(CNN Español) – Ni la alerta sanitaria por coronavirus, decretada en México del 30 de marzo al 30 de abril, ni las reiteradas invitaciones de las autoridades sanitarias a permanecer en casa han logrado frenar la ola de violencia que se vive en distintos puntos del país.
De acuerdo a los reportes de fiscalías estatales y dependencias federales, el 1 de abril se registraron 79 homicidios dolosos. Un día antes, el 31 de marzo, 80.
En total, durante marzo, 2.585 personas fueron asesinadas, convirtiendo este mes en el más violento desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia, como lo señaló en entrevista con CNN, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano. “De hecho se posicionaría al mismo nivel, del peor nivel en la administración de Enrique Peña Nieto, que fue julio de 2018”.
Y si el problema continúa y se profundiza, dice, es porque hasta ahora ninguno de los tres últimos gobiernos han logrado desarrollar una estrategia clara.
“La violencia sigue desmedida porque se siguen tomando decisiones de una manera bastante absurda y sin visión, como se ha hecho siempre en México. Lo que tanto le criticamos a Calderón era fuiste a la guerra sin armas, en el sexenio de Enrique Peña Nieto se olvida la Policía Federal y por lo tanto la delincuencia crece”.
En tanto que el presidente Andrés Manuel López Obrador, con su estrategia “Abrazos, no balazos”, apuesta -dice- por los programas que incentiven el desarrollo social y el combate a la corrupción, como sus principales armas en contra del crimen.
Con el arribo de la inevitable Fase 3 por contagio del coronavirus, con una dispersión importante de casos a nivel regional –miles han dicho las autoridades–, muchos se preguntan si esto podría ser un factor exógeno que frenara la ola de violencia.
Para Rivas, es previsible que haya una disminución de los delitos patrimoniales, en la medida en que habrán menos negocios abiertos, menos gente en las calles, pero eso no significa –afirma– que los grupos del crimen organizado dejarán de operar, ni siquiera por miedo a un contagio.
“Yo creo que la delincuencia organizada seguirá su operación tal y como la sigue hasta ahorita, y es más puede intensificarla precisamente porque es un momento donde el gobierno está particularmente vulnerable”.