(CNN Español) – En días pasados, se rumoró sobre la supuesta liberación de Lucero Sánchez, exlegisladora local por el estado de Sinaloa del partido Acción Nacional en México y quien testificó contra el Chapo Guzmán.
Su ficha muestra que ya no está bajo la custodia del Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos. Esto no significa que esté libre; simplemente hasta este momento su paradero es desconocido. La secrecía en torno a su caso es mucha; los documentos sobre los beneficios que habría obtenido por declarar contra Guzmán se encuentran, en su mayor parte, sellados. Sin un posicionamiento por parte de la autoridad, la pregunta queda sin respuesta; hasta ahora, nadie sabe donde está. Lo cierto es que su historia llena de matices, supera cualquier ficción.
Droga marcada con un 4 y un corazón
Un 7 de julio de 2016, Lucero Guadalupe Sánchez López, ahora de 30 años de edad, aparecía ante los medios de comunicación en Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa, para negar rotundamente conexión alguna con un miembro del narcotráfico: “No soy novia ni conozco, ni me interesa conocer a otra persona, mucho menos si es parte de la delincuencia organizada”. Pero su declaración era mentira. Detrás de sus palabras se escondía una historia de negocio, drogas, pasión y amor con Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como el Chapo.
Este tórrido romance quedó plasmado en una de las cartas que el mismo Guzmán le escribió a Lucero y que fueron en su momento presentadas como pruebas por la Fiscalía de Estados Unidos durante el juicio realizado en su contra. “Vivir sin tus caricias es mucho desamparo, vivir sin tus palabras es mucha soledad porque te amo y siempre te amaré” le dijo Guzmán a Sánchez. En su testimonio contra Guzmán en enero de 2019 declaró que lo conoció, dijo en 2010, cuando tenía apenas 21 años de edad.
En este mismo escrito, Guzmán le comenta: “No dejes de estarle hablando al licenciado para lo de la identificación ya debe estar listo amorcito”. Así pues, este vínculo entre ambos quedó al descubierto y registrado cuando Sánchez precisamente ingresó en 2014 al penal de máxima seguridad del Altiplano ubicado en la localidad de Almoloya de Juárez en el Estado de México utilizando una identificación falsa para poder entrar y ver a Guzmán; esto además quedó grabado por las cámaras de seguridad del complejo, donde también quedó asentado que estaba embarazada.
Fue el 21 de junio de 2017 cuando Sánchez fue detenida en el paso fronterizo de Otay Mesa entre Tijuana y San Diego. Ahí un agente de la seguridad estadounidense le dijo que su visa había sido cancelada por el Departamento de Estado y fue a partir de ahí que su historia cambió para siempre; de una diputada local en Sinaloa por el partido Acción Nacional pasó a ser una delincuente. Se le acusó de conspiración para ingresar 5 kilos o más de cocaína a los Estados Unidos.
En varias comunicaciones en poder de la Corte del Distrito Sur de California de EE.UU., Sánchez aparece involucrada en el delito de lavado de dinero directamente para el Cártel de Sinaloa. En estas conversaciones, se mencionan varias cantidades: por ejemplo se cita una conversación donde una persona nombrada como Pancho debe entregar 100 mil dólares, otra donde Sánchez afirma que Pancho recogió 500 mil dólares. Según la misma Fiscalía, Lucero facilitó en cierto momento a Guzmán el movimiento de ganancias, obtenidas a partir del trasiego de drogas.
En varios mensajes de texto que fueron presentados por la Fiscalía durante el juicio contra el Chapo, quedó claro que Lucero sabía de las operaciones. En una ocasión ella le comenta a Guzmán: “no cupieron los paquetes en el avión, ya quedaron 50 kilos empaquetados”, Guzmán le pregunta “¿Cuántos eran amor?, ella le responde: 400 kilogramos solo cupieron 350”.
Algo claro fue que Lucero aprovechaba las comunicaciones para mostrarle su amor, ella continúa y le dice a Guzmán: “llevan la marca de un 4 en un corazón, amor hasta ahí va un corazón, Guzmán le responde: “¡qué emoción!” y ella sigue, “sí amor, ese es un corazón y el cuatro; el corazón es que lo amo y el cuatro en que bendigo el día que usted llegó a este mundo, el día de su cumple”.
Aquí la conversación completa:
Según Sánchez, el Chapo la llevó a ejecutar trasiego de marihuana sin darle el pago correspondiente. Ella aseguró que el Chapo le indicaba que cuando la comprara, ésta debía tener las 3 b: buena bonita y barata. Ella aseguró que en ocasiones iba directamente con los productores para hacer las negociaciones.
Ella le dijo en otro mensaje: “quiero que esté orgullosa de mi y quiero que sepa, aquí donde estoy frente a la virgen que de verdad lo amo y que lo extraño mucho y que si existe la manera de que usted y yo estemos juntos para siempre, yo seré la mujer más dichosa del mundo”. Pero también le tenía miedo, dijo Sánchez durante su testimonio. En una ocasión, Guzmán le dijo, “la mentira es la que acarrea malestar, tú nunca eches mentira y siempre te verán bien amor”.
Cuando ella testificó contra él, en lo que muchos han calificado como el juicio del siglo, rompió en llanto: “hasta hoy estoy confundida, pensé que era una relación romántica, como pareja”, esto lo declaró justo frente a Guzmán y Emma Coronel, actual esposa de Guzmán, quién se rio en la corte al escuchar estas palabras. En el mismo testimonio, ella aseguró que hablaba todos los días y a toda hora con el Chapo, “era su esposa casera, pues no podía salir de casa”, aseguró Sánchez.
Durante su testimonio contra Guzmán reveló otras intimidades, afirmó que le compraba camisas, pantalones, zapatos, ropa interior, incluso recortaba los pantalones del Chapo pues por su baja estatura, éstos le quedaban largos. Esto ocurrió a mediados de 2011, ya para 2014 la relación era intermitente. Fue en ese año cuando en un operativo realizado el 16 de febrero ella tuvo que escapar junto a Guzmán por un túnel construido debajo de una de las casas de seguridad del Chapo. Se encontraban juntos en la habitación, él tuvo que correr desnudo. Tiempo después, él fue capturado y fue cuando ella decidió postularse como candidata a diputada, cargo que obtuvo y ocupó por tres años antes de ser descubierta por las autoridades mexicanas, acusada de haber utilizado esa identificación falsa, lo cual le mereció ser destituida del puesto. Al ser enjuiciada por las autoridades de Estados Unidos, se declaró culpable y al haber participado como testigo colaborador en el juicio contra Guzmán, entró a un acuerdo de cooperación para recibir algunos beneficios legales de los cuales no se han dado detalles, hasta el momento.