Washington (CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciará el jueves un decreto contra las compañías de redes sociales, dijo la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, a los periodistas a bordo del Air Force One en el vuelo de regreso a Washington luego del abortado lanzamiento de SpaceX de la NASA.
McEnany no especificó qué incluiría el decreto, pero representa el paso más significativo que el presidente ha dado en su guerra con las compañías tecnológicas mientras luchan por equilibrar la libertad de expresión con el creciente problema de la desinformación.
El martes, Twitter aplicó una verificación de datos a dos de los tuits de Trump, incluido uno que afirmaba falsamente que las papeletas de votación por correo conducirían a un fraude electoral generalizado. Trump inmediatamente respondió, acusando al gigante de las redes sociales de censura y advirtiendo que si continuaba poniéndoles etiquetas a sus publicaciones, usaría el poder del Gobierno federal para frenarlo o incluso cerrarlo.
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No está claro qué restricciones podría aplicar el presidente a las empresas de redes sociales a través de un decreto. De todos modos, la medida aumenta las apuestas en la batalla de Trump con Silicon Valley, y destaca lo que él cree que es una pelea que vale la pena tener. En muchos sentidos, el último episodio con Twitter alimenta la narrativa de Trump de que hay fuerzas poderosas en los medios alineadas contra él, y que esta es la única voz en la que pueden confiar sus seguidores.
“Esto juega directamente a favor de la mano de cartas del presidente Trump”, dijo Jason Miller, director de comunicaciones de la campaña de 2016 de Trump y alguien que ha estado directamente involucrado con la estrategia de redes sociales de Trump. “Básicamente le entregaron un regalo enorme”.
Muchos de los aliados políticos de Trump corrieron en su defensa el miércoles.
“Twitter está participando en la interferencia electoral de 2020. Están poniendo el pulgar a la balanza”, dijo el representante republicano por la Florida Matt Gaetz, un leal partidario de Trump y sustituto durante una aparición en el podcast War Room Pandemic producido por Steve Bannon. “La noción de que externalizarían la verificación de hechos a gente que se ha equivocado acerca de todo es un insulto”.
El gerente de campaña de Trump, Brad Parscale, dijo que su equipo ya no paga la publicidad en Twitter y acusó al gigante de la tecnología de influir deliberadamente en las elecciones para dañar al presidente.
“Siempre supimos que Silicon Valley haría todo lo posible por obstruir e interferir con que el presidente Trump transmitiera su mensaje a los votantes”, dijo Parscale en un comunicado. “Asociarse con los ‘verificadores de hechos’ de los medios de noticias falsos sesgados es solo una cortina de humo que Twitter está usando para tratar de darles a sus tácticas políticas obvias cierta falsa credibilidad”.
El presidente tomó la decisión de advertir a Twitter a pesar del hecho de que la compañía y la mayoría de las otras plataformas de redes sociales prominentes le han permitido a él y a sus partidarios vender teorías de conspiración sin fundamento con pocas limitaciones. Si bien Twitter agregó la verificación de hechos a los tuits de Trump sobre la votación por correo, no lo hizo en ninguno de sus tuits recientes, cuando sugirió sin fundamento que el anfitrión de MSNBC Joe Scarborough estuvo involucrado de alguna manera en la muerte de una exasistente, a pesar de una súplica del viudo de esta para bajar los tuits.
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Los hábitos de Trump en Twitter han sido analizados durante prácticamente toda su carrera política, pero las personas familiarizadas con su uso de la plataforma describen menos una estrategia y una mentalidad más amplia cuando él o un asistente escuchan mensajes.
Otras personas dentro de la administración, e incluso algunos de los asesores más cercanos de Trump, son sorprendidos regularmente por lo que aparece en su feed, si no siempre.
Si bien sus mensajes a menudo tienen el efecto de distraer de un titular mediático desafortunado, las personas cercanas al presidente dicen que su impresión es que que él realmente cree en muchas de las cosas más conspiradoras que envía, incluidas las teorías desacreditadas sobre su predecesor, y que él no las está creando solo con la esperanza de desviar la atención a otra parte.
El principal asesor de redes sociales de Trump, Dan Scavino Jr., fue ascendido recientemente para convertirse en uno de los funcionarios de más alto rango en el ala oeste. Su título, subdirector de personal de comunicaciones, desmiente el papel fundamental que desempeña tanto en el uso de Twitter de Trump como en su vida en general. Trump confía en Scavino casi sin reservas. Scavino ha trabajado para el presidente desde antes de la campaña de 2016 cuando era gerente en uno de los clubes de golf de Trump.
Scavino suele ser la persona que localiza el contenido de Internet, a veces de fuentes marginales y, a menudo, incendiarias, que llega al feed de Twitter de Trump, aunque otros amigos y asesores también han sugerido tuits y retuits.
La oficina del ala oeste de Scavino le proporciona acceso regular al presidente, al igual que su presencia casi ubicua en los viajes de Trump, donde a menudo se lo ve grabando en video o fotografiando al presidente. Se cree que es la única otra persona con acceso a @RealDonaldTrump, aunque la mecánica de la cuenta nunca ha sido confirmada por la Casa Blanca.
Los comentarios en Twitter de Trump siempre han sido controvertidos. Pero recientemente, a medida que la cifra de muertos en Estados Unidos por la pandemia llegaba a 100.000, se han vuelto incómodos incluso para algunos de los partidarios más destacados del presidente.
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“Creo que el presidente debería dejar de tuitear sobre Joe Scarborough en medio de una pandemia”, dijo la representante Liz Cheney, republicana de Wyoming. “Es el comandante en jefe de esta nación y está causando un gran dolor a la familia de la joven que murió”.
Pero aquellos que entienden los hábitos del presidente en las redes sociales creen que es poco probable que cambie su comportamiento pronto. Miller, quien ha estado presente mientras Trump elabora sus tuits, dijo que el presidente ve la plataforma como una salida donde puede hablar directamente con sus seguidores.
“Es uno de los superpoderes del presidente Trump”, dijo Miller. “Entendió muy pronto que las redes sociales, Twitter en particular, le dieron acceso sin filtro al pueblo estadounidense y a sus seguidores. Lo que Trump maximizó fue la capacidad de las redes sociales para evitar la conversación artificial creada por los principales medios”.