(CNN) – A medida que los incendios forestales arden sin control en Australia, devorando ciudades enteras y dejando tras sí poco más que restos carbonizados de las casas, afloran notables historias de supervivencia en el estado de Nueva Gales del Sur.
Steve Harrison, un alfarero de 67 años, se escondió en un horno de cerámica improvisado para aislarse de las llamas mientras su propiedad era destruida. Harrison le dijo a la cadena pública de radiotelevisión australiana ABC que se quedó para proteger su casa en Balmoral, una comunidad al suroeste de Sydney que ha sido devastada por las llamas.
“Corrí hacia mi camioneta, pero mi jardín ya estaba en llamas, la entrada estaba en llamas, la carretera estaba en llamas, así que no pude evacuar”, dijo Harrison. “En realidad el día antes me había construido un pequeño horno en la parte trasera —un horno del tamaño de un ataúd— lo suficientemente grande como para entrar gateando”.
Harrison se escondió en el horno durante media hora mientras una “tormenta de fuego” azotaba.
“Era enorme, brillaba en tonos rojos anaranjados por todas partes. Daba miedo. Estaba aterrorizado”, recordó. “Podría haber (muerto) si no hubiera pensado en el plan B. En ese pequeño horno que hice tenía un extintor, un balde de agua, una botella de agua potable y una manta contra incendios”.
La jefa del gobierno de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, dijo a los periodistas en una rueda de prensa este domingo que ”no quedaba mucho” de Balmoral, hogar de unas 400 personas y donde hay 150 propiedades. Fue la segunda vez en tres días que los incendios devoraban el área.
“Tenemos la devastadora noticia de que no queda mucho en la ciudad de Balmoral”, dijo Berejiklian, y añadió que ”podría llevar años reconstruirla”.
Un emocionado bombero respondió a los reclamos de que los servicios de emergencia no hicieron lo suficiente para salvar la ciudad. Al bombero, de nombre Greg, se le hizo un nudo en la garganta mientras contaba a la estación de radio 2GB sobre las condiciones ”horribles” que soportó el Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur.
“Balmoral no ha sido borrado del mapa. No todo se perdió. Sigue ahí”, dijo.
“La insinuación de que fracasamos protegiendo ese pueblo… no sé cómo la tomarán los otros muchachos pero, a mí personalmente me ofende la insinuación de que perdimos el pueblo porque no lo perdimos”, dijo, y añadió que compañeros suyos están hospitalizados.
El Servicio de Bomberos Rurales del estado dijo el lunes que las condiciones habían “comenzado a amainar”, dando a los bomberos un respiro para “identificar y fortalecer las líneas de contención (de las llamas)”.
Sin embargo, las temperaturas ligeramente más frescas solo serán temporales, ya que los meteorólogos pronostican un retorno de las condiciones de calor para el final de la semana.
De acuerdo con Nine News Australia, afiliada de CNN, alrededor de 200 incendios arden en todo el país, nueve personas han muerto y más de 1.100 propiedades han sido destruidas.
La relación con el cambio climático
El primer ministro australiano, Scott Morrison, quien ha sido muy criticado por irse de vacaciones con su familia a Hawai mientras miles de bomberos trabajaban para contener los incendios, rechazó el lunes los reclamos sobre recortes “imprudentes” y “destructores de empleos” a la contaminante pero lucrativa industria del carbón.
“Australia está tomando medidas en relación al cambio climático”, dijo en una entrevista con el programa Today de Nine News. “Lo que no haremos es involucrarnos en objetivos imprudentes que perjudiquen el mercado laboral y que ahoguen a la economía.
“Un gobierno no se dirige sobre el sentimiento”, agregó. “El gobierno se dirige sobre los hechos y sobre lo que se necesita hacer para proteger el medio ambiente y su sostenibilidad para el futuro, para proteger nuestra economía, los empleos y los medios de vida de los que dependen los australianos”.
Los incendios forestales, que han estado ardiendo durante dos meses, se han exacerbado por los fuertes vientos que avivan las llamas y propagan brasas peligrosas, y por el aumento de las temperaturas, incluida una ola de calor récord que comenzó a principios de esta semana.
Morrison y su gobierno han sido criticados por no hacer lo suficiente para prevenir la crisis climática. Australia fue catalogado como el país con peor desempeño en política de cambio climático en el Índice de Desempeño frente al Cambio Climático 2020 que se publicó este mes. El informe, que analizó las emisiones de los países, las energías renovables, el uso y la política energética, criticó al gobierno por ser “una fuerza cada vez más regresiva”.
Sin embargo, el primer ministro ha reconocido que había una conexión entre los fenómenos meteorológicos, los incendios y la emergencia climática mundial. En una conferencia de prensa el domingo, Morrison dijo que “no hay duda” sobre los vínculos entre “cuestiones más amplias del cambio climático global y los eventos climáticos en todo el mundo”.
“Pero estoy seguro de que la gente igualmente reconocerá que la conexión directa con cualquier evento de incendio único, no es una sugerencia creíble para hacer esa conexión”, agregó.
Morrison insiste en que la nación cumplirá sus objetivos de emisiones para 2030, a los que se comprometió en la cumbre climática de las Naciones Unidas de 2015, cuando se fijó reducir las emisiones entre un 26% y 27% por debajo de los niveles de 2005.