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Cinco gráficas para entender la cultura de armas en EE.UU. frente al resto del mundo

(CNN) – Estados Unidos: el hogar de la libertad, la búsqueda de la felicidad y la gran mayoría de tiroteos masivos en el mundo.

Pero los tiroteos masivos no son un recuerdo lejano en este país. En octubre de 2017, el atacante de 64 años Stephen Paddock le disparó a una multitud que estaba reunida en el Harvest Music Festival de Las Vegas. 58 personas murieron y más de 500 personas resultaron heridas. Fue el tiroteo en masa más mortal en la historia moderna de Estados Unidos.

LEE: Los 10 tiroteos masivos más mortales en la historia moderna de Estados Unidos

Y un año antes, en 2016, un ataque en el club nocturno Pulse, de Orlando, dejó 49 personas muertas. En 2012, Adam Lanza comenzó una matanza en Newtown, Connecticut, asesinado a su madre antes de acabar con la vida de 26 estudiantes y personal de la escuela primaria Sandy Hook. En 2007, 32 personas murieron en la masacre de Virginia Tech.

La relación única de Estados Unidos con la propiedad de armas –consagrada como un derecho en su constitución– también está en medio de un debate emocional y divisivo sobre el significado de estas 27 palabras, que dan a sus ciudadanos el derecho a poseer armas. Lo que también, en opinión de muchos críticos, ha ayudado a marcar el comienzo de una cultura que ve a su propia gente morir asesinada a manos de ciudadanos armados: más que en cualquier otro país de altos ingresos en el mundo.

Las muertes relacionadas con armas ocurren en circunstancias trágicas alrededor de todo el país a diario: más de 1.800 personas murieron por armas de fuego solo en 2017, según Gun Violence Archive, un grupo sin ánimo de lucro. Pero a menudo se trata de tiroteos masivos que reavivan el debate sobre el control de armas en Estados Unidos y que resaltan su posición como un caso atípico mundial.

Se estima que hay aproximadamente 310 millones de armas de fuego disponibles para los civiles estadounidenses, según un informe del Instituto Nacional de Justicia (NIJ) de 2009.

India es el hogar de la segunda reserva de armas de fuego para civiles más grande, estimada en 46 millones.

Los cálculos más actualizados –que tienen más de una década de antigüedad– sitúan la reserva mundial de armas para civiles en unos 650 millones. Según Small Arms Survey, organización con sede en Suiza, la cantidad de armas de fuego de civiles probablemente ha aumentado desde 2007. La producción de armas de fuego continúa proliferando en todo el mundo, superando los efectos que podría tener la destrucción de las mismas.

Según Small Arms Survey, es imposible identificar el número exacto de armas de fuego propiedad de civiles debido a una variedad de factores, incluidas las armas que no se registran, el comercio ilegal y el conflicto mundial.

Los estadounidenses poseen la mayor cantidad de armas por persona en el mundo: alrededor de cuatro de cada 10 dicen que poseen una pistola o viven en una casa con armas de fuego, según un estudio del Centro de Investigaciones Pew publicado en 2017.

Yemen, que tiene el segundo lugar en población con armas de fuego per cápita (y es un país sumido en un conflicto civil de tres años) está muy por detrás de Estados Unidos en términos de propiedad.

Y, cuando se trata de masacres con armas de fuego, Estados Unidos es una anomalía: hay más tiroteos masivos públicos allí que en cualquier otro país del mundo.

En febrero de 2017, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una medida que desechaba una regulación de la era del exmandatario Barack Obama destinada a mantener las armas lejos de algunas personas con enfermedades mentales graves.

La normativa original era parte de una serie de medidas tomadas por el gobierno Obama para tratar de frenar la violencia armada, después de que otros esfuerzos no prosperaran en el Congreso.

Globalmente, las leyes restrictivas para armas de fuego han demostrado una diferencia a la hora de frenar las masacres. En Australia, por ejemplo, ocurrieron cuatro tiroteos masivos entre 1987 y 1996. Después de esos incidentes, la opinión pública se volvió contra la propiedad de armas y el Parlamento aprobó leyes de armas más estrictas. Australia no ha tenido un tiroteo masivo desde entonces.

Estados Unidos tiene una de las tasas más altas de muertes por arma de fuego entre los países desarrollados, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Nuestros cálculos, basados ​​en datos de la OCDE de 2010, muestran que los estadounidenses tienen 51 veces más probabilidades de morir por disparos que las personas en Gran Bretaña.

La mayoría de los estadounidenses propietarios de armas (dos tercios) dicen que una de las principales razones por las que las poseen es para su protección personal, según el estudio del Centro de investigaciones Pew. Sin embargo, la mayoría de las muertes relacionadas con armas de fuego de Estados Unidos se atribuyen a la autolesión.

De hecho: los suicidios relacionados con armas son ocho veces más altos en este país que en otras naciones de altos ingresos.

Sin embargo, a nivel mundial, Estados Unidos registra menos asesinatos relacionados con armas de fuego que muchos otros de sus vecinos del sur.

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De acuerdo a Small Arms Survey, El Salvador presenta la mayoría de homicidios con armas de fuego del mundo –excluyendo a las zonas con guerras en curso–, con más de 90 personas asesinadas por cada 100.000 habitantes.

Entre 2010 y 2015, Honduras registró los promedios más altos de homicidios relacionados con armas de fuego: 67 de cada 100.000 personas allí.

Venezuela y El Salvador están muy cerca en ese mismo período de cinco años, con 52 y 49 muertes relacionadas con armas de fuego, respectivamente, por cada 100.000 habitantes.

Mientras que la tasa de Estados Unidos durante ese período es de 4,5 homicidios relacionados con armas de fuego por cada 100.000 personas. Las agencias de seguridad de Estaos Unidos no están obligadas a informar sobre asesinatos con armas cometidos la Policía. A menudo, tales incidentes se registran como "homicidios justificables" y pueden o no estar incluidos en las estadísticas oficiales de homicidios, según Small Arms Survey.

Nota del editor: artículo publicado originalmente en febrero de 2018 y actualizado