Nota del editor: Xavier Serbiá es presentador de CNN Dinero, el programa de CNN en Español que entrega el rápido mundo de la economía y los negocios de una forma simple, inteligente y bien informada.
(CNN Español) – Pocos pensaban –al principio– que en la epidemia de covid-19 las autoridades ordenarían el cierre de comercios, lugares públicos y que enviarían a la gente a casa para frenar la expansión del coronavirus.
Y menos en una economía como la estadounidense, abierta y en la que el consumo es el motor.
¿Las consecuencias? Millones de personas han solicitado seguro de desempleo; hay millones de comercios cerrados que, junto con los gobiernos locales, intentan frenar la bancarrota.
Y todo esto ha tenido un gran impacto en el gasto del consumidor, en el ingreso y en la estabilidad de la economía personal.
Lo cierto es que, de una cachetada, la realidad nos bajó de “La La Land”.
¿Qué hacer? El que sigue trabajando y cuyo negocio no ha sido afectado, que esté alerta y que no tiente a la suerte.
El que no está en esa situación, más fácil le sería retroceder en el tiempo a los días previos al coronavirus para poder establecer los dos primeros estadios del manejo de una crisis: evitarla y prepararse para ella. Pero ese tren ya pasó.
Entonces tenemos que concentrarnos en los siguientes cuatro estadios, a los que llamo las “4R”:
1. Reconocimiento
Reconocer es enfrentar los hechos como son y no pintarlos con exceso de optimismo ni de pesimismo. Es ponerse el sombrero de científico y ver dónde está el problema y evaluar cuál es el nivel de gravedad.
Ante la pérdida de ingreso, tenemos dos retos: de dónde va a provenir el dinero para mantenernos a flote y cómo pagamos las deudas.
En finanzas hay dos pilares clave: liquidez y solvencia.
El primero tiene que ver con el dinero disponible –sin tener que recurrir a otros activos o préstamos– para cubrir las necesidades a corto plazo (12 meses o menos). La pregunta crucial aquí es: ¿cuánto dinero tengo disponible para cubrir los gastos operativos del negocio o del hogar por los próximos 30, 60, 90, 120 y hasta 360 días?
El segundo es qué activos, en caso de necesidad de dinero, están disponibles para la venta o para usarlos de prenda, a fin de cubrir la falta de liquidez.
En ambos casos hay que hacer un inventario de lo que se tiene, de lo que se debe y de lo que se gasta para determinar el grado de liquidez y solvencia en la economía personal o del negocio.
Cuando se hace la radiografía encontraremos diferentes grados de problemas. Habrá un grupo que podrá afrontar la crisis sin problema porque sus niveles de liquidez y solvencia son altos. Otros, podrán afrontarla por cierto tiempo. Otros podrán aguantar solo 30 días. Otros no tienen nada.
2. Respuesta
Aquí hay que hacer dos cosas: responder a lo urgente e importante y contener la crisis para que no se complique.
Lo urgente e importante es hallar el dinero que cubra los gastos mensuales necesarios para sobrevivir y pagar el servicio de la deuda. Desde buscar dinero disponible, utilizar lo que se tiene ahorrado, recortar gastos, vender lo que se tiene –última opción y si hay compradores-, utilizar crédito –la menos recomendable– o una mezcla de todas.
Hay que bajar los gastos operativos al mínimo tolerable, tanto en el negocio como en la casa. Eso puede ayudar a ganar tiempo hasta que se normalicen los ingresos.
Opciones de ingreso en EE.UU.: el cheque de estímulo, el seguro de desempleo, el préstamo PPP o de ayuda a pequeñas empresas y ver qué otras opciones te presenta el Estado. También están las cuentas por cobrar.
Sobre el pago de las deudas, hay que hablar con los acreedores para atrasar el pago de forma legal. Tienes el “forbearance” o aplazamiento de pago como una opción. Aunque no es una condonación y al final hay que pagarlo, al menos reduce la presión en el flujo de caja.
Sobre los préstamos estudiantiles puedes dejar de pagarlos por un tiempo.
Si tienes cuentas de retiro privado tienes opción de sacar dinero.
3. Resolver
Acción, ejecución y obtener resultados. Aquí el que se cansa, el que tira la toalla, pierde. Llamarás y te pasarás horas en el teléfono. Te frustrarás. Solo recuerda que son millones en situaciones similares.
Si te amenazan con desalojarte de tu vivienda alquilada, busca la ley Estatal que corresponda, ya que muy probablemente tengas protección por un tiempo. Habla con el casero, explica la situación y negocia.
Si es casa propia y el problema es la hipoteca, averigua si tu préstamo está respaldado por el gobierno federal. Por la ley CARES tienes hasta 180 días de aplazamiento más 180 días de extensión. Los bancos están concediendo aplazamiento por un tiempo.
Otra opción es refinanciar o sacar una línea de crédito sobre el patrimonio. Toma en cuenta los pros y los contras.
Aunque usar las tarjetas no es la mejor opción –hay altos intereses y es más deuda–, he visto que a algunos negocios los ha sacado de aprietos de forma temporal. Solo recuerda que el dinero mal utilizado no borra que es dinero prestado – aumentando el inventario de deuda– y que tendrás que pagarlo.
4. Revisión
Mientras vas resolviendo lo urgente e importante, toma nota de los errores y aciertos que veas en el camino. Cuando el calvario pase, es necesario que te sientes con tu familia y tus socios y revises fríamente dónde se equivocaron y cómo prepararse para evitar lo que se pueda evitar, para estar listo para lo que pueda venir. Porque las crisis llegarán. Con diferente traje y escenario, pero no dejarán de llegar.
Decía el filósofo George Santayana que aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo.
Esta es otra oportunidad para aprender porque, aunque la historia no se repite, a menudo rima.