Las amistades de Epstein consisten en una asombrosa variedad de personas acaudaladas, poderosas y famosas
Nota del editor: Michael D’Antonio es autor del libro “Never Enough: Donald Trump and the Pursuit of Success” y coautor con Peter Eisner de “The Shadow President: The Truth About Mike Pence.” Las opiniones expresadas en este comentario son propias del autor.
(CNN) -- El arresto del multimillonario Jeffrey Epstein por la acusación de tráfico sexual (él se declaró inocente) ha hecho que la atención nacional se centre en su amplio círculo de conocidos poderosos. Durante décadas, Epstein cultivó una base de élites de la costa este, y forjó una lista impresionante de conexiones que van desde el director de una prestigiosa escuela privada hasta el presidente Trump.
La lista comienza con el padre del secretario de Justicia, William Barr, Donald Barr, quien, según dijo el ex vicedirector de contraespionaje del FBI, Frank Figliuzzi, contrató a Epstein para enseñar en la escuela Dalton en Manhattan. Epstein obtuvo el empleo a pesar de haber abandonado los estudios, y eso lo puso en contacto cotidiano con los hijos e hijas de la élite de Manhattan.
Una manera en que la gente con orígenes modestos puede subir social y financieramente es sirviendo a los poderosos. Originario de Coney Island e hijo de un empleado del servicio de parques de la ciudad, Epstein debe haber considerado a Dalton como una buena plataforma de lanzamiento. De allí, pegó el salto a un banco de inversión, en donde sus conexiones probablemente le fueron útiles. Al poco tiempo ya asesoraba a gente acaudalada sobre estrategias impositivas, según la revista New York.
A medida que prosperaba en Wall Street, Epstein fue desarrollando el nivel de fortuna que le permitió comprar una isla privada y una de las casas privadas más grandes de Manhattan. Si bien nunca fue a Harvard, pasó a integrar su subcultura, al donar US$ 30 millones para el desarrollo de un programa científico. Compró una mansión en Palm Beach y de vez en cuando aparecía en la mansión de Mar-a-Lago, propiedad de Donald Trump. Compró un avión que usó para transportar a sus amigos y conocidos, ricos y famosos, incluyendo a Bill Clinton, en viajes alrededor del mundo.
Según un comunicado publicado por la oficina de Clinton, los tratos del expresidente con Epstein parecen haber comenzado y finalizado entre 2002 y “hace bastante más de una década”. Trump conoce a Epstein desde mediados de los años ochenta. En 2002 le dijo a la revista New York que Epstein era una “persona estupenda” y dijo que “es alguien con uno se puede divertir mucho, y hasta se dice que también le gustan las mujeres bellas, tanto como yo, y muchas son más bien jóvenes. Sin duda, Jeffrey disfruta de su vida social”. Un abogado para la Organización Trump desmintió que ambos hayan tenido una relación social.
Las anteriores condenas de Epstein (en 2007, fiscales basados en Miami, provistos de una acusación de 53 páginas en la que se acusa a Epstein de trata de niños con fines sexuales, le permitieron declararse culpable en una corte estatal del delito de prostitución de niñas) y los recientes cargos en su contra, sugieren que no solo era un animal social sino un hombre que trataba a las mujeres y niñas como presas.
Trump y Epstein parecen haber tenido el deseo en común de crear oportunidades para estar cerca de modelos jóvenes. Trump compró y operó concursos de belleza y una agencia de modelos. Epstein parece haber hecho lo mismo. Julie K. Brown, la reportera del diario The Miami Herald, que ha cubierto la historia de Epstein, le dijo a MSNBC que “hay un comentario en uno de los archivos de la corte en que se lo cita a Epstein cuando dijo “quiero crear mi agencia de modelo de la misma forma en que Trump creó su agencia de modelos”.
Cuanto más nos enteramos sobre el mundo de Epstein, en que hombres acaudalados utilizan su dinero para mejorar su situación social y tratar a los demás con una insensibilidad vulgar, más parece que estas élites están cómodamente conectadas. Los nombres en la agenda Epstein, filtrados por Gawker hace unos años, incluyen una asombrosa variedad de personas acaudaladas, poderosas, y famosas, como Trump, el célebre abogado Alan Dershowitz, la cantante Courtney Love, el actor Alec Baldwin y el multimillonario David Koch.
Tal como varios medios de prensa han notado, el arresto de Epstein y la confiscación gubernamental de documentos y fotos (incluyendo lo que los fiscales describen como fotos libidinosas de mujeres jóvenes o niñas) han hecho que sus antiguos amigos y conocidos queden temblando de preocupación de que el público los considere depravados por asociación.
Para algunos, lo que ha surgido sobre el mundo de Epstein, sus personajes y sus valores, ya ha logrado el efecto deseado.