CNNE 842757 - la dificultad para que los peruanos sigan en cuarentena
Pilar Mazzetti sobre cuarentena en Perú: Ya era muy difícil para la población mantenerse dentro de un sistema tan rígido, todos empezamos a salir
02:59 - Fuente: CNN

(CNN) – Personas colapsan en medio de la calle, otros arrastran a familiares gravemente enfermos a la puerta de los hospitales que no los reciben, y niños angustiados preguntan por qué sus padres han muerto. Estas escenas aterradoras se repiten a diario en todo Perú durante el brote de coronavirus y los expertos temen que las cosas empeoren aún más.

El oxígeno, una de las principales armas para mantener vivos a los pacientes con coronavirus, es escaso y se ha convertido en un poderoso símbolo del caos en Perú. Ciudadanos desesperados han recurrido a un floreciente mercado negro, mientras los tanques que se venden a precios exorbitantes en las redes sociales y sitios de comercio electrónico.

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Uno de los que buscaban oxígeno era Carlos Roque Rojas, de 41 años, cuya madre de 81 años desarrolló fiebre y dificultades para respirar. Él buscó oxígeno por todas partes, pero finalmente no tuvo éxito. “Mi madre fue abandonada”, dijo a CNN. “La demanda de oxígeno era demasiada”.

La escasez ha llevado al auge de un mercado negro de oxígeno.

Roque, quien vive en la región de Loreto, en la cuenca del Amazonas, describió como había personas que murieron a su lado en un hospital, colapsando frente a sus ojos. Poco después, su madre había muerto.

La experiencia de Roque ilustra el caos que la pandemia ha provocado en la región. Dos médicos le habían dicho que su madre tenía el coronavirus, aunque las pruebas después de su muerte resultaron negativas y la causa de la muerte se registró como neumonía. “No sé qué creer”, dijo Roque a CNN, pero le quedó claro que encontrar oxígeno la habría ayudado a vivir.

Dijo que era “increíble” que el país no estuviera preparado para una pandemia. “Necesitan mejorar nuestro sistema de salud”, dijo. “Necesitan mejorar las plantas de oxígeno”.

Desde la muerte de la madre de Roque el 30 de abril, el virus ha empeorado en Perú, que ahora tiene el segundo mayor número de casos en América Latina después de Brasil. Según la base de datos de la Universidad Johns Hopkins, Perú ha reportado más de 196.515 casos de covid-19 con más de 5.400 muertes.

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La ciudad costera de Lambayeque es uno de los puntos críticos, y Marcela Puicón, de 30 años, lucha por conseguir oxígeno para un familiar afectado.

El padre de Puicón, de 60 años, está luchando contra la neumonía después de infectarse con el coronavirus y también tiene una afección pulmonar preexistente. Puicón y sus seis hermanos decidieron tratar a su padre en casa, pero ninguno de ellos ha podido trabajar debido a las medidas de cierre en curso y es una lucha diaria proporcionar medicamentos y oxígeno debido a la falta de ingresos.

Los expertos predicen que la situación continuará empeorando.

“Me siento impotente, enojada y furiosa, siento que tengo las manos atadas”, dijo a CNN. “Mi padre está enfermo y no podemos permitirnos algo que es tan esencial para que él sobreviva”.

El gobierno promete ayudar

El jueves, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, reconoció la inconformidad del público y anunció medidas de emergencia para aumentar la producción y el acceso al oxígeno con fines médicos, y lo declaró com recurso estratégico de salud.

“Le estamos dando al Ministerio de Salud los recursos para comprar la cantidad de oxígeno que necesitamos a nivel nacional para tratar pacientes, establecido por nuestros técnicos”, dijo Vizcarra en una conferencia de prensa. “Hemos asignado 84 millones de soles (US$ 24,5 millones) al Ministerio de Salud para comprar el suministro de oxígeno necesario a nivel nacional”.

Vizcarra también reconoció problemas de distribución y escasez de cilindros. “El mismo decreto también establece la transferencia de 11 millones de soles para construir redes de oxígeno y para mantener plantas de oxígeno en Lima y las regiones”, dijo.

Perú fue una de las primeras naciones en las Américas en tomar estrictas medidas preventivas por el coronavirus, como órdenes de confinamiento, toques de queda y cierres de fronteras.

Sin embargo, las medidas de cuarentena no se cumplieron. Muchos de los pobres de Perú no tienen más remedio que aventurarse fuera de sus hogares para trabajar, comer o realizar transacciones financieras, lo que lleva a la aglomeración en los mercados, el transporte público y los bancos.

Más del 30% de los hogares viven en condiciones de hacinamiento, explicó Kristian López Vargas, economista peruano y profesor asistente en la Universidad de California, Santa Cruz, y el 72% trabaja en el sector informal, según el Instituto Nacional de Estadística e Información de Perú, por lo que salen todos los días en busca de suficiente dinero para sobrevivir.

Las medidas de confinamiento han resultado difíciles de mantener.

“[Perú] tiene fortalezas pero también algunas de las debilidades que estamos viendo en otros países de América Latina”, dijo Marcos Espinal, director de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud en la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Esto incluye la subinversión. Perú gasta menos del 6% del PIB en salud pública recomendado por la OPS, dijo Espinal, a pesar de los esfuerzos por dedicar más recursos al sector en los últimos años. El país gastó 3,165% del PIB en salud pública en 2017, según el Banco Mundial.

