San Martín de Progreso, el club de fútbol infantil donde surgió Emiliano Sala, para despedirse.
Un servicio fúnebre público se llevó a cabo en el gimnasio del club, antes de un posterior funeral privado más tarde en la noche.
El jugador de 28 años murió luego de que su avión se estrellara en el Canal de la Mancha el mes pasado, mientras se dirigía al nuevo club, el Cardiff de Gales.
El delantero argentino se había unido al equipo galés por un valor de 19,3 millones de dólares, proveniente, del equipo francés Nantes, y se dirigía a Gales después de despedirse de sus excompañeros de equipo.
Sala comenzó su carrera futbolística en San Martín de Progreso antes de partir a Europa para forjar una carrera profesional a los 15 años.
El club publicó un mensaje en las redes sociales, escribiendo: “Te estamos esperando… como el primer día que te fuiste, pero esta vez para quedarte con nosotros para siempre. Fuiste y eres un ejemplo para todos. Eternamente en nuestros corazones”.
Su cuerpo fue recuperado de los restos del avión la semana pasada, luego de que una búsqueda privada del futbolista desaparecido y el piloto del avión, David Ibbotson, fue encargado por su familia, financiado por una campaña de financiación colectiva.
Sala e Ibbotson, de 59 años, volaban en un avión de una sola turbina desde Nantes, en el norte de Francia, hasta la capital galesa de Cardiff, cuando desapareció del radar cerca de las Islas del Canal el 21 de enero.
Ibbotson se presume muerto, aunque su cuerpo aún no ha sido recuperado.
