(Expansión) – El reloj marca la 13:45. Es la tercera ocasión que el encargado de la casa 321 de la colonia la Florida, en el Estado de México, abre la puerta y se asoma de un lado a otro a la espera de recibir una de las compras que su jefe ha estado esperando por días. El retraso ya es de 45 minutos.
Con la emoción hasta el tope y la incertidumbre de una espera prolongada, Joaquín Jasso llega a su domicilio en un Jetta blanco –una edición de 2012 perfectamente pulcro y bien cuidado –en espera de que en unos 20 minutos llegué su Beetle Final Edition que pidió a través de su cuenta de Amazon hace poco menos de dos meses. “Me dicen que hubo un retraso porque una patrulla de tránsito los detuvo, pero yo tengo una junta”, dice Jasso.
“Fue muy sencillo. La verdad que si estás dado de alta en Amazon—y ¿quien no esta dado de alta en esa plataforma?— todo es muy sencillo, me llevó escasamente tres minutos en comprarlo”, cuenta Jasso, un hombre de 44 años dedicado a la construcción, emocionado por ser el primero en recibir un auto por compra a domicilio.
Desde hace 18 años comenzó a coleccionar autos de la marca Volkswagen, cuando vio un auto de edición limitada rodando en la calle con asientos forrados de mezclilla y logró adquirirlo. Su última meta era comprar un Beetle Final Edition de color beige a través de Amazon, color que se encontraba agotado.
“Ya tengo el blanco, el azul y el negro, faltaba el beige”, explica Jasso con una sonrisa. “Pasaron unos días, estuve en contacto con mi vendedora de confianza y ella me habló y me dijo: ‘¿Sabes qué, Joaquín?, van a salir tal día en Amazon, yo tenía una tarjeta de crédito que me habían robado registrada en la plataforma y fue todo un show porque tuve que hablar al día siguiente para que me hicieran un cambio. Así que la gente del call center de Amazon me ayudó, me volvió a redireccionar el carro y así fue como lo compré”, cuenta el comprador, un hombre delgado, barba y de semblante serio, pero bastante emocionado por este día.
La experiencia de la compra la describe como “padre” pues presume ser el primero en conseguir un auto de esta edición de los últimos 65 que fabricó Volkswagen para México en su planta de Puebla, y que la automotriz alemana decidió vender a través de Amazon a un precio de 410.065 pesos, casi 21.000 dólares al cambio actual.
Tras tres generaciones y más de 20 millones de unidades vendidas en el mundo, el Beetle que inició su historia en Alemania, en 1938, cerró su ciclo de vida el pasado 10 de julio en la planta de la compañía en Puebla, que albergó la producción de dos generaciones: el New Beetle en 1997 y, posteriormente, del modelo conocido como The Beetle, desde 2011.
“Lo que siempre he buscado es buscar ediciones especiales, ediciones que no sean comunes y coches impecables. Si pudieran revisar toda la colección que yo tengo, cada uno de los autos tiene menos de 100.000 km muchos tienen hasta 20 km. La mayoría no tiene placas y tampoco pienso emplacar este, solo tengo la factura”, cuenta Jasso con emoción y un poco de prisa, pues son las 14:15 y el coche aún no llega.
Las expresiones de Jasso resaltan alegría al relatar su afinidad por esta marca, pues recordó que gracias al famoso “bocho” –muy popular en la época de los 70 y 80 en México, que más tarde pasaría a formar parte del flolkore de la Ciudad de México con miles de taxistas usándolo— aprendió a manejar.
“A mi me parecía el coche ideal porque son indestructibles esos carros. Me subía a las banquetas sin querer y ¡no le pasaba nada a la suspensión! Desde ahí me empezó a gustar la ingeniería del motor, el olor a gasolina, lo duro del material…”, detalla Jasso, quien también nos muestra que afuera de su casa está estacionado otro VW un Golf rojo GT1, uno de los dos vehículos que más usa.
Son 14:30, Joaquín comienza a apresurarse y decide marcharse a una reunión de trabajo importante, no sin antes prometer que llegará al concluir su cita, esperando a que su coche ya esté en la puerta de su casa.
El reloj sigue su cuenta hasta que dan las 15:20, por fin llega el momento, al final de la calle se observa un camión que carga una caja gigante hecha de láminas de madera laminada en la parte trasera, con una parte transparente lateral que asoma la parte izquierda del Beetle beige de Joaquín, tal cual como un coche miniatura de colección.
La concensionaria, que trae a un equipo de aproximadamente 10 personas para desarmar la caja, argumenta que la tardanza se debió a un retraso en la llegada de la caja a sus instalaciones y a una detención por parte de unos sorprendidos policías de tránsito, que no habían visto algo semejante anteriormente. Así que ahora habría que esperar a la llegada de Joaquín.
Jasso por fin se encuentra cara a cara con su coche. “Siempre un auto nuevo es una sensación padrísima y que mejor con este auto en las condiciones que lo compré, lo sencillo que fue el comprarlo, en tenerlo ahora en mis manos después esperar tanto porque ya quería tenerlo y ahora lo tengo y estoy muy feliz, la verdad es que mi coche esta padrísimo”, concluye Jasso, quien afirma que lo volvería a hacer. “Volvería a comprar en línea”.