Hong Kong (CNN) – Ampliamente olvidados por el sistema de salud de China, hombres y mujeres jóvenes transgénero están recurriendo a alternativas peligrosas como las drogas del mercado negro e incluso a la autocirugía, una práctica que amenaza sus vida, según un nuevo informe.
El estudio del grupo de derechos humanos Amnistía Internacional, publicado el viernes, revela cómo las personas transgénero de China enfrentan tanto una discriminación generalizada como enormes obstáculos para los importantes tratamientos de afirmación de género.
“Los entrevistados dan ejemplos de cómo los discriminan en el trabajo, los empleadores les dicen que no usen (el) pelo largo o que se pongan la ropa equivocada: ‘Estás alejando a los clientes’. En casa, su familia les dice que supriman su identidad de género: ‘Sean hombres o tengan un hijo’”, dijo a CNN la investigadora de Amnistía Internacional de China, Doriane Lau.
Lau dijo que las consecuencias de la discriminación y el aislamiento pueden ser desastrosas. Una mujer transgénero de 30 años, Huiming, dijo a los investigadores que cuando no pudo obtener un tratamiento hormonal legalmente, comenzó a automedicarse en grandes dosis en un intento desesperado de reconciliar su cuerpo con su identidad.
Finalmente, temiendo contárselo a su familia pero desesperada por la cirugía, tomó el asunto en sus propias manos. “Intentó poner hielo en sus genitales masculinos para evitar que funcionaran e incluso reservó una cirugía con un médico del mercado negro, pero el médico fue arrestado”, dice el informe.
“Convencida de que no tenía salida, Huiming finalmente intentó realizarse una cirugía en su casa a mediados de 2016”, agrega el reporte.
Discriminación y miedo
Para muchas personas transgénero, los tratamientos de afirmación de género, incluida la terapia hormonal o la cirugía, pueden terminar con años de ansiedad dañina e incomodidad causada por su apariencia física que no coincide con su sentido del yo.
Según un estudio publicado en la revista Pediatrics en 2018, los jóvenes transgénero tienen un riesgo inusualmente alto de autolesionarse. Más de la mitad de los adolescentes masculinos transgénero entrevistados en el estudio dijeron que habían intentado suicidarse.
“Por ejemplo, si yo fuera transgénero, podría mirarme a mí mismo y sentir que soy un hombre, pero cuando llego a la pubertad, desarrollo características sexuales secundarias que son muy femeninas y ese desajuste puede incitar a una gran cantidad de malestar, ansiedad y depresión”, dijo Lau.
En China, casi no se mencionan los problemas de las personas transgénero en la ley, ni ninguna estadística oficial. Con poca información confiable en el idioma chino, las personas jóvenes que quieren hacer una transición pueden terminar buscando ayuda de fuentes no oficiales, exponiéndolos potencialmente a consejos malos o inseguros.
Incluso los que pasan por los canales apropiados encuentran médicos que no saben cómo tratarlos o que creen que están mentalmente enfermos, según el informe.
Según las Normas de Gestión de Procedimientos de Reasignación Sexual de China de 2017, las personas “transexuales” se enfrentan a un criterio estricto antes de someterse a una cirugía de afirmación de género.
Según la ley, deben ser mayores de 20 años, solteros y haber recibido terapia psicológica durante un año antes. También deben demostrar que han estado deseando la cirugía durante cinco años “sin antecedentes de vacilación”.
Finalmente, deben tener consentimiento familiar, independientemente de su edad.
Chen dijo que, al no encontrar médicos seguros en China, algunos de sus amigos habían ido a Tailandia para una cirugía de afirmación de género.
CNN ha contactado al gobierno chino para hacer comentarios. Según el informe, Amnistía se contactó con el gobierno chino, pero las solicitudes de comentarios quedaron sin respuesta.
Más aterrador que los efectos secundarios
La dificultad para obtener la terapia hormonal ha llevado a algunas personas a comprar en línea o al mercado negro, donde se arriesgan a tomar medicamentos falsificados e inadecuados con poca información sobre la dosis o los efectos secundarios.
“En China, muy pocos hospitales prescriben hormonas y es súper caro. Muchos compran productos hormonales en línea o de boca en boca”, dijo a CNN Chen Xu, una persona transgénero de 24 años.
Una mujer transgénero, identificada por el seudónimo de Ping, dijo que comenzó a tomar grandes dosis del medicamento sin el asesoramiento adecuado de un profesional médico.
“Sufrí efectos secundarios graves. Quería obtener resultados evidentes, así que consumí mucho. Tuve hemorragias nasales, insomnio, mareos y fatiga”, dijo.
Pero ella no quería parar. “Ser hombre es más aterrador que sufrir todos estos efectos secundarios”.
De las 15 personas transgénero entrevistadas para el informe, dos dijeron que intentaron realizarse una cirugía de afirmación de género como último recurso.
Huiming, la mujer transgénero que se realizó la cirugía, sobrevivió a sus intentos de deshacerse de sus características sexuales masculinas.
Sangrando profusamente, corrió al hospital, pero dijo que la experiencia la llevó a aceptar que no podía cambiar quién era. Salió con su familia y se sometió a una adecuada cirugía de afirmación de género en Tailandia. “Mi madre estaba un poco frustrada, pero me aceptó”, dijo a Amnistía.
‘Estas cosas seguirán sucediendo’
Lau dijo que sin cambios en las leyes de China, que tratan el problema como un trastorno de salud mental, la historia de Huiming se repetirá una y otra vez.
“Estas cosas seguirán sucediendo”, dijo ella.
“Cuando les pregunto qué creen que debería hacerse para facilitar sus vidas, casi todos dicen que esperan que la sociedad los acepte”.
A finales de este año, la Organización Mundial de la Salud comenzará la discusión para poner fin a la definición de transgenerismo como una enfermedad mental, en lugar de considerarlo como una condición de salud sexual.
Se espera que el cambio entre en vigencia para el 2022.
Lau dijo que quería que el gobierno chino tomara medidas similares. “Si se cambia la definición, significa que se cambia la clasificación del tratamiento”, dijo.
– Serenitie Wang de CNN contribuyó a este artículo.