CNNE 811001 - lopez-gatell- todavia tecnicamente no estamos en la fase 3

Nota del editor: Patricio Morelos es consultor de comunicación política. Politólogo por el ITESM y especialista en Gestión de Gobierno por la UCJC. Actualmente es estudiante de la Maestría en Comunicación Política y Gobernanza Estratégica en The George Washington University. Profesor universitario de las materias de Mercadotecnia Política y Ciudadanía y Democracia en el Tecnológico de Monterrey.

(CNN Español) – Uno de los principales objetivos de los actores políticos es ser conocidos. Elevar el nivel de conocimiento facilita el acceso al poder: se comienza a hablar de ti, eres considerado en las encuestas y, por supuesto, te posicionas como una opción competitiva para obtener candidaturas y ganar elecciones.

Es por eso que los políticos de todas las corrientes ideológicas invierten tiempo, dinero y esfuerzo para que su rostro y su nombre aparezcan la mayor cantidad de veces frente al ciudadano.

En momentos específicos, como pueden ser las crisis, se presentan oportunidades para el surgimiento de liderazgos que obtengan la confianza ciudadana. Líderes que den certeza para la resolución de problemas e, incluso, como vamos a ver ahora, líderes carismáticos que se conviertan en fenómenos comunicacionales.

El doctor Hugo López-Gatell es prueba de ello.

Hasta hace un par de meses, el Dr. López-Gatell se desempeñaba como subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, una tarea importante pero poco conocida por los ciudadanos. Un personaje respetado en el sector salud por su carrera académica y profesional, con estudios en universidades de prestigio como la Johns Hopkins y el Instituto Nacional de Ciencias y Nutrición Salvador Zubirán.

Su vida cambió radicalmente en cuestión de semanas. Con la llegada del covid-19 a México, el Dr. López-Gatell se volvió el personaje clave en el combate contra el virus. A partir de ese momento, los focos de atención se centraron en este científico que, poco a poco, comenzaba a ser analizado como político.

El subsecretario aparece todos los días a las 7 P.M. (hora de Ciudad de México) para presentar un reporte sobre el avance de la pandemia. Se expresa con mucha sencillez, como si estuviera dando clases en una universidad. Responde a los periodistas y se dirige a ellos por el nombre. Y ahora, puso de moda las frases de “#QuédateEnCasa” y “Con mucho gusto te lo vuelvo a explicar”. El Dr. López-Gatell comenzó a aparecer en todos lados, todo el tiempo.

Una encuesta realizada por la empresa Comunicación Política muestra que el 62,57% de los mexicanos consultados conoce al Dr. López-Gatell. Además, menciona que el 65,3% tiene una opinión positiva sobre la labor que realiza.

Un crecimiento exponencial que muy pocos políticos han logrado obtener. Sus números hoy son comparados con los de personajes clave del círculo del presidente, como el canciller Marcelo Ebrard y la diputada federal por Morena, Tatiana Clouthier.

Ahora bien, no todo ha sido positivo. El Dr. López-Gatell ha sido cuestionado por una serie de declaraciones y decisiones que generan duda sobre el accionar del gobierno. No podemos olvidar su afirmación de que el presidente Andrés Manuel López Obrador “tiene fuerza moral y no de contagio” o las diferentes posturas que ha tomado sobre el uso de los cubrebocas. También ha sido criticado por algunos gobernadores por la falta de insumos médicos y por el número de casos, que aseguran, es mucho más elevado.

Independientemente de esto, no se puede negar que el Dr. López-Gatell es un fenómeno mediático. Por lo bueno y también por lo malo. Ocupa las portadas de las revistas sociales y los encabezados de los periódicos. Nos cuentan de su vida amorosa. Tiene videos, memes, stickers y animaciones. Se comparten las fotos de su niñez y su juventud, al grado en que se ha posicionado como una especie de “sex symbol”. Se analiza su vestimenta, desde el hecho de no usar corbata hasta que da una rueda de prensa en camiseta tipo polo.

Al subsecretario lo vemos en Youtube, WhatsApp, Facebook, Instagram, TikTok o Twitter, donde es tendencia constantemente.

Por primera vez en la historia reciente de México, un científico le roba el protagonismo a los políticos. A tal grado que ya comienzan a hablar de él como un posible aspirante a la Presidencia de la República para las próximas elecciones. Una circunstancia que probablemente jamás imaginó.

En lo particular, no lo creo. La política es de momentos y la crisis del covid-19 tiene fecha de expiración. De dar buenos resultados, lo natural sería que fuera nombrado secretario de Salud. Sin embargo, para aspirar a la Presidencia del país tendría que mantener su popularidad, lo que sería sumamente complicado en tiempos en los que la salud no será el tema principal.

Tanto el presidente López Obrador como el Dr. López-Gatell ya hicieron su apuesta. El tiempo nos dirá si la estrategia empleada fue efectiva o no, y en ese momento tendremos que volver a hablar del liderazgo del subsecretario o de la fugaz esperanza de una nueva figura política en el país.

Por el bien de México, ojalá la estrategia del gobierno de López Obrador resulte en una victoria para el país. Mientras tanto, los que podemos, vamos a quedarnos en casa. Es nuestra responsabilidad.