¿Por qué el jabón, el desinfectante y el agua tibia funcionan contra el covid-19 y otros virus?
(CNN Español) -- ¿Cansado de lavarte las manos durante 20 segundos todo el tiempo? ¿Tus dedos han comenzado a pelarse o a sentirse como papel de lija?
Por favor no pares.
El mundo cuenta contigo para ayudar a detener la propagación del covid-19, la nueva enfermedad mortal causada por el SARS-CoV-2, o el Síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2.
Piensa que mientras estás tallando, también matas una gran cantidad de otras bacterias desagradables y virus potencialmente letales que han plagado a los humanos durante siglos, incluida la influenza y una serie de diferentes coronavirus.
"Hay cuatro coronavirus que circulan en humanos regularmente, casi todos los años", dijo el virólogo Dr. John Williams, jefe de la división de enfermedades infecciosas pediátricas del Hospital de Niños de Pittsburgh del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.
"Y causan principalmente resfriados; de hecho, causan alrededor de un tercio de los resfriados comunes. No matan personas", agregó.
Los coronavirus no son los únicos parásitos desagradables que sucumben a una aplicación vigorosa de agua y jabón. La influenza, que mata a millones en todo el mundo cada año, y el metapneumovirus humano, que causa una infección respiratoria que puede provocar neumonía, también se descomponen y mueren.
¿Cómo algo tan simple como el jabón y el agua tibia, y los desinfectantes a base de alcohol, obtuvieron tal poder sobre estos parásitos?
La respuesta radica en su "piel" y en tu técnica de fregado.
Lo que hacen el jabón y el agua tibia
Bajo el microscopio, los coronavirus parecen estar cubiertos con agujas puntiagudas, lo que les da la apariencia de tener una "corona", de ahí su nombre. Debajo de la corona está la capa externa del virus, que está compuesta de lípidos, o lo que tú y yo llamaríamos grasa.
Ahora imagina que el coronavirus es tu plato para la mantequilla, cubierto con grasa mantecosa.
"Intentas lavar tu plato de mantequilla solo con agua, pero esa mantequilla no sale del plato", explicó Williams. "Se necesita un poco de jabón para disolver la grasa. Por lo tanto, el jabón o el alcohol son muy, muy efectivos contra la disolución de ese recubrimiento líquido grasiento del virus".
¿Qué le pasa al germen si pierde esa capa externa?
"Inactiva físicamente el virus, por lo que ya no puede unirse y entrar en las células humanas", dijo Wllliams.
La forma en que el jabón logra esta hazaña es una ciencia bastante extraña y fascinante.
Se trata de cómo se forman las moléculas de jabón: cada una se parece mucho a un pequeño espermatozoide, con cabeza y cola. La cabeza se adhiere al agua pero la cola la rechaza, prefiriendo el aceite y la grasa.
Tratando frenéticamente de escapar del agua, la cola del jabón se hunde en la capa externa grasa del virus y comienza a abrirla, al igual que podríamos usar una palanca para separar dos pedazos de madera.
Una vez que el virus o la bacteria se abre, derrama sus tripas en el agua jabonosa y muere.
El agua y el lavado con las manos son importantes para este proceso porque la combinación crea más burbujas de jabón, que interrumpen los enlaces químicos que permiten que las bacterias, virus y otros gérmenes se adhieran a las superficies.
Querrás fregar, acumular burbujas y restregar un poco más, metiéndote en cada grieta de tus manos y dedos, incluidas las uñas, durante 20 segundos, que es aproximadamente el tiempo que lleva cantar el Feliz cumpleaños dos veces. (Pero si estás cansado de esa canción, hay canciones de cada década que puedes cantar en su lugar).
Ahora, cuando te enjuagas las manos, todos los gérmenes que han sido lastimados, atrapados o asesinados por las moléculas de jabón se eliminan.
"Todas esas burbujas y espuma ... literalmente recogen los gérmenes y los envían por el desagüe", dijo el Dr. William Schaffner, profesor de medicina preventiva y enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville.
A menudo escuchas que el agua con la que te lavas debe estar tibia, pero ¿por qué? Después de todo, incluso el agua caliente no mata las bacterias o los virus hasta que alcanza una temperatura que podría escaldar la piel.
"El agua fría funcionará, pero debes asegurarte de que trabajas muy vigorosamente para hacer espuma y hacer que todo esté jabonoso y burbujeante", dijo el químico Bill Wuest, profesor asociado de la Universidad de Emory que estudia desinfectantes.
Para hacer eso, es posible que tengas que cantar "Feliz cumpleaños" tres veces en lugar de dos.
"El agua tibia con jabón obtiene una espuma mucho mejor, más burbujas", dijo Wuest. "Es una indicación de que el jabón está ... tratando de encapsular la suciedad y las bacterias y los virus en ellos".
Lo que hacen los desinfectantes a base de alcohol
Los desinfectantes para manos a base de alcohol pueden ser tan efectivos como el jabón si se usan adecuadamente, explicó Schaffner.
"Necesitan tener al menos 60% de alcohol", dijo Schaffner. "Es el alcohol el que mata los virus".
Solo poner una cucharada en la palma de tu mano y limpiarte rápidamente no es suficiente, dijo Schaffner.
"Tienes que usar lo suficiente y ponerlo en todas las superficies", dijo. "Frótalo sobre tus manos, entre tus dedos y en el dorso de tus manos".
"Eso es porque el alcohol es una propiedad química diferente", dijo Wuest. "Ayuda a romper las membranas germinales, pero debes asegurarte de que entre en contacto directo con la bacteria o el virus".
Pero hay situaciones en las que el agua y el jabón son mejores, dijo Williams, debido a la capacidad del agua y el jabón para atrapar y eliminar los microorganismos.
"El alcohol es bastante efectivo para matar gérmenes, pero no hace que las cosas se vayan", dijo. "Entonces, si alguien acaba de estornudar en su mano y su mano está cubierta de mucosidad, tendrían que usar mucho más alcohol para inactivar esa bacteria o virus.
"Entonces, si las manos de alguien están visiblemente o muy contaminadas, el jabón y el agua son mejores ", dijo Williams.
Eso es especialmente importante porque hay gérmenes y bacterias desagradables que no tienen vientres suaves y grasos que las burbujas de jabón pueden atacar, como el virus de la hepatitis A, el poliovirus, la meningitis y la neumonía.
Así que la próxima vez que te laves las manos por enésima vez, enorgullécete de todas esas burbujas de jabón que estás creando y disfruta el placer de imaginar que esas criaturas microscópicas y muertas se van por el desagüe.