(CNN) – Los teléfonos celulares son literalmente un dolor de cabeza… y de cuello, cara, ojos, nariz y orejas. Un nuevo estudio que analiza los datos de salas de emergencias a nivel nacional muestra que las lesiones en esas áreas de nuestros cuerpos han aumentado “abruptamente” en los últimos 20 años.
El estudio encontró que la mayoría de las lesiones ocurrieron a personas entre las edades de 13 y 29 años y se debieron a conducir y caminar distraídos mientras se envían mensajes de texto.
Los cortes en la cara y la cabeza fueron las lesiones más comunes, seguidas de contusiones, hematomas en el cerebro, abrasiones y lesiones en órganos internos. La mayoría de las personas fueron tratadas y dadas de alta en lugar de hospitalizadas. Si bien estas lesiones pueden no parecer ser una gran preocupación, según el estudio, puede haber consecuencias a largo plazo.
“Las laceraciones faciales y las cicatrices posteriores pueden provocar ansiedad y una baja autoestima”, escribieron los autores, especialmente cuando se produce una infección, lo que puede aumentar la necesidad de revisión de cicatrices y otras cirugías estéticas. La reparación de laceraciones faciales le cuesta al sistema de salud de Estados Unidos aproximadamente 3.000 millones de dólares al año.
Los autores dicen que el estudio, publicado el lunes en la revista JAMA, fue el primero en explorar lesiones en el área de la cabeza y el cuello en lugar de en todo el cuerpo. Descubrieron que las lesiones eran poco frecuentes hasta 2007, cuando Apple presentó el primer iPhone, pero luego aumentaron drásticamente.
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“Aunque los teléfonos móviles estaban ganando popularidad antes de ese momento”, escribieron los autores, “sus funciones eran limitadas y, por lo tanto, era menos probable que fueran distracciones importantes en comparación con los teléfonos inteligentes modernos”.
El estudio encontró que las lesiones en niños de 13 años o menos tenían más probabilidades de ser causadas por lesiones mecánicas directas del teléfono celular. Los autores señalan que los teléfonos celulares actuales pueden ser de “tamaño y peso sustanciales” y pueden lesionar fácilmente a los niños pequeños que son “golpeados involuntariamente por el teléfono”.
Más que lesiones
Estudios anteriores han demostrado que solo el uso de un teléfono celular puede dañar el cuello y la parte superior de la espalda.
Eso es porque por cada pulgada que inclinas tu cabeza hacia adelante desde una posición neutral, la presión sobre tu columna se duplica. Entonces, si estás mirando un teléfono inteligente en tu regazo, tu cuello podría experimentar 9 a 13 kilos de presión.
Toda esa presión adicional ejerce tensión sobre la columna vertebral y puede desalinearla. El Dr. Tom DiAngelis, expresidente de la Sección de Práctica Privada de la Asociación Estadounidense de Terapia Física, le dijo a CNN anteriormente que era como doblar el dedo hacia atrás y mantenerlo allí durante una hora.
“A medida que estiras el tejido durante un largo período de tiempo, te duele, se inflama”, dijo DiAngelis. “La verdadera pregunta… es: ‘¿Cuáles serán los efectos a largo plazo?’”.
Las muertes relacionadas con la distracción por el celular también están en aumento. El Consejo Nacional de Seguridad encontró que 2.841 personas murieron en choques relacionados con distracciones en 2018. Y la Asociación de Gobernadores de Seguridad en Carreteras estimó que hubo más de 6.000 muertes de peatones en 2018, la cifra más alta en más de 20 años.