Perú también tiene menos de dos camas de hospital por cada 1.000 personas, lo cual es insuficiente, dijo Espinal, pero no está claro qué causó el problema de la escasez de oxígeno. “Es difícil darle esa respuesta”, dijo. “Al final del día puede haber varios factores”.

Lo que está claro es que la escasez de oxígeno es crítica y está empeorando, dijo Javier Gallardo, quien dirige Oxígeno y Derivados, una compañía con sede en Lima que distribuye tratamientos de oxígeno a los pacientes en el hogar.

“La demanda de hospitales y clínicas de salud se ha multiplicado por cuatro o cinco porque los pacientes con coronavirus necesitan grandes cantidades de oxígeno para su tratamiento”, dijo. La escasez está afectando los cilindros de gas y el oxígeno mismo, dijo Gallardo a CNN. “Desafortunadamente, nos estamos quedando sin existencias”, dijo, y la compañía está luchando por mantener suministros para pacientes con coronavirus, así como para aquellos con otras afecciones, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica y fibrosis pulmonar.

A pesar de la demanda, la compañía de Gallardo no ha subido sus precios, dijo, a diferencia de los vendedores en el mercado negro.

Gallardo dice que es un “misterio” de dónde proviene el oxígeno del mercado negro, pero ha hablado con clientes que dicen que los cilindros que solían venderse por 1.200 soles (US$ 353), que es lo que cobra, ahora cambian de manos por 5.000 soles ( US$ 1.470) cada uno. “Es indignante”, dijo, y agregó que los pacientes con coronavirus graves o críticos pueden usar un cilindro de oxígeno cada 6-8 horas, o cuatro por día.

El presidente Martín Vizcarra decretó el jueves nuevas acciones para asegurar el suministro de oxígeno.

“La demanda de oxígeno es crítica, y desde el comienzo de la pandemia no había ningún plan para enfrentar este problema, debemos tener en cuenta que la demanda actual es alrededor de un 50% más alta de lo normal”, dijo a CNN Leonid Lecca, director ejecutivo de ONG Partners in Health Perú y profesor de la Facultad de Medicina de Harvard.

Recaudan fondos para comprar oxígeno

En respuesta, las comunidades de todo el país se han estado organizando para tratar de conseguir oxígeno.

En Iquitos, la capital de la región de Loreto, en la cuenca del Amazonas, el padre Miguel Fuertes, administrador del Vicariato Apostólico de Iquitos, lanzó una campaña de recaudación de fondos para ayudar a los necesitados. “Había muchos pacientes y no había oxígeno para ellos, los hospitales colapsaron y se podía ver a personas desesperadas corriendo por las calles con tanques de oxígeno”, dijo.

El sistema de salud de Perú se ha visto abrumado durante la pandemia.

Fuertes le dijo a CNN que su recaudador de fondos ha recibido hasta ahora 2 millones de soles (US$ 588.544) y ha logrado comprar tres plantas de oxígeno con el dinero, pero aún hay escasez en el área.

El padre José Manuel Zamora Romero, el párroco de Lambayeque, en el norte de Perú, también inició una campaña llamada #ResisteLambayeque para proporcionar alimentos a los necesitados y obtener tanques de oxígeno y medicamentos para quienes contrajeron el virus.

“Los hospitales no tienen la capacidad de tratar a estos pacientes, no hay oxígeno y muchos de ellos mueren por falta de él”, dijo Zamora a CNN. “Hasta ahora hemos comprado ocho tanques de oxígeno, son muy caros. Ninguno de ellos cuesta menos de 4.000 soles (US$ 1.175)”.

La campaña de Zamora recibió el apoyo de celebridades como la estrella del equipo nacional de fútbol Paolo Guerrero y él donó uno de los tanques de oxígeno a Puicón para ayudar a su padre de 60 años a ser atendido en su hogar, dijeron ambos a CNN.

Pero el otro problema es pagar los recambios, eso si hay oxígeno disponible. “Necesitamos llenar el tanque todos los días y en estos días debido al confinamiento no podemos trabajar y cubrir los costos”, dijo Puicón, quien tendría que pagar 170 soles (US$ 50) por una recarga. “El oxígeno se agota en casi todas partes y los precios siguen aumentando”.

El oxígeno es una de las principales armas en la lucha contra el coronavirus.

Gallardo, de la compañía de distribución de oxígeno, dijo que el principal problema no es producir más oxígeno médico, sino la escasez de cilindros. Normalmente, las personas envían cilindros vacíos para ser rellenados de inmediato, pero muchos pacientes se aferran a ellos como medida de precaución dada la escasez actual, dijo. “Paso a paso debemos pasar a sistemas de suministro de oxígeno más seguros y eficientes”, dijo Gallardo.

Pero personas como Puicón necesitan ayuda ahora mismo para reabastecer su tanque de oxígeno donado. “Todos los días llamamos a un lugar, a otro y tratamos de encontrar el dinero”, dijo. “Esta situación es imposible”.