(CNN Español) – Es una escena que se repite una y otra vez. Turistas que recorren el casco antiguo de la Ciudad de Panamá y quedan cautivos al ver coloridos lienzos de tela en los puestos de venta de artesanías.
Son las populares “molas”, un arte textil indígena que identifica a la cultura Guna de Panamá y Colombia, cuyo origen proviene de la costumbre de las mujeres de pintar sus cuerpos con figuras geométricas.
Desde el 1 de diciembre, la tradición de trabajar capas de telas multicolores con puntadas logradas con agujas muy cortas y delgadas ya tiene su propio espacio: el MUMO o Museo de la Mola en Panamá.
La exposición permanente es una idea de la Fundación Alberto Motta, dedicada a promover la educación y la cultura en el país.
La directora del museo, Javel Altamirano, contó a CNN sobre la amistad del desaparecido empresario panameño Alberto Motta con el filántropo español José Félix Llopis, también fallecido. A este último le encantaba el arte, al punto que llegó coleccionar a lo largo de su vida unas 577 molas.
Altamirano cuenta que no fue hasta un viaje a Oaxaca, México, en 2017, cuando el empresario Stanley Motta, hijo de don Alberto, visitó un museo textil y recordó las molas de Llopis. En ese momento, nació la idea de abrir el MUMO y contactó en Madrid a la sobrina que heredó las piezas, Patricia Llopis, quien las puso a disposición.
La directora narra que, al conocer la iniciativa, se sumaron las molas del coleccionista de arte panameño David de Castro.
La exhibición se compone de 182 piezas, algunas confeccionadas desde los años 50, y está dividida en cinco salas temáticas: “textura y evolución”, “cosmovisión”, “entorno o figurativo”, “molas deconstruidas o en capas” y “molas narrativas”.
Altamirano explicó que, como la mola tiene propiedad intelectual, la apertura del museo se hizo con el respaldo de cinco congresos Guna de Panamá con los que se firmó un acuerdo.
“El MUMO es un regalo que se hace al pueblo panameño y a los turistas para que puedan vivir esa experiencia. Contemplar, reflexionar y admirar ese arte… Cada capa de tela cuenta una historia, como toda pieza altamente valorada”, dijo Altamirano, quien detalló que la confección de cada pieza tarda entre tres y ocho meses. Su calidad y precio va a depender de esa cantidad de capas de tela. La más sencilla tiene dos.
La colombiana Mayby Ríos tuvo como tarea la curaduría para el MUMO. Ríos explicó que la confección de la mola es una técnica de superposición de capas de coloridas telas que conlleva alto grado de concentración, constancia y persistencia.
“Uno de los atributos primordiales es cómo las mujeres gunas llegan a ese nivel de minucia, de elaboración y de preciosismo para lograr líneas perfectas, firmes, que se hacen sin regla, sin metro, sin plancha… En las condiciones más básicas y produciendo una obra impresionante”, narró la curadora.
Normalmente, las gunas usan las molas para colocarlas en la zona del pecho en sus vestidos que, poco a poco y al igual que la moda, van en evolución.
“La mola cada vez ocupa más el torso y se ciñe al cuerpo para mostrar más las formas femeninas. El objetivo de las molas es distraer y confundir a las ‘entidades’ que pueden atacar a la mujer. Tienen un significado de protección”, explicó Ríos sobre esta obra cultural de arte indígena que es de las más disfrutadas por visitantes en Panamá y de la cual ahora tendrán la oportunidad de conocerlas a profundidad en el Museo de la Mola.