(Bleacher Report) – El ala cerrada de los New England Patriots Rob Gronkowski anunció su retiro este domingo en Instagram.
Para sus estándares increíblemente altos, 2018 fue un año de bajo nivel para el jugador de 29 años. Atrapó 47 pases para 682 yardas y tres anotaciones en la temporada regular y agregó otras 191 yardas en los playoffs.
El cinco veces nominado al Tazón de los Profesionales también se ubicó en el sexto lugar entre los alas cerradas calificados en DYAR (yardas ajustadas por la defensa por encima del reemplazo), por Football Outsiders.
Si bien la decisión de Gronkowski es algo inesperada dada su edad, no es del todo sorprendente.
Después de que los Patriots perdieron ante los Philadelphia Eagles en el Super Bowl LII, dijo a los reporteros que iba a sopesar su futuro en la NFL y que no se comprometería firmemente a jugar en 2018.
Su contrato siguió siendo una telenovela antes de la nueva temporada, hasta que finalmente confirmó en abril pasado que volvería con New England.
El posible retiro de Gronkowski se convirtió nuevamente en un tema de discusión antes de la victoria de los Patriots por el título divisional de la AFC sobre Los Angeles Chargers. Se perdió tres juegos el año pasado, e Ian Rapoport, de NFL Network, informó que había otros factores en juego:
“Aunque se siente físicamente bien en el juego de hoy contra Los Angeles Chargers, los que lo conocen bien dicen que la temporada la ha significado un costo emocional. Tal vez el haber considerado seriamente el retiro el año pasado lo puso en una posición en la que era difícil encenderse esta temporada.
“Gronkowski no parece tener la misma personalidad efusiva y personas cercanas a él dicen que todo ha sido una batalla. Ellos se preguntan cuánto ama esto”.
Aunque Gronkowski no ha tenido una carrera larga en comparación con sus contemporáneos como Tony Gonzalez, Jason Witten y Antonio Gates, el kilometraje ha aumentado. No ha jugado una temporada completa desde su segundo año en 2011, y se enfrentó a importantes lesiones en la rodilla derecha y el brazo izquierdo en temporadas recientes.
Durante la preparación de la victoria de los Patriots por marcador de 13-3 en el Super Bowl LIII sobre Los Angeles Rams, Gronkowski reflexionó sobre los rigores físicos de jugar al fútbol, de acuerdo con Michael Giardi de la NFL Network:
“Recibes golpes en el muslo. Recibes golpes a la cabeza. Abusar de tu cuerpo no es lo que tu cerebro quiere. Cuando abusas de tu cuerpo, es puede hacer que decaiga tu estado de ánimo. Tienes que ser capaz de lidiar con eso. Acabo de recibir 50 colisiones y al día siguiente todos quieren que te levantes. Quieren que la práctica sea a toda velocidad. La próxima semana, quieren que el juego sea a toda velocidad, pero no entienden qué es lo que los jugadores están haciendo con sus cuerpos o sus mentes.
Gronkowski puede alejarse sabiendo que logró mucho en un tiempo relativamente corto. Además de sus cinco Pro Bowls, ganó tres Super Bowls. También es el octavo de todos los tiempos en recepciones de playoffs (81), noveno en yardas de recepción durante playoffs (1.163) y está empatado en el segundo lugar de recepciones de anotación en postemporada (12).
Sin embargo, su caso será difícil en el Salón de la Fama. Es evidente que tiene un currículum fuerte, pero su falta de longevidad podría perjudicarle. En última instancia, es probable que los votantes del Salón de la Fama consideren el impactó que tuvo cuando jugó y se enfoquen menos en cómo sus lesiones persistentes limitaron su habilidad para continuar jugando.
Por más que Gronkowski signifique mucho para su ofensiva, los Patriots podrían estar felices de que lo que se ha convertido en una larga saga por fin tenga una conclusión. Adam Schefter de ESPN reportó en septiembre que New England estuvo a punto de acordar un intercambio para enviarlo a los Detroit Lions, pero el acuerdo fracasó cuando él empezó a considerar el retiro.
Perder al surgido de la Universidad de Arizona creará un vacío masivo en el juego aéreo de New England. Reemplazar la presencia y producción de Gronkowski con otro ala cerrada será casi imposible.
Aun así, los fanáticos confían en que el entrenador Bill Belichick encontrará una manera de hacer que las cosas funcionen.
El mayor problema de los Patriots vendrá si el retiro de Gronk afecta la decisión de Tom Brady de jugar en 2019.