Addis Abeba, Etiopía (CNN) – El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, era uno de los favoritos para ganar el Premio Nobel de la Paz de este año en una lista que incluía a Greta Thunberg, la activista sueca contra el cambio climático de 16 años.
Abiy Ahmed era el segundo favorito después de Thunberg, según las casas de apuestas Betfair y William Hill.
El 11 de octubre, el primer ministro fue anunciado como ganador por el Comité del Nobel.
Awol Allo, un compañero etíope y profesor asociado de derecho en la Universidad de Keele en Gran Bretaña, dijo que el primer ministro merecía el premio por su papel en el fin de la guerra de 20 años entre Etiopía y Eritrea, una guerra sin sentido, en gran medida, por el territorio fronterizo en disputa que tuvo un enorme costo financiero y humano para ambos países.
“Creo que lo que hizo Abiy con el tema de Eritrea fue muy valiente y notable. Creo que mucha gente considera que lo que ha hecho es digno de tal reconocimiento.
“Los dos países ya no están en estado de guerra. Las familias se han reunido porque ahora hay vuelos entre los dos países. Las relaciones que se habían cortado durante 20 años se han reavivado”, dijo Allo.
Abiy, de 43 años, también ganó aplausos recientemente por su papel en ayudar a negociar un acuerdo para compartir el poder en el vecino Sudán, después de una crisis política que provocó al arresto de Omar al-Bashir, quien gobernó ese país durante casi tres décadas.
“Eso también habla de alguien que toma en serio la paz y la estabilidad en el Cuerno de África”, dijo Allo.
Aplausos y críticas
Abiy se convirtió en el primer ministro de Etiopía en abril de 2018.
Ha recibido tanto elogios como críticas por sus reformas en una de las naciones más pobladas de África, con más de 100 millones de personas.
Los primeros meses de su mandato estuvieron marcados por su audacia y toma de decisiones progresivas; liberó a los presos políticos del país, denunció su tortura y también liberó a periodistas encarcelados. Abiy también se reunió con la oposición y la sociedad civil para discutir las reformas e invitó a partidos políticos exiliados a regresar a su país. Se embarcó en importantes reformas institucionales, entre ellas las de los sectores de seguridad y justicia.
Las mujeres no quedaron fuera de su agenda progresista. Abiy mostró su compromiso con la igualdad de género al nombrar mujeres para la mitad de su gabinete.
La comunidad internacional ha aceptado en gran medida sus iniciativas y reformas, como la plantación de millones de árboles en el país para frenar los efectos del cambio climático.
“Apaciguando a los occidentales”
Sin embargo, algunos creen que Ahmed no es digno o merecedor del Premio Nobel. Entre ellos está Daniel Berhane, un destacado bloguero en Addis Abeba, la capital de Etiopía.
“No creo que gane o deba ganar. Si eso sucede, será un respaldo de una persona a la que no le gustan las instituciones o el trabajo en equipo, pero que solo produce ideas a medias destinadas a apaciguar a los occidentales”, dijo Berhane a CNN antes del anuncio.
“Una victoria exacerbará su narcisismo y sería perjudicial para las perspectivas de reforma institucionalizada y la estabilidad del país”.
Jawar Mohammed es una figura política influyente dentro de Etiopía y dentro de las grandes comunidades de la diáspora del país en Norteamérica y Europa.
Aplaude el trabajo de Ahmed hasta el momento, pero cree que aún queda un largo camino por recorrer antes de que sus reformas puedan llevar estabilidad a una de las regiones más problemáticas del mundo.
“El primer ministro Abiy ha hecho un trabajo maravilloso al lograr la paz con los países vecinos y dentro de ellos”, dijo a CNN Mohammed, director ejecutivo de Oromia Media Network.
“Sin embargo, tiene que hacer mucho más para lograr la paz y la estabilidad en el país y asegurar que la transición a la democracia tenga éxito”.
Economía de rápido crecimiento
Abiy ha debido lidiar con el desplazamiento de personas en diferentes partes del país, incluidos los gobiernos regionales de Oromia y Amhara.
Según el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno, alrededor de 2,9 millones de personas fueron desplazadas recientemente en 2018 debido a un conflicto en Etiopía.
La falta de seguridad amenaza la inversión extranjera directa en Etiopía desde que Abiy abrió las telecomunicaciones controladas por el Estado, la electricidad e incluso la aerolínea nacional a los inversores. Se espera que el producto interno bruto del país alcance alrededor de 100 mil millones de dólares para 2020, lo que la hace en una de las economías de más rápido crecimiento en la región.
Samuel Getachew de CNN informó desde Addis Abeba y Stephanie Busari escribió desde Lagos, Nigeria.