Cortesía: Chanel @OLIVER SAILLANT

Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades por más de dos décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de Estilo de CNN en Español.

(CNN Español) – Hice mi primera entrevista vía FaceTime y fue con Amanda Sánchez. Es una de las modelos más importantes de Francia y de las más influyentes según la revista Vogue, pero irónicamente también una de las más desconocidas. Ella, como millones en el mundo, desde hace más de un mes practica el distanciamiento social, el #yomequedoencasa.

Les digo lo de “desconocida” porque esta modelo brasileña -de padre catalán y madre también brasileña- de 40 años, guapa y amabilísima, es la “fit model” de Chanel, y en ella se han entallado y probado todas las colecciones de la marca francesa en los últimos 18 años. Pero, curiosamente, poca gente la conoce, así que no la persiguen los paparazzi y ni nadie la ve pasar horas y horas en el taller de alta costura de la Rue Cambon, donde le prueban modelo tras modelo. ¡Fue por años un maniquí humano a quien Karl Lagerfeld adoraba, igual que lo hace ahora Virginie Viard, la actual creadora de la firma!

Me resulta superinteresante que una latinoamericana tenga esta posición tan original en una casa de moda tan famosa, ¿no les parece? Por eso mismo y por estar muy interesada en compartir con mujeres de distintas profesiones, edades y partes del mundo, en estos momentos tan difíciles, quería saber cómo llevaba Amanda el confinamiento en una ciudad tan bella, pero que está sufriendo tanto.

Cuando hablamos por FaceTime llevaba encerrada en su apartamento parisino 43 días, junto a su hijo de 13 años y a su gato. Y como me habían parecido simpáticas las fotos de su “encierro” en Instagram (limpiando, pasando la aspiradora, bailando o jugando con su hijo y su gato) le escribí un mensaje directo, me contestó… ¡y voilà!

Una vez más comprobé que las mujeres somos fuertes, probadas en las circunstancias más difíciles y enormemente adaptables al mundo que nos rodea. Y sin importar dónde vivamos, ni qué edad tengamos, cuál sea nuestra profesión o nuestro origen étnico y social. Todas somos muy parecidas y estamos maravillosamente guiadas por nuestro amor a la familia y a la vida.

Crédito: @AMANDA SANCHEZ

La rutina de Amanda durante estos días de “stay at home” es como la de muchas de nosotras: limpiar la casa, cuidar las plantas, cocinar (“he aprendido en estas semanas y resulta que a mi hijo le gusta”), hacer la compra con mascarilla y cuidando la distancia social requerida, y pasar horas y horas en su apartamento leyendo, viendo TV, conversando con colegas y manteniéndose, según nos dice, “lo más ocupada posible”.

- Tengo la suerte de que siempre he disfrutado estar en mi casa… Y, como en estos momentos no tengo pareja, puedo dedicarme a mi hijo, a mis cosas y a reflexionar sobre lo que está ocurriendo… ¡Pero lo más difícil es que echo mucho de menos a mi familia en São Paulo y a mi trabajo, donde somos como una familia! Un lugar a donde llego todos los días a las 10 a.m. y me voy a las 6 o 7 p.m., y donde todo es muy relax. Me siento desubicada sin estar allí… Soy muy besucona y cariñosa con mis colegas y amigos. Dudo mucho que en el futuro podamos expresarnos así… Cero abrazos y cariños…, ¡qué mundo tan raro nos espera! Es algo tan diferente a mi naturaleza… Aunque tengo suerte de estar bien de salud, igual que mi familia y mis amigos más cercanos… Por lo que cada día aprendo a desarrollar más paciencia… ¡Y eso que siempre he sido muy tranquila!”

Le pregunto que cómo es posible encontrar una brasileña “tranquila” y se echa a reír: “No sé, pero quizás en mi manera de ser cariñosa y amorosa es que se notan esos genes catalanes-brasileños, pues no soy nada fría, y eso mismo le encantaba a Karl. Mi naturaleza es muy alegre, y eso me ayuda mucho ahora”.

En París son muy estrictos con el distanciamiento social, y hay que llevar una nota oficial para poder salir al mercado, a la farmacia o a caminar por un perímetro máximo de 1 kilómetro alrededor de la vivienda. “Y así hago… soy muy obediente, además que es por el bien de todos. Aunque a mediados de mayo es posible que comience a trabajar. Ya me lo han dicho y, para evitar el transporte público, puedo caminar de casa al atelier en solo 20 minutos, como siempre lo he hecho, sería maravilloso”.

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Amanda Sánchez vivió en São Paulo hasta los 20 años y, tal como sueñan muchas chicas latinoamericanas, cumplió su gran deseo de viajar a París a buscar una oportunidad en el mundo de la moda.

- Soy muy alta -mido 1,76 cm- y siempre he sido delgada, por lo que pensé que podría modelar. Y tuve una gran suerte, porque fui a un “casting” en Chanel, que estaba escogiendo “fit models” para entallar los diseños para una sola sesión de preparación en el estudio. ¡Y me contrataron para esa sesión! Después les gustó mi estilo, mi estatura y mis medidas eran las que buscaban… ¡y me ofrecieron el puesto permanente! Karl y Virginie estaban muy contentos conmigo… Eso fue hace 18 años, y mantengo las mismas medidas de entonces, aun después de ser mamá.

Crédito: @AMANDA SANCHEZ

Amanda, quien atribuye su físico a comer muy sano y a caminar por todo París cada vez que puede, es una modelo muy afortunada en estos momentos porque tiene un trabajo fijo y permanente. Es cierto que está detrás de bambalinas, pero esa misma condición es la que la protege porque haya o no haya desfiles en el futuro, la ropa se seguirá manufacturando. Es claro que el mundo de los grandes desfiles con cientos de personas sentadas a centímetros de distancia y acosadas por los fotógrafos es difícil que vuelva. Nunca será igual que antes de la pandemia.

Preparándome para este artículo comprobé que la gran mayoría de las modelos (con la excepción de las superfamosas y millonarias como Kendall Jenner, Naomi Campbell o la propia Gisele Bündchen) están muy preocupadas porque tienen finanzas inestables, dependiendo en gran parte de lo que ganan en los desfiles, y son  menos las que reciben contratos de endosos publicitarios. Un cambio en este formato, en el que los desfiles se pospongan por largo tiempo o sean diferentes con menos modelos, puede ser muy perjudicial para ellas, muchas de las cuales son muy jóvenes y estaban comenzando sus carreras.

Crédito: @AMANDA SANCHEZ

Para finalizar, como nunca he sabido exactamente qué hace y qué responsabilidades tiene una “fit model” -le pregunto si además de ser “el cuerpo” donde prueban la ropa, tiene algún “input” en su creación. ¡Y su respuesta me encantó!

- Sí, siempre me preguntan qué me parece y, especialmente, si la prenda me queda cómoda. ¡Eso es muy importante!… Y ahora, después de tanto tiempo, siento que puedo dar mi opinión… ¡además que hace varios años también desfilo en la pasarela de los “shows”!

Cortesía: Chanel @OLIVER SAILLANT