Londres (CNN) – Antes de que el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, tuviera que ser trasladado a cuidados intensivos, el lunes por la noche, debido al empeoramiento de los síntomas relacionados con el nuevo coronavirus, le pidió a su secretario de Relaciones Exteriores y primer secretario de Estado, Dominic Raab, que lo sustituyera “donde fuera necesario”.
Si bien ahora es un momento de gran incertidumbre para la población británica, la entrega de algunos deberes de Johnson a Raab debería ser relativamente fluida y es poco probable que afecte cualquier tema gubernamental inmediato.
Menos claro es lo que sucederá si Johnson estuviese incapacitado por más de unos pocos días. No hay un plan B claro en la Constitución de Gran Bretaña o en el Manual del Gabinete que establezca las reglas para dirigir el Gobierno, de quién debería asumir el control si Johnson no puede liderar el país, dijeron expertos a Reuters.
Una cosa debería ayudar en términos de continuidad: a diferencia de Estados Unidos, donde un presidente puede provenir de un partido diferente al de los líderes del Congreso, el Gobierno británico está compuesto en su totalidad por miembros del Parlamento del partido de Johnson, que obtuvo la mayoría de los escaños en las elecciones de diciembre, lo que significa que opera como una sola entidad.
Un ardiente partidario del brexit
Raab, un exabogado, de 46 años, fue elegido para el Parlamento en 2010, y pasó toda su carrera política en la misma ala del partido que anhelaba secretamente que Johnson tomara las riendas.
Al igual que Johnson, Raab es un antiguo defensor del brexit y estaba dispuesto a ser una espina en el lado de su propio partido cuando tenía más liderazgo proeuropeo.
A pesar de sus inclinaciones euroescépticas, sus cualidades fueron notadas por ese liderazgo proeuropeo, y cuando el entonces primer ministro David Cameron ganó la reelección, en 2015, a Raab se le ofreció un trabajo en el Gobierno. En ese momento, Raab fue visto como una estrella en ascenso dentro del partido, y su promoción fue vista como una forma de que Cameron reforzara sus propias credenciales euroescépticas.
Raab trabajó anteriormente en el gabinete de Theresa May como secretario del brexit, y renunció en protesta al acuerdo preliminar al que llegó la entonces primera ministra con la Unión Europea. A pesar de enfrentarse a Johnson en la elección interna por el liderazgo conservador, el año pasado, ha sido extraordinariamente leal al primer ministro desde entonces.
Si bien Raab es quizás menos liberal socialmente que Johnson, es muy poco probable que se aleje radicalmente de la agenda del primer ministro a corto plazo, no solo porque simplemente no hay tiempo suficiente para cambiar la política del Gobierno durante un período de crisis nacional, sino también porque el gabinete británico trabaja según el principio de responsabilidad colectiva.