(CNN) – El presidente represivo de Turkmenistán está vivo, bueno, y ha estado haciendo acrobacias en auto alrededor de un pozo en llamas apodado la “Puerta al infierno”, según las imágenes recientemente publicadas tras los rumores de que había muerto.
En julio, surgieron rumores sobre la salud de Gurbanguly Berdymukhamedov, de 62 años, que había desaparecido de la vista pública durante varias semanas.
Esa especulación se informó luego en los medios rusos después de que un analista poco conocido le dijo a una estación de radio de Moscú que le habían confirmado la muerte unos empresarios de Turkmenistán “que tienen conocidos en los servicios de seguridad”, según la agencia France-Presse (AFP).
La embajada del país de Asia Central en Rusia negó los informes a la agencia estatal de noticias rusa TASS, calificando los rumores como un “engaño absoluto”.
Berdymukhamedov, quien regularmente protagoniza las transmisiones de los medios estatales, reapareció en las pantallas de televisión más tarde ese mes, en una transmisión que lo muestra revisando imágenes de refugios de autobuses.
El domingo, la emisora estatal de Turkmenistán Watan Habarlary proporcionó más detalles sobre las actividades recientes del líder. No se sabe cuándo se filmaron esas imágenes.
En un informe de 25 minutos, Berdymukhamedov monta un caballo, compone música y parece anotar tres golpes en un juego de boliche y una ronda de aplausos de ayudantes que usan trajes a juego.
Aparentemente también corre por el desierto de Karakum en un auto de rally antes de conducir en círculos y deslizarse por el famoso cráter de Darvaza.
Si bien no existe un registro concreto de cómo surgió exactamente, se dice que el ardiente cráter se formó en 1971 cuando los geólogos soviéticos que buscaban petróleo se dieron cuenta de que habían tropezado con una caverna de gas natural. Lo prendieron para evitar la propagación del metano.
Preocupaciones de derechos humanos
Parte de la Unión Soviética hasta finales de 1991, el país rico en petróleo y gas ha sido dirigido por Berdymukhamedov desde la muerte en 2006 de su predecesor igualmente autoritario.
Human Rights Watch (HRW) acusa a Berdymukhamedov —comúnmente conocido como Arkadag o protector— y sus allegados de controlar todos los aspectos de la vida pública.
Los medios de comunicación extranjeros tienen poco acceso al país; las expresiones religiosas y políticas son “brutalmente castigadas” por el Gobierno; y no se permiten grupos de monitoreo independientes en el país, escribió HRW.
En su gestión Turkmenistán ha llegado al final de una serie de índices de derechos humanos, incluido el Índice Mundial de Libertad de Prensa y el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.