Nota del editor: Carlos Alberto Montaner es escritor y analista político de CNN. Sus columnas se publican en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina. Montaner es, además, vicepresidente de la Internacional Liberal.
(CNN Español) – El gobierno de Washington, numerosos expertos y diversos adversarios de Nicolás Maduro y Evo Morales culpan al régimen de La Habana de respaldar a estos gobiernos con su aparato de inteligencia.
¿Cómo se puede ser una pequeña isla tan pobre y lograr mantener a regímenes afines en el poder en países mucho mayores?
Sencillo: es lo que hacía la URSS con sus satélites, país del que Cuba adquirió ese siniestro conocimiento.
Hay una primera fase crítica en la que el poder radica en las Fuerzas Armadas, a las que Cuba aconseja sobornar.
Durante ese periodo, la inteligencia cubana levanta un inventario de posibles colaboradores militares y los llena de elogios, invitaciones a Cuba y fomenta un vínculo extremo de camaradería y lealtad.
Forma una estructura paralela a la jerarquía militar convencional, mientras persuade al líder revolucionario de que tiene el respaldo incondicional de Cuba, lo que le permitirá permanecer en el poder indefinidamente, aunque trafiquen con cocaína y se conviertan en apestados internacionales.
¿Cómo lo sabemos? Lo sabemos por los desertores. Vale la pena ver y escuchar al Dr. Juan Antonio Blanco, ex integrante del Comité Central del Partido Comunista Cubano para Estados Unidos y Canadá, en su sensacional entrevista en “Ahora con Roxana”, localizable en YouTube.
Aunque Cuba niega injerencia en otros países, Juan Antonio Blanco reveló que existen nexos que asesoran de cerca al presidente Evo Morales.
Pero ¿qué provecho económico saca Cuba de todo esto? Saca miles de millones de dólares. Esencialmente, los saca mediante el alquiler de profesionales, muchos de ellos relacionados con la medicina, a los que la Isla les confisca entre un 60% y un 90% del salario. Ese trasiego de médicos le sirve a La Habana, además, para colocar a muchos de sus peones de inteligencia.
Cuba gana plata e influencia. Ese era el sueño de Fidel Castro.