(CNN) – El gobierno de presidente Donald Trump dijo este lunes que toda la Ley de protección al paciente y cuidado de salud asequible debe ser anulada, dando un giro drástico a su posición pasada sobre la ley de salud también conocida como ‘Obamacare’.
En una presentación ante un tribunal de apelaciones federal, el Departamento de Justicia dijo que estaba de acuerdo con la decisión de un juez federal en Texas que invalidaba la ley de atención médica de la era del expresidente Barck Obama.
En una carta publicada el lunes por la noche, el gobierno dijo que “no se está instando a que se revoque ninguna parte de la sentencia del tribunal del distrito”.
“El Departamento de Justicia determinó que la opinión general del tribunal del distrito llegó a la conclusión correcta y la apoyará en la apelación”, dijo Kerri Kupec, portavoz del Departamento de Justicia.
Este es un cambio importante para el Departamento de Justicia desde que Jeff Sessions era el secretario de Justicia. En ese momento, la administración argumentó que la regla de calificación de la comunidad y el requisito de emisión garantizada (protecciones para personas con condiciones preexistentes) no podían defenderse, pero el resto de la ley podía mantenerse.
Después de que el Departamento de Justicia tomara esa posición, el juez federal de distrito Reed O’Connor anuló toda la ley y el caso se encuentra actualmente ante un tribunal federal de apelaciones.
Trump y el gobierno prometieron repetidamente, especialmente antes de las elecciones intermedias, proteger a las personas que tenían antecedentes médicos difíciles.
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Pero este cambio en la postura del Departamento de Justicia le da más importancia al eliminar todas las protecciones que eran un sello distintivo de la histórica ley de reforma de la salud.
El movimiento de este gobierno no solo asustó a los partidarios de la ley. Un exfuncionario que trabajó bajo el liderazgo de Sessions le dijo a CNN el lunes por la noche que él también estaba sorprendido por la nueva posición.
Debido a que el caso se encuentra ante uno de los tribunales de apelación más conservadores del país, casi que garantiza que el asunto volverá, en algún momento, a la Corte Suprema recientemente solidificada como conservadora. El exprocurador general del presidente Barack Obama, Donald Verrilli, quien una vez defendió la ley ante el Tribunal Supremo, ahora defiende la ley en nombre de la Cámara dirigida por los demócratas.
La derogación de la ley tendría consecuencias de gran alcance, mucho más que la interrupción de la cobertura para millones de personas que obtienen su seguro de salud en los intercambios o mediante la expansión de Medicaid.
Obamacare les ahorra dinero a las personas mayores en su cobertura de Medicare y medicamentos recetados. Permite a muchos estadounidenses obtengan anticonceptivos gratuitos, mamografías y pruebas de colesterol. Y les permite a los niños permanecer en los planes de seguro médico de sus padres hasta que cumplan 26 años.
La administración de Trump también está utilizando la ley de reforma de salud para intentar bajar los precios de los medicamentos recetados.
El gobierno de Trump no defendería la ley en los tribunales, por lo que una coalición de 21 estados liderados por demócratas, intervinieron.
“Esta demanda es tan peligrosa como imprudente. Amenaza la atención médica de decenas de millones de estadounidenses en todo el país, de California a Kentucky y hasta Maine”, dijo el fiscal general de California, Xavier Becerra, en un comunicado. “La Ley de protección al paciente y cuidado de salud asequible es una parte integral de nuestro sistema de atención médica. (…) Debido a que ningún estadounidense debe temer perder la atención médica, la defenderemos en cada paso del camino”.
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Después de las elecciones intermedias de noviembre, la Cámara de Representantes dirigida por los demócratas también se unió a esta lucha. En los informes presentados ante la corte de apelaciones, los abogados de la Cámara de Representantes dijeron que si el fallo de O’Connor se confirmaba, “las consecuencias serán devastadoras”.
“A millones de estadounidenses se les negará atención médica asequible”, escribieron los abogados de la Cámara de Representantes, y agregaron que “los costos de los seguros se dispararán” y “los beneficiarios de Medicare se enfrentarán a fuertes aumentos en el precio de los medicamentos y otros servicios”.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que la postura de la administración equivalía a una “guerra total contra la atención médica del pueblo estadounidense”.
“El primer día en que la mayoría demócrata sostuvo el martillo, la Cámara de Representantes votó para intervenir contra la monstruosa demanda de atención médica de los republicanos para defender a las personas con condiciones preexistentes y la atención médica de todos los estadounidenses”, dijo Pelosi en un comunicado. “Mientras que el gobierno de Trump amplía sus monstruosas ambiciones de destruir las protecciones por condiciones preexistentes para eliminar todos los beneficios y la protección que ofrece la Ley de protección al paciente y cuidado de salud asequible, los demócratas están defendiendo ferozmente la legislación nacional y protegiendo la atención médica de todos los estadounidenses”.
La senadora Kamala Harris, demócrata de California, se convirtió en la primera aspirante a candidata a la presidencia de 2020 en presentar críticas este lunes por la noche. Durante la audiencia de confirmación del secretario de Justicia William Barr en enero, Harris le preguntó si estaba dispuesto a reconsiderar la posición del Departamento. Él respondió: “Sí”.
“Trump y su administración están tratando de alejar la atención médica de decenas de millones de estadounidenses, otra vez”, escribió Harris en un tuit. “Debemos luchar de nuevo con todo lo que tenemos. Y en 2020, debemos elegir un presidente que haga de la asistencia médica un derecho”.