(CNN) – Los ministros de salud de la Unión Europea sostuvieron este viernes conversaciones de emergencia acerca de la respuesta al brote de coronavirus que se ha propagado a casi todos sus 27 estados miembros, mientras aumentan las preguntas sobre la aparente falta de preparación en Europa.
Más de dos meses después de que se reportaran los primeros casos conocidos en China, el número de infecciones confirmadas en los estados miembros de la Unión Europea superó los 5.500.
Sin embargo, observadores aseguran que las medidas agresivas necesarias para evitar una epidemia aún no se han materializado.
El ministro de Salud de República Checa, Adam Vojtěch, señaló antes de la reunión en Bruselas este viernes que “la falta de máscaras protectoras y de todo el equipo de protección y de desinfectante” es “realmente preocupante”. En ese sentido, pidió a la Comisión Europea que acelere su proceso de adquisición, algo el poder ejecutivo de la Unión Europea indicó que haría hace casi dos semanas.
El comisionado de industria de la Unión Europea, Thierry Breton, emitió un comunicado el viernes pasado en el que solicitó a los estados miembros información sobre los impactos en la cadena de suministro a lo largo de un mes, pero los problemas salieron a la luz esta semana: en Alemania, el Ministerio de Salud autorizó a las farmacias a mezclar soluciones desinfectantes por su cuenta. En Francia, el presidente Emmanuel Macron anunció que el gobierno tomaría el control de la producción y distribución de máscaras faciales.
El continente también podría enfrentar escasez de medicamentos debido a problemas relacionados con importaciones farmacéuticas desde China e India, advirtió este jueves el director de Salud Pública de la Comisión Europea, un día después de que un funcionario de la Unión Europea tuviera resultados positivos para el coronavirus virus en Bruselas.
“Tenemos un problema con las cadenas de suministro por la situación en China y también a la decisión tomada ayer por la India respecto a sus productos e ingredientes farmacéuticos”, aseguró John Ryan.
Muchos países a lo largo de Europa ya enfrentaban escasez de medicamentos antes de que comenzara el virus, especialmente en medicamentos respiratorios, de acuerdo un informe publicado por el Grupo Farmacéutico de la Unión Europea (PGEU, por sus siglas en inglés).
Incluso cuando la Unión Europea intentó ponerse al tope del brote, el virus afectó sus actividades cotidianas. Una reunión de embajadores del bloque programada para este viernes no se realizó, después de que se conociera que el representante croata había estado en contacto con un miembro del personal de la Unión Europea que luego se confirmó había contraído con el virus, le dijo un funcionario de la UE a CNN.
No todo es culpa de la Unión Europea
Si Europa no está preparada para enfrentar el coronovirus, la responsabilidad no es completamente de la Unión Europea. Los estados miembros son responsables de sus propios servicios de salud y políticas fronterizas. Pero los funcionarios en Bruselas han advertido que las naciones de la UE no han compartido suficiente información entre ellos ni con el propio bloque.
La comisionada europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, instó el viernes a los estados miembros a “compartir información con nosotros y entre ellos sobre las medidas adoptadas y planificadas en sus países”.
“Utilicen los canales que hemos establecido para informarnos sobre cualquier necesidad que puedan tener y cualquier soporte adicional que podamos brindarles”, señaló la funcionaria, y agregó que “todos estamos mejor protegidos si todos trabajamos juntos”.
Las medidas de detección del virus han variado en Europa. Los expertos en aviación indicaron que solo unos pocos países exigen declaraciones de salud pública de los pasajeros que regresan de lugares gravemente afectados, como China o Italia.
Una de las razones por las que muchos países europeos no han impuesto restricciones de viaje a los lugares más afectados por el coronavirus se debe a un marco legal internacional que gobierna la forma en que las naciones responden a los brotes, según el Dr. Osman Dar, experto en salud pública del centro de estudios británico Chatham House.
Conocido como el Reglamento Sanitario Internacional (IHR, por sus siglas en inglés), la norma busca incentivar a los países a reportar nuevos riesgos ante organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales luego pueden lanzar una respuesta coordinada.
Este marco implica que “los países que informaron inicialmente estarían protegidos de las restricciones comerciales y de viaje, y también de los efectos socioeconómicos”, explicó Dar, describiendo la medida como una “especie de ‘gran pacto’”.
Dar también dijo que no sería justo comparar Europa con otros sistemas de salud: “China ha respondido [al brote] con una velocidad abrumadora y realmente son el único país que puede hacerlo a ese tipo de escala”.
Los sólidos sistemas de salud pública en Europa denotan que sus países son más resistentes que la mayoría, pero aún así, el virus aparentemente los ha tomado a ellos, y al resto del mundo, por sorpresa.
“Necesitamos desacelerar el contagio de este virus porque los sistemas de salud en todo el mundo –y me refiero al norte y al sur– simplemente no están preparados”, destacó el Dr. Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud, en una conferencia de prensa este viernes.
Esto fue evidente en Italia, donde el primer ministro Giuseppe Conte admitió que un hospital en la ciudad norteña de Codogno manejó de manera inadecuada el primer caso de coronavirus de la región y contribuyó a la propagación del virus mortal. La semana pasada, funcionarios de salud italianos advirtieron que sus hospitales estaban luchando con una “crisis de hacinamiento”.
El mismo problema se observó inicialmente en la provincia china de Hubei, donde se originó el brote, una situación que se cree ayudó a acelerar la propagación del virus en sus primeras etapas.
Italia ha impuesto algunas de las medidas más restrictivas en Europa para contener la propagación, incluyendo el cierre de ciudades en el norte del país y la suspensión nacional de todas las escuelas y universidades.
Otros países europeos han comenzado lentamente a seguir su ejemplo. El sábado pasado, Francia prohibió las reuniones públicas con más de 5.000 personas, según informó la agencia Reuters, y a medida que aumentaba el número de casos en el Reino Unido, su gobierno publicó su plan de acción contra el virus el martes.