(CNN)– El Gremio de Brasil protestó por tener que jugar un partido mientras el país sudamericano lucha contra la pandemia del coronavirus COVID-19.
Los jugadores del club brasileño Gremio de Porto Alegre salieron al campo con máscaras antes de su empate a puertas cerradas en el campeonato estatal contra el Sao Luiz el domingo.
Dirigidos por Renato Portaluppi, los once iniciales se alinearon para la foto del equipo antes del partido con las máscaras y finalmente ganaron 3-2 en su estadio Arena do Gremio sin público.
Después del partido, Portaluppi instó a las autoridades del país a considerar la seguridad de quienes trabajan durante los juegos.
“No tiene sentido cerrar las puertas a los aficionados. Por lo tanto, los seguidores están protegidos y afectan entonces a quienes trabajan en el fútbol. Todo el mundo se ha detenido, ¿no debería detenerse también el fútbol brasileño? Ese es nuestro mensaje y espero que escuchen. Esperamos que prevalezca el buen sentido”. Aseguró Portaluppi en declaraciones a Reuters.
Por otro lado, el presidente del club, Paulo Luz, también agregó que “la vida debe tener prioridad”.
A diferencia de la gran mayoría del fútbol europeo y de otros países en el continente americano, el balompié en Brasil todavía sigue su curso con partidos a puerta cerrada.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) dijo que suspendería todas las competiciones nacionales, mientras que las federaciones encargadas de los campeonatos estatales tendrán la decisión final sobre sus torneos.
Los torneos afectados incluyen la Copa de Brasil de hombres, torneos femeninos y juveniles.
El ‘Brasileirao’, torneo que agrupa a todos los equipos de la primera división del país, está programado para comenzar en abril.
El presidente del país, Jair Bolsonaro, reaccionó ante la medida y consideró una muestra de “histeria” la decisión tomada por la CBF.
Fabio Wajngarten, secretario de Prensa del presidente brasileño Jair Bolsonaro, dio positivo el jueves por coronavirus, dijeron dos fuentes a CNN.