Washington (CNN) – La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) planea enviar a cientos de funcionarios para ayudar a lidiar con los flujos de inmigrantes en la frontera sur, justo cuando comienza la temporada de viajes de verano, según un correo electrónico interno obtenido por CNN.
La tarea de los trabajadores de la TSA, que según una fuente incluirá a agentes de seguridad en vuelos, será ayudar temporalmente con los deberes relacionados con inmigración. La TSA reconoció en un correo electrónico interno que la “necesidad inmediata” viene con la aceptación de que hay “algún riesgo” por el agotamiento de recursos de seguridad aérea.
La TSA planea desplegar hasta 175 funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y hasta “400 personas de Operaciones de Seguridad”, según dos fuentes y el correo electrónico. Al menos inicialmente, los esfuerzos no involucrarán a los inspectores de aeropuertos uniformados, según el correo electrónico, que dice que a algunas secciones de la TSA se les pedirá que contribuyan con “alrededor del 10%” de su fuerza laboral.
“Ahora hay una necesidad inmediata de obtener más ayuda de la TSA en la frontera suroeste”, escribió un funcionario sénior de la TSA, Gary Renfrow, en el correo electrónico a la gerencia regional de la agencia. “La TSA se ha comprometido a brindar asistencia con 400 personas de Operaciones de Seguridad” que se desplegarán en oleadas “de forma similar a como se hizo en los últimos huracanes”.
“También entendemos que estamos aceptando algunos riesgos al entrar en un periodo de verano muy ajetreado”, escribió Renfrow, calificando este esfuerzo como un “desafío adicional”.
Los equipos de aplicación de la ley iniciales serán seleccionados de seis ciudades, según una fuente familiarizada con los planes.
El portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) refirió las preguntas a la TSA. Después de que se publicó esta historia, la portavoz de la TSA Jenny Burke dijo en un comunicado: “La TSA, como todos los componentes del DHS, está apoyando el esfuerzo del DHS para abordar la crisis humanitaria y de seguridad en la frontera suroeste. La TSA está en el proceso de solicitar voluntarios para apoyar este esfuerzo mientras minimiza el impacto operacional”.
Si bien la inspección de los puntos de control del aeropuerto puede ser la parte más visible de la TSA, Juliette Kayyem, una exfuncionaria del DHS que es analista de CNN, señaló que estas implementaciones sacarían a empleados de un importante trabajo de seguridad detrás del escenario. “Es la revisión de aeropuertos, monitorear la actividad dentro y fuera de la línea de seguridad, están apoyando a las autoridades locales y estatales”, dijo.
La asignación se produce a medida que aumenta el número de cruces fronterizos ilegales, con aprehensiones en su máximo en 10 años. Unos 4.300 efectivos en servicio y tropas de la Guardia Nacional se encuentran actualmente ayudando en la frontera, dijo recientemente el secretario de defensa en funciones, y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza trasladó a 750 de sus propios oficiales para tareas con la Patrulla Fronteriza el mes pasado. Antes de su destitución como secretaria de Seguridad Nacional el mes pasado, Kirstjen Nielsen solicitó voluntarios dentro de las filas de los empleados del DHS, incluida la TSA, “para ayudar a la Patrulla Fronteriza y al ICE para responder a la emergencia en la frontera sur”.
El despliegue inicialmente incluirá aproximadamente 42 agentes y aumentará a aproximadamente a 175, dijo la fuente. Los funcionarios esperan que el contingente incluya, en última instancia, a oficiales de vuelo federales que suelen viajar sin unifrome en aviones comerciales para evitar ataques terroristas.
También se espera que se desplieguen algunos equipos de Prevención y Respuesta Intermodal Visible, o VIPR, según la fuente. Estos equipos son elementos de patrullaje uniformadas encargados de centros de transporte concurridos, como aeropuertos y estaciones de tren.
Ese despliegue resultaría en una disminución de alrededor del 8% en las operaciones de los agentes federales de vuelos y en una disminución del 20% en las operaciones de patrullas VIPR, según la fuente, quien dijo que la TSA actualmente tiene alrededor de 31 equipos VIPR.
Después de la capacitación legal, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley serán designados como oficiales de inmigración y asistirán a los oficiales y agentes de Aduanas y Protección de Fronteras en su trabajo, según una fuente familiarizada con los planes.
El correo electrónico indica que la mayor parte de la implementación será personal no selectivo que trabaja para los directores de seguridad federales de TSA. La segunda prioridad serán los inspectores; una publicación de 2018 en el sitio web de la TSA describe ese trabajo como realizar “inspecciones, evaluaciones e investigaciones de aerolíneas e individuos para determinar qué tan bien cumplen con las regulaciones”.
El memorando de abril de Nielsen especificó varias áreas de necesidad en la frontera, como la provisión de transporte, distribución de comidas y atención médica. Algunos de los trabajos requieren experiencia especializada, como capacitación médica o legal.
Las implementaciones durarán entre 45 y 60 días, “aunque podría ser más tardado”, dice el correo electrónico.
Destaca con letras mayúsculas en negrita que los oficiales de seguridad del transporte que atienden los puntos de control de seguridad de los aeropuertos no deben ser enviados a la frontera. “NINGÚN OFICIAL UNIFORMADO DE EQUIPOS CANINOS SON ELEGIBLES EN ESTE MOMENTO”, dice el correo electrónico.
Priscilla Alvarez de CNN contribuyó a este informe.