(CNN) – Un hospital de mujeres en California usó cámaras ocultas para grabar en secreto a aproximadamente 1.800 pacientes sin su consentimiento, de acuerdo con una demanda.
Las grabaciones registraron la actividad en tres salas de parto en el Centro de Mujeres del Hospital Sharp Grossmont en La Mesa, California, durante un período de más de 11 meses a partir del verano de 2012.
En las imágenes se ve a mujeres parcialmente cubiertas en mesas de operaciones, cesáreas y recién nacidos. En ocasiones,, según la demanda presentada la semana pasada, son visibles las zonas genitales de las mujeres, al igual que sus caras.
“Es la violación más fundamental de la privacidad”, dijo Allison Goddard, una abogada que representa a más de 80 mujeres que dicen que fueron filmadas.
Goddard dice que ha obtenido cinco videos del hospital y ha solicitado unos 100 más.
“He visto, por ejemplo, un video de una cesárea, y muestra a la paciente ingresando a la sala de operaciones. Muestra a la paciente siendo preparada para la cirugía. Uno puede ver su bata de hospital metida debajo de los senos. Puede ver su vientre desnudo”, dijo Goddard.
Dice que el video muestra el nacimiento del bebé y una enfermera que da masaje al útero de la mujer para expulsar cualquier coágulo de sangre.
“Es horrible pensar que, especialmente en la época actual de la ubicuidad de los videos en Internet, si uno de esos videos cayera en las manos equivocadas, no se podría controlar. Deja fuera de tu control tu propia asistencia médica”, dijo Goddard.
La demanda establece que las grabaciones se almacenaron en computadoras de escritorio, algunas sin la necesidad de una contraseña. Además, indica que el hospital “destruyó al menos la mitad de las grabaciones, pero no puede decir cuándo ni cómo eliminó esos archivos y no puede confirmar que tomó las medidas adecuadas para garantizar que los archivos no se puedan recuperar de otra manera”.
Las mujeres están demandando por daños que dicen que sufrieron, como angustia, horror, humillación, depresión y sentimientos de impotencia. Ellas buscan una compensación monetaria por parte del hospital.
Goddard dice que las mujeres fueron notificadas sobre lo que les pasó por un administrador externo después de una batalla judicial de nueve meses.
Las cámaras ocultas
¿Por qué un hospital colocaría cámaras ocultas en tres de sus áreas más privadas?
Según un documento legal preparado por el hospital en un caso de la junta médica contra un médico, estaba tratando de atrapar a un ladrón.
La presentación indica que en o alrededor de mayo de 2012, se registró la desaparición de medicamentos de los carritos médicos en las salas de operaciones, por lo que la seguridad del hospital instaló cámaras de detección de movimiento que capturaban imágenes cada vez que alguien entraba en la sala.
Carlisle Lewis, vicepresidente sénior y consejero general de Sharp Healthcare, reconoce en el documento que “algunos de los videos muestran a los pacientes en su estado más vulnerable, bajo anestesia, expuestos y sometidos a procedimientos médicos”.
Según el documento, en múltiples ocasiones, las cámaras capturaron a un médico que extraía medicamentos de los carros, incluido el potente anestésico propofol, y colocaba los artículos en el bolsillo de una camisa.
“Aunque las cámaras tenían la intención de registrar solo a los individuos frente a los carros de anestesia que sustraían los medicamentos, otros, incluso pacientes y personal médico en las salas de operaciones, eran a veces visibles para las cámaras y eran grabados”, dijo en un comunicado John Cihomsky, vicepresidente de relaciones públicas y comunicaciones de Sharp Healthcare.
‘El hospital es una zona de privacidad’
Expertos en ética de la salud critican el uso de cámaras ocultas en el hospital.
“Estas son violaciones extremas y horribles. Y es exactamente por eso que el hospital es una zona de privacidad”, dijo Art Caplan, jefe de la División de Ética Médica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. “Hay una larga lista de razones por las cuales grabar, registrar, hacer videos para cualquier otro propósito que no sea médico o de tratamiento tiene que estar estrictamente prohibido, porque se trata de proteger a las personas que no pueden protegerse a sí mismas”.
Caplan dice que el robo de medicamentos es un gran problema para los hospitales y que a menudo es investigado, pero las investigaciones generalmente se coordinan con la policía. El hospital Sharp Grossmont confirmó que no habían trabajado con la policía en este caso.
“Puede ser algo noble tratar de averiguar cómo se sustraen los medicamentos, pero hay que hacerlo con las autoridades legales apropiadas”, dijo Caplan. “No puede ser solo una actividad interna de control de calidad. Si lo que quieres es que las personas no confíen en la atención médica, esta es una excelente manera de hacerlo”.
Cihomsky dijo que los métodos de vigilancia se usaron solo para esa investigación en particular y no se han utilizado nuevamente. Dijo que el caso sigue en curso y que el hospital no podía hacer más comentarios sobre el asunto.
“Lamentamos sinceramente que nuestros esfuerzos para garantizar la seguridad de los medicamentos puedan haber causado problemas a aquellos a quienes servimos”, dijo.