Nueva York (CNN Business) – Un importante editor del diario The Washington Post dijo el martes que una periodista que fue suspendida por tuits que publicó inmediatamente después de la muerte de Kobe Bryant no había violado la política de redes sociales del periódico. La reportera fue reincorporada a su cargo.
La reportera, Felicia Sonmez, se enfrentó a una violenta reacción en línea después de que tuiteó una historia de Daily Beast de 2016, solo horas después de la noticia del trágico accidente de helicóptero de la leyenda del baloncesto, que detallaba una acusación de agresión sexual contra él.
Bryant fue acusado en 2003 de agresión sexual, pero el cargo penal fue retirado más tarde. Aunque Bryant no llegó a admitir su culpabilidad, reconoció que si bien consideraba el encuentro como consensuado, su acusadora no lo hizo. Bryant luego resolvió una demanda civil con su acusadora por una cantidad de dinero no revelada.
El periódico dijo el lunes que Sonmez había sido puesta en licencia administrativa mientras se revisaba si sus tuits violaban las políticas del periódico, una acción que fue ampliamente criticada por periodistas, incluido el crítico de medios de The Washington Post, Erik Wemple.
“Después de realizar una revisión interna, hemos determinado que, si bien consideramos que los tuits de Felicia no fueron oportunos, ella no violó clara y directamente nuestra política de redes sociales”, dijo en un comunicado Tracy Grant, editora ejecutiva de The Washington Post.
“En redes sociales, los reporteros representan a The Washington Post, y nuestra política establece que ‘debemos tener siempre presente la preservación de la reputación de The Washington Post por su excelencia periodística, justicia e independencia’”, continuó Grant. “Instamos constantemente a la moderación, lo cual es particularmente importante cuando hay muertes trágicas”.
Y concluyó: “Lamentamos haber hablado públicamente sobre un asunto de nuestro personal”.
Un portavoz de The Washington Post agregó a CNN Business que Sonmez había sido reincorporada a su cargo.
Grant había dicho en un comunicado el lunes que los tuits de Sonmez “mostraban un juicio pobre que socavaba el trabajo de sus colegas”. Y, según The New York Times, Marty Baron, editor ejecutivo de The Washington Post, envió un correo electrónico a Sonmez después de que sus tuits se publicaron inicialmente para decir estos mostraban “una verdadera falta de juicio”.
El martes, Sonmez tuiteó que cree que los lectores y el personal del periódico, incluida ella misma, deberían escuchar directamente a Barón sobre el manejo que le dio el periódico a este asunto.
“Los periodistas de The Washington Post se esfuerzan por cumplir con la declaración de misión del periódico, que dice: ‘El periódico dirá TODA la verdad hasta donde pueda conocerla, en relación con los asuntos importantes de Estados Unidos y el mundo’”, escribió. “Mi suspensión y el correo electrónico del 26 de enero del señor Baron advirtiéndome que mis tuits sobre un asunto de registro público estaban ‘perjudicando a esta institución’, desafortunadamente han sembrado confusión sobre la profundidad del compromiso de la gerencia con este objetivo”.
Wemple escribió el lunes que la suspensión de Sonmez por parte del diario fue “equivocada”.
Sonmez le dijo a Wemple que se quedó en una habitación de hotel el domingo por la noche por temor a su seguridad después de recibir amenazas de muerte por sus tuits.
Según Wemple, Grant le dijo previamente en un correo electrónico que la preocupación del periódico con el tuit de Sonmez era que no “pertenecía” a su “área de cobertura”.
Pero, como observó Wemple, “si los periodistas en el periódico son propensos a la suspensión por tuitear historias fuera de campo de acción, toda la sala de redacción debería estar de licencia administrativa”.
Sonmez fue una de las dos personas que acusó a Jonathan Kaiman, exjefe de la oficina de Beijing de The Los Angeles Times, de conducta sexual inapropiada en 2018.
Después de una investigación, Kaiman finalmente renunció, según The New York Times, aunque defendió sus acciones y dijo que fueron “mutuamente consensuadas”.
En un comunicado publicado el lunes, The Post Guild, que representa a los empleados del periódico, dijo: “Esta no es la primera vez que The Post ha tratado de controlar cómo Felicia habla sobre asuntos de violencia sexual”.
“Felicia es una sobreviviente de asalto que valientemente presentó su historia hace dos años. Cuando se publicaron artículos en que otros medios la atacaban, el diario no emitió una declaración en apoyo de una de sus respetadas reporteras de política”, dijo Guild. “En cambio, la gerencia emitió una carta de advertencia contra Felicia por violar las vagas e inconsistentes directrices de las redes sociales de The Post”.
The Post Guild criticó a The Washington Post, diciendo que el periódico “no había ofrecido una explicación clara de por qué la pusieron en licencia”.