Washington (CNN) – Después de llegar a un acuerdo sobre la versión final del Tratado Estados Unidos-México-Canadá (conocido como T-MEC o USMCA, por sus siglas en inglés), el presidente Donald Trump tuiteó que “será el mejor y más importante acuerdo comercial jamás hecho por Estados Unidos”, y llamó a su predecesor, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA), “el peor acuerdo comercial de nuestro país”.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se hizo eco de esa opinión y dijo en su anuncio que “no hay duda, por supuesto, de que este acuerdo comercial es mucho mejor que el NAFTA”.
Pero los dos acuerdos son mucho más parecidos que diferentes, y el impacto de lo renegociado puede no ser tan grande. En abril, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, una agencia del gobierno federal, descubrió que la versión inicial del T-MEC crearía 176.000 empleos después de seis años y aumentaría el PIB en un 0,35%, un impacto que la agencia describió como “moderado”. (En aras de la comparación: Estados Unidos agregó 266.000 nuevos empleos solo en noviembre). La versión final completa aún no se ha dado a conocer públicamente.
Aquí hay cinco diferencias clave entre los dos acuerdos:
Impulso a la fabricación de automóviles
El T-MEC requiere que el 75% de las piezas de un vehículo se fabrique en uno de los tres países, en comparación con la regla actual del 62,5%, para permanecer libre de los aranceles al moverse entre los tres países signatarios.
También requiere que más piezas de vehículos sean fabricadas por trabajadores que ganen al menos $ 16 por hora, lo que puede impulsar la fabricación en Estados Unidos, donde los salarios son más altos que en México.
El informe de la Comisión de Comercio Internacional encontró que estos cambios añadirían 28.000 empleos a la industria durante seis años, al tiempo que conducirían a un pequeño aumento en el precio de los vehículos que pagan los consumidores.
Pero el Consejo de Política Automotriz de Estados Unidos, que representa a General Motors, Ford y Fiat-Chrysler, argumentó que el informe de la comisión subestimó las inversiones a largo plazo que los fabricantes de automóviles estadounidenses harán debido al T-MEC.
Un informe de la administración Trump fue más positivo, al proyectar que el acuerdo crearía 76.000 empleos automotrices en cinco años. Eso significaría un aumento de más del 7% en el empleo sobre los actuales 990.000 trabajadores automotrices estadounidenses.
El martes, el grupo comercial dijo que los tres grandes fabricantes de automóviles estaban “complacidos” de que el T-MEC estuviera avanzando.
“El T-MEC permite que la industria automotriz de EE. UU. permanezca competitiva a nivel mundial al garantizar que los vehículos y las autopartes puedan moverse libremente a través de las fronteras de los países”, dijo Matt Blunt, presidente del Consejo de Política Automotriz de Estados Unidos, en un comunicado
Pero las plantas de automóviles son capital intensivo y lleva mucho tiempo mover la producción. Analistas de la industria han dicho que algunos fabricantes de automóviles pueden optar por pagar el arancel, al menos al principio, en lugar de trasladar plantas o ampliar turnos.
Un portavoz de GM dijo el martes que la compañía ya había realizado numerosos cambios en anticipación de los estándares más estrictos establecidos por el T-MEC, incluido el plan de llevar la producción de un nuevo vehículo eléctrico Chevrolet de vuelta a Estados Unidos, así como construir una nueva planta de baterías GM / LG cerca de Lordstown, Ohio.
Se fortalecieron las leyes laborales
Los trabajadores de manufactura culpaban al TLCAN de enviar trabajos a México, donde los salarios son más bajos, y para los demócratas era una prioridad que el T-MEC fortaleciera la aplicación de las normas laborales, dejando un campo de juego más nivelado para los trabajadores estadounidenses.
Los legisladores pudieron incluir algunos cambios en el lenguaje de aplicación antes de llegar a un acuerdo el martes con la administración Trump, y el acuerdo ahora cuenta con el respaldo de la AFL-CIO, la federación de sindicatos más grande de Estados Unidos.
“Por primera vez, realmente habrá normas laborales exigibles, incluido un proceso que permita las inspecciones de fábricas e instalaciones que no cumplan con sus obligaciones”, dijo el presidente de AFL-CIO, Richard Trumka, en un comunicado.
El acuerdo alcanzado por los demócratas establece un comité interinstitucional que supervisará la implementación de la reforma laboral de México y el cumplimiento de las obligaciones laborales y un conjunto de puntos de referencia para que México cumpla con la implementación de las reformas.
Los productores de leche ganan mayor acceso al mercado
El TLCAN original eliminó los aranceles sobre la mayoría de los productos agrícolas comercializados entre los tres países. Canadá y México ya son los dos mercados de exportación más grandes para los agricultores y ganaderos estadounidenses.
El T-MEC mantendrá esos aranceles en cero, al tiempo que abrirá aún más el mercado canadiense a los productos lácteos, aves y huevos de Estados Unidos. A cambio, Estados Unidos permitirá que más productos lácteos, maní y productos de maní canadienses, así como una cantidad limitada de azúcar, crucen la frontera.
Actualización del TLCAN para la era digital
El T-MEC incluye nuevos beneficios para el sector tecnológico, en un capítulo sobre comercio digital que no era parte del TLCAN original. No se espera que las nuevas disposiciones creen directamente nuevos empleos, pero podrían proporcionar un impulso a las empresas estadounidenses de otras maneras.
Por ejemplo, el nuevo acuerdo comercial prohíbe que Canadá y México obliguen a las compañías estadounidenses a almacenar sus datos en servidores del país. También asegura que las compañías estadounidenses no puedan ser demandadas en Canadá y México por gran parte del contenido que aparece en sus plataformas, una protección legal que Pelosi había presionado para excluir del T-MEC en medio de un debate en curso en Estados Unidos sobre si las compañías tecnológicas aún merecen ese escudo de responsabilidad bajo la ley nacional.
El Congreso mantiene el control sobre medicamentos biológicos
Los demócratas negociaron la eliminación de lo que habrían sido protecciones nuevas y controvertidas para medicamentos biológicos. Argumentan que habría impedido al Congreso poder legislar sobre cuestiones de precios de medicamentos.
La disposición que se eliminó del acuerdo comercial habría requerido que los tres países brinden al menos 10 años de exclusividad para los productos biológicos, que son complejos y costosos de elaborar. Actualmente, Estados Unidos ofrece 12 años de exclusividad, mientras que Canadá brinda ocho años y México cinco años.
Los republicanos han apoyado durante mucho tiempo la inclusión de disposiciones de exclusividad para las compañías farmacéuticas en los acuerdos comerciales, y la industria farmacéutica rápidamente se opuso a la eliminación de la disposición.
“Eliminar la provisión de productos biológicos en el T-MEC elimina las protecciones vitales para los innovadores y no hace nada para ayudar a los pacientes estadounidenses a pagar sus medicamentos o acceder a futuros tratamientos y curas”, dijo Stephen Ubl, director ejecutivo de PhRMA, un grupo comercial.
“Los únicos ganadores de hoy son los gobiernos extranjeros que quieren robar la propiedad intelectual estadounidense y aprovechar el liderazgo mundial de Estados Unidos en investigación y desarrollo biofarmacéutico”.
Vanessa Yurkevich y Holmes Lybrand de CNN contribuyeron a esta historia.