(CNN) – Los organizadores de las manifestaciones a gran escala que iniciaron el movimiento de protesta de Hong Kong, a principios de este año, volvieron a las calles el domingo en un intento por mantener la presión sobre el gobierno de la ciudad tras el éxito de grupos prodemocracia en las recientes elecciones.
Decenas de miles de manifestantes de todas las edades comenzaron a reunirse en el Victoria Park en Causeway Bay a las 3 pm (hora local) bajo un brillante cielo azul. Se podía ver a muchos en la multitud llevando pancartas grandes, con lemas como “Hong Kong libre”.
Al final de la tarde, algunas partes de la ciudad se habían paralizado por completo, ya que la multitud intentó moverse a través de la isla principal hacia Chater Road, cerca del principal centro financiero.
El evento, que parecía ser el más grande de su tipo en los últimos meses, marca la primera vez desde mediados de agosto que una marcha organizada por el Frente de Derechos Humanos Civiles (CHRF) recibió la aprobación de la policía. El grupo fue responsable de dos marchas de fin de semana consecutivas, en gran parte pacíficas, a principios de junio, que al parecer reunió a un total combinado de más de 3 millones de personas.
Las protestas en la ciudad semiautónoma de China fueron provocadas inicialmente por un proyecto de ley de extradición ahora archivado, que habría permitido enviar personas a través de la frontera para ser juzgadas en China continental, pero desde entonces se han expandido para incluir llamados a una mayor democracia y responsabilidad gubernamental.
La marcha del domingo se vio ampliamente como una prueba del apoyo duradero del movimiento después de seis meses de disturbios ocasionalmente violentos, en donde muchos de los asistentes expresaron su frustración con el gobierno y su renuencia a hacer concesiones.
“Queremos que se escuchen nuestras demandas, queremos sufragio universal”, dijo un manifestante de 23 años, que no quiso ser identificado. “Queremos que la libertad de Hong Kong y un Hong Kong que se gestione de manera sostenible”, agregó.
Los organizadores habían vinculado la manifestación al Día Internacional de los Derechos Humanos, que se celebra el 10 de diciembre, y marca la adopción por parte de las Naciones Unidas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. “Las violaciones de los derechos humanos y la crisis humanitaria de Hong Kong están llegando al punto de inflexión ahora”, dijo CHRF en un comunicado, pidiendo al gobierno de la ciudad que “cumpla su compromiso con la Declaración Universal de Derechos Humanos y todos los tratados de derechos humanos de la ONU aplicables a Hong Kong”.
Los organizadores han prometido mantener pacífica la protesta y, según los informes, habían desplegado 200 delegados para prevenir cualquier posible conflicto entre los manifestantes y la policía.
Por otra parte, el domingo el gobierno de Hong Kong criticó un ataque en el Tribunal de Apelación Final, donde se produjo un pequeño incendio fuera de la entrada. Dijeron en un comunicado que el incidente “no solo interrumpió la paz sino que también minó la reputación de Hong Kong como ciudad gobernada por el estado de derecho”.
La policía ha permitido a la CHRF celebrar manifestaciones en los últimos meses, pero no marchar, y varias protestas no autorizadas han estallado en violentos conflictos entre los manifestantes y la policía.
“Esta es la última oportunidad que le da la gente a (la jefa ejecutiva) Carrie Lam”, dijo el coordinador de CHRF Jimmy Sham el viernes, según la AFP.
El grupo ha pedido a Lam, la líder de la ciudad, que cumpla con las demandas del movimiento de protesta, incluida una investigación independiente sobre las denuncias de brutalidad policial y el reinicio de la reforma política para permitir el sufragio universal total de cómo se elige el líder y la legislatura de la ciudad.
Ha habido algo de calma en las protestas desde que los candidatos prodemocráticos obtuvieron una victoria aplastante en las elecciones del consejo local el mes pasado, pero la frustración crece por el fracaso de Lam de responder a esos resultados de manera significativa.
Los manifestantes celebraron la aprobación de la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong en Estados Unidos, aplaudiendo lo que algunos describieron como el “regalo de acción de gracias” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero cualquier obsequio de su propio gobierno o las autoridades de Beijing parece no verse pronto.
La alta participación en la marcha del domingo es probable que reitere el mensaje de apoyo al movimiento de protesta entregado por los resultados electorales, y agregue presión sobre Lam para llegar a algún tipo de solución.
En un comunicado, el gobierno de la ciudad dijo que “espera que los ciudadanos, al expresar sus puntos de vista y opiniones, así como al luchar por sus propios derechos y libertad, puedan incorporar los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos para respetar a los demás”. Todos los actos violentos e ilegales son contrarios al espíritu de la Declaración”.
“Desde junio de este año hasta ahora, ha habido más de 900 manifestaciones públicas, procesiones y reuniones públicas”, agregó el comunicado. “Infortunadamente, muchos terminaron en confrontaciones violentas e ilegales, que incluyeron el bloqueo imprudente de las carreteras, el lanzamiento de bombas de gasolina y ladrillos, incendios, vandalismo, el prender fuego tiendas e instalaciones del ferrocarril de tránsito masivo y el tren ligero, y golpear a personas con diferentes puntos de vista”.
La declaración dice que el gobierno estaba dispuesto a “entablar diálogos, basados en la base legal y bajo una atmósfera pacífica con confianza mutua”, y agregó que a raíz de la crisis del proyecto de ley de extradición que inició las protestas, ha “aprendido su lección y escuchará humildemente y aceptará críticas”.
El domingo, la policía dijo que había incautado “una gran cantidad de armas, incluyendo un arma de fuego y más de cien balas” durante los ataques esa mañana. Ocho hombres y tres mujeres fueron arrestados en relación con la operación, indicó el comunicado.
Eric Cheung y Rebecca Wright de CNN contribuyeron a este informe.