(CNN) – El secretario de Justicia William Barr hizo dos cosas extrañas entre el momento en que recibió el informe del fiscal especial Robert Mueller, que investigó la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016, y cuando se lo entregó al Congreso y al público.
El primer momento llegó el 24 de marzo cuando, dos días después de recibir el informe Mueller, Barr publicó un resumen en una carta de cuatro páginas en la que dejó en claro su conclusión de que el informe no encontró ninguna connivencia entre la campaña de Trump y los rusos y que Mueller no lo había hecho. En ella no hizo ninguna recomendación sobre si el presidente Donald Trump debería ser acusado de obstruir la justicia.
El segundo momento llegó la mañana del 18 de abril, cuando Barr, junto con su secretario de Justicia adjunto Rod Rosenstein a su lado, dio una conferencia de prensa para reiterar esos hallazgos, en un notable lenguaje trumpiano, 90 minutos antes de hacer pública una versión editada del informe.
El martes por la noche, esos dos movimientos tuvieron un enfoque mucho más agudo, y más preocupante, cuando se reveló que Mueller envió una carta a Barr el 27 de marzo expresando preocupación por las formas en que el documento de resumen de Barr describía la evidencia sobre el comportamiento obstructivo. Mueller no cuestionó ninguna de las afirmaciones de hecho en la carta de cuatro páginas que le envió a Barr, sino la falta de matices en el tema de la obstrucción, y la cobertura mediática resultante, según el reporte de Laura Jarrett de CNN.
Esa revelación crea una serie de problemas para Barr, sobre todo que parecía ser, en el mejor de los casos, engañoso en sus respuestas sobre los sentimientos de Mueller sobre su resumen del informe.
El 9 de abril, en una audiencia en la Cámara de Representantes, Barr parecía totalmente inconsciente de los problemas de Mueller con su informe editado. Aquí está el intercambio clave entre Barr y el representante Demócrata de la Florida Charlie Crist:
CRIST: Recientemente han surgido informes, en general, de que los miembros del equipo del fiscal especial están frustrados en algún nivel con la información limitada que se incluye en su carta del 24 de marzo, de que esta no retrata de manera adecuada o precisa los hallazgos del informe. ¿Sabe a qué se refieren con eso?
BARR: No, no sé.
En una comparecencia del 10 de abril ante la Comisión de Apropiaciones del Senado, este intercambio ocurrió entre Barr y el senador demócrata de Maryland Chris Van Hollen:
VAN HOLLEN: ¿Apoyó su conclusión Bob Mueller?
BARR: No sé si Bob Mueller apoyó mi conclusión.
Lo que Barr supo claramente en ese momento, y lo había sabido durante casi dos semanas, era que Mueller tenía problemas con la forma en que él presentaba las conclusiones del informe en la carta de cuatro páginas.
Ahora, puedes argumentar que Barr técnicamente no mintió allí. Sabía que Mueller no estaba emocionado con la forma en que editó el informe más amplio, pero eso no significaba que Mueller se opusiera a las conclusiones. De nuevo, eso es técnicamente posible. Pero, en el mundo real, seguro parece que Barr estaba ofuscando deliberadamente en lo que respecta a la visión de Mueller del informe para restar importancia a cualquier sentido de que a) no presentaba una imagen completa del informe y b) que no hubo ruptura alguna entre los dos hombres.
Y, dado todo lo que sabía sobre la opinión de Mueller sobre su carta de resumen, la decisión de Barr de llevar a cabo una conferencia de prensa más de una hora antes de la publicación del informe real es aún más preocupante.
En ese momento, incluso sin el conocimiento que ahora poseemos sobre la carta de Mueller del 27 de marzo, algo parecía extraño. Que el secretario de Justicia celebrara una conferencia de prensa sobre un informe que solo había visto él pero que no se le había entregado a nadie en los medios de comunicación, y que no se les entregaría por otros 90 minutos más. Parecía, incluso antes de que Barr comenzara a hablar, ser un intento relativamente transparente por parte del secretario de Justicia para enmarcar el informe de Mueller que llegaría pronto, y establecer los términos de la conversación tanto para el Congreso como para el público estadounidense.
En minutos quedó claro que era exactamente la intención de Barr. Esta es solo una parte de lo que Barr dijo ese día:
“Así que esa es la conclusión. Después de casi dos años de investigación, miles de citaciones, y cientos de órdenes judiciales y entrevistas con testigos, el fiscal especial confirmó que el gobierno ruso patrocinó esfuerzos para interferir ilegalmente con las elecciones presidenciales de 2016, pero no encontró que la campaña de Trump u otros estadounidenses se confirieran en esos esquemas”.
Como noté en ese momento, el lenguaje de Barr era sorprendentemente similar a cómo Trump había descrito durante mucho tiempo la investigación de Mueller. Pero, ese lenguaje de Barr parece ser mucho más condenatorio para el secretario de Justicia en vista de lo que sabía sobre los repetidos incidentes de comportamiento aparentemente obstructivo en el informe de Mueller y también las preocupaciones de Mueller sobre el lenguaje que Barr había usado para describir el hallazgo en su Carta resumen del 24 de marzo.
Barr se sentará a declarar ante el Comité Judicial del Senado el miércoles. Tiene mucho por que responder.