(CNN Español) – El juicio por las denuncias de abuso sexual en el Instituto Provolo contra varios menores sordos está llegando a su etapa final. El caso expuso las denuncias de más de 20 chicos y chicas contra sacerdotes, religiosas y personal laico de un colegio e internado en la provincia argentina de Mendoza, en el límite con Chile. Los imputados son juzgados por 25 hechos supuestamente ocurridos entre 2005 y 2015 a numerosos alumnos, confirmó una fuente del juicio.
Las acusaciones del fiscal sostienen que durante la última década, el Provolo de Mendoza habría sido el centro de un circuito de abuso sistemático contra menores.
Esta semana culminaron los alegatos de las querellas, confirmaron los abogados de los denunciantes a CNN, quienes solicitaron penas de entre 15 y 50 años de prisión para los tres imputados.
La fiscalía ya pidió penas de entre 45 años y 22 años y medio. Solo resta que la defensa termine su alegato para que el tribunal fije la fecha de sentencia, agregaron tres fuentes del juicio.
El sacerdote italiano Nicolás Corradi (83) es el principal acusado. Era el director del colegio para sordos, que albergaba a menores desde los 4 hasta los 17 años y guarda prisión domiciliaria. También son juzgados el sacerdote Horacio Hugo Corbacho (59) y el jardinero Armando Gómez (49). Ambos se encuentran en prisión.
Los querellantes esperan que el tribunal dicte sentencia antes del 26 de noviembre, fecha en la vence la prisión preventiva de los tres imputados, confirmaron a CNN tres fuentes del juicio. Si el tribunal se tardara más de ese plazo, tanto Corradi (con prisión domiciliaria en un hogar de ancianos) como Corbacho y Gómez (detenidos desde hace tres años), podrían recuperar su libertad.
Los fiscales solicitaron que ambos sacerdotes, Corradi y Corbacho, sean condenados a 45 años de prisión, confirmó una fuente de la fiscalía a CNN. Para el jardinero Gómez pidieron 22 años y medio. Los cargos son por abuso sexual agravado de menores con acceso carnal, abuso sexual simple y corrupción de menores.
Los abogados de los ahora exalumnos del Provolo integran dos querellas distintas. La querella de la ONG Xumek concentra las acusaciones más graves contra el sacerdote Corbacho. Solicitaron al tribunal que lo condene a 50 años de prisión, confirmó la ONG a CNN.
Para Corradi y Gómez, Xumek solicitó penas de 15 años de prisión.
La segunda querella solicitó 50 años de prisión para el sacerdote Corradi, ya que sus representados denunciaron los hechos más graves contra el exdirector del instituto. Pidieron que Corbacho sea condenado también a 50 años y el jardinero Gómez, a 30, confirmó el abogado Oscar Barreda a CNN.
CNN se comunicó con la defensoría oficial de los tres imputados, pero en la oficina de la abogada sostuvieron que no harán declaraciones. En el orden de alegatos, la defensa tiene la última palabra. Ni Gómez ni Corradi se han manifestado durante la investigación ni el juicio. Durante el inicio del caso, Corbacho dijo ser inocente, pero no declaró durante las audiencias. Los tres acusados tendrán la oportunidad de dirigirse al tribunal antes de escuchar la sentencia, que se espera para el 22 o el 25 de noviembre. En su primera parte del alegato, la defensora apuntó a supuestas nulidades en la investigación y cuestionó los testimonios de los denunciantes, confirmaron a CNN dos fuentes presentes durante la audiencia.
Cuando culmine este juicio, la fiscalía avanzará en un proceso contra otros ocho imputados, entre ellos una monja y siete laicos que desempeñaban tareas administrativas en el Provolo de Mendoza y están acusados de no haber denunciado los hechos, confirmó una fuente del tribunal. La primera audiencia preliminar está calculada para el viernes 22 de noviembre.
También está pendiente un juicio contra la monja Kumiko Kosaka, señalada como quien habría seleccionado y entregado a los niños a los acusados, que luego habrían abusado de ellos. Además, está acusada de supuesto abuso sexual pero se declara inocente de todos los cargos.
Antecedentes
El caso salió a la luz en 2016, pero CNN verificó en los expedientes que las primeras denuncias en Mendoza datan de 2006 y 2008. Fueron realizadas por alumnas de identidad reservada. Entonces, esas denuncias no fueron investigadas y los abusos se habrían extendido hasta 2015, de acuerdo con la acusación.
Las sospechas sobre el Provolo se extienden a los años 60 y 70, en Verona, Italia, principal sede del instituto. El Vaticano cerró una investigación interna que determinó que solo uno de los acusados era culpable. En los años 70, Corradi fue trasladado a Argentina. Figura en la lista de los señalados por los exalumnos italianos.
Las autoridades de este colegio, que depende de la Congregación Católica del Provolo, también son investigados en la ciudad de La Plata, a unos 60 kilómetros de Buenos Aires. El obispo Alberto Bochatey, interventor del Provolo, dijo en varias oportunidades a CNN que espera que la justiciar llegue a la verdad.
En Mendoza, la Justicia ya logró una condena: Jorge Luis Bordón, celador del Provolo, se declaró culpable de abuso sexual agravado en 2018 y fue condenado a 10 años de prisión.