(CNN) – Como los padres de niños pequeños saben, la naturaleza no siempre llama en el momento más conveniente.
Brooke Johns conducía en Augusta, Georgia, cuando su hijo de 3 años le dijo que necesitaba un baño con urgencia. Entró en el estacionamiento de una gasolinera, solo para darse cuenta de que no llegarían a tiempo al baño.
“Me dijo: ‘Mamá, estoy a punto de orinar en mis pantalones’”, dijo Johns a WRDW, afiliada de CNN.
Johns tenía 34 semanas de embarazo y no podía llevar a su hijo, Cohen, al baño. Así que ella trató de cubrirlo lo mejor que pudo mientras él orinaba en el estacionamiento.
“Ya estaba orinando antes de que sus pantalones estuvieran abajo, así que obviamente tenía que ir”, dice la mamá, quien vive en Beech Island, Carolina del Sur.
Pero la policía no fue tan comprensiva.
Un funcionario de la oficina del Sheriff del Condado de Richmond presenció el incidente, ocurrido el 29 de marzo, y citó a Johns por conducta desordenada.
“Permitió que su hijo varón orinara en el estacionamiento. Observé los genitales masculinos y la micción”, escribió el oficial en una copia de la boleta, obtenida por WRDW. “Hay baños públicos en el lugar”.
La Oficina del Sheriff del Condado de Richmond le dijo a CNN el lunes que no había nadie disponible para hacer comentarios.
Johns enfrenta hasta 60 días en la cárcel y una multa de $ 5.000.
La madre, que espera una niña el próximo mes, planea ir a la corte el 30 de abril para impugnar la citación, solo días antes de la fecha en que debe dar a luz.
“Los accidentes ocurren. Y (el policía) dijo: ‘Llévelo al baño’”. ¿Qué hubiera pasado si corría al baño y alguien hubiera estado adentro? ¿Qué iba a dejar que él hiciera? ¿Orinar en el piso de la estación de servicio?”, dijo Johns.