Los ladridos de Daisy llevaron a los rescatistas al cuerpo de su dueño, quien estaba desaparecido.

(CNN) – Los rescatistas del estado de Washington nunca habrán encontrado a un excursionista perdido si no fuera por su leal perra Daisy.

El Departamento del Sheriff del Condado de Pierce salió a buscar a un hombre de 64 años al amanecer de este jueves, luego de que su esposa llamara e informara que su esposo, su automóvil y su perra, Daisy, estaban desaparecidos de su casa en el área de Eatonville, dijeron las autoridades.

El hombre había ido de excursión el miércoles, pero no regresó al anochecer, informó The News Tribune en Tacoma.

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“Se dice que el hombre desaparecido a menudo iba de excursión con su perra, pero no dejó una nota indicando a dónde iba y no había regresado a casa después del anochecer”, informó el departamento del sheriff. “La esposa del hombre informó haber encontrado búsquedas recientes en Internet por parte de su esposo para hacer recorridos en el área de Evans Creek”.

Las autoridades registraron el área, pero no tuvieron suerte.

Para las 4:45 p.m., habían encontrado su vehículo, que tenía una lista de ubicaciones de geolocalización que el equipo había trazado y se había propuesto revisar.

No fue hasta casi las 6 p.m., cuando un agente que buscaba en uno de los lugares se sobresaltó por ladridos.

“El agente continuó caminando hacia el sonido de los ladridos y vio a un perro que coincide con la descripción de Daisy en un terraplén muy empinado sobre el río Marshall”, informó el departamento del sheriff.

El rescatista subió otros 30 minutos a través de frondosos bosques hasta que llegó a la perra, que estaba junto a su dueño.

El hombre falleció por lo que parecieron ser lesiones por una caída, dijo el departamento del sheriff. No le identificaba.

“Este fue un final muy triste para una búsqueda difícil, pero estamos increíblemente orgullosos de nuestro personal y los esfuerzos de los voluntarios para encontrar al hombre desaparecido y devolverlo a su familia”, dijo el departamento.

“Sin el ladrido de su leal compañera Daisy, nunca habríamos localizado al hombre desaparecido”